Catar acoge hoy la firma del acuerdo de paz que podría poner fin a la guerra que dura ya más de 18 años. Talibanes, gobierno afgano y Estados Unidos parecen dispuestos a caminar hacia la paz.
Hoy, sábado 29 de febrero, Doha, la capital de Catar, se va a convertir en el escenario de la histórica firma del acuerdo de paz entre Estados Unidos y los talibanes. Así, se pondrá fin a una guerra, la de Afganistán, que comenzó hace más de 18 años. Esto supone un indudable triunfo en política internacional para un Donald Trump empeñado en terminar con las que calificó como “guerras sin fin”.
Cuando George W. Bush declaró la guerra al terrorismo tras los atentados del 11-S, el régimen talibán fue derrocado rápidamente, pero a pesar de que se han llevado a cabo elecciones democráticas, el Gobierno afgano ha sido incapaz de estabilizar el país y se estima que los talibanes controlan en torno al 50% del territorio de Afganistán. Después de 18 años y medio de conflicto, 2.400 soldados muertos y un fracaso militar evidente, Donald Trump se apunta este importante tanto en plena carrera hacia la reelección.
Entrevistado en Crónica de Euskadi – Fin de Semana, el coronel del Ejército español de Tierra Javier Ruiz Arévalo se muestra optimista porque al fin “los tres interlocutores –Estados Unidos, Gobierno afgano y los talibanes- se han reconocido como tales”. Ruiz Arévalo estuvo destinado en Afganistán, y desde entonces mantiene el interés sobre aquel país, lo que le ha llevado a presentar una tesis sobre este tema. Califica la situación allí de “guerra civil”, y admite que desde 2001 se ha avanzado, pero que reina aún la inestabilidad. Respecto a los talibanes, destaca que cuentan con un apoyo social evidente y que el fin del conflicto ha de pasar por incorporarlos en la sociedad.
También en los micrófonos de Radio Euskadi, la periodista Mónica Bernabé ha mostrado sus dudas sobre el documento que se firma hoy: “Habrá que ver si lo que se pone en el papel se lleva a la realidad”. Bernabé es la jefa de la información internacional del diario Ara y vivió en Afganistán entre 2006 y 2014, donde vestía túnica y pañuelo negro, como las mujeres afganas. Bernabé destaca que es más fácil trabajar como periodista en Afganistán que en otros países como Irán, pues el Gobierno no es capaz de controlar lo que ocurre en su territorio. Por otra parte, revela que los jóvenes dejan pequeñas notas de esperanza y que se ve cierta modernización en los últimos años; pero, eso sí, admite no ser optimista respecto a este proceso de paz, pues “desde Washington no se ha pensado en el futuro de la población afgana, sino solo en sus propios intereses”.
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