Este sábado la Unión Europea aprobó de forma unánime y en menos de 15 minutos las directrices o “líneas rojas” para la negociación de la salida de Reino Unido del bloque de países, proceso conocido como Brexit.
Una de esas líneas rojas ha sido denominada “El dinero” por el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y está relacionada con el pago de las obligaciones financieras de Reino Unido con la Unión Europea como estado miembro.
De acuerdo al canciller austriaco, Christian Kern, el monto de ese pago estaría calculado en US$65.000 millones.
“El cheque estaría alrededor de esa cifra. Es el número que ha calculado la Comisión Europea (CE) y será la cifra que estará en la mesa de negociaciones”, dijo Kern.
Esa cifra fue confirmada a la BBC por el presidente de la comisión, Jean-Claude Juncker.
Varios funcionarios de Reino Unido han señalado que es una cifra imposible de pagar. De hecho el secretario británico para el Brexit, David Davis, le dijo a la BBC que no sabía de donde había salido esa cifra.
“Vamos a sostener nuestras obligaciones internacionales, pero esperamos que nuestros derechos sean respetados“, señaló.
Pero, ¿por qué Reino Unido tendrá que pagar esa cifra? y sobre todo, ¿de dónde sale el cálculo de la Comisión Europea para llegar a ese monto?
La sección de la BBC Reality Check, hizo un análisis sobre este asunto y llegó a dos conclusiones:
Primero: el cálculo de la CE está basado en cifras correctas y debería ser el monto a pagar por Reino Unido por su “divorcio”, pero…
Segundo: esa no sería la cifra final del pago si Reino Unido logra evidenciar todos los aportes y bienes o activos que ha compartido durante sus 44 años como estado miembro.
Pero vamos por partes
Cómo se llega a ese número
La negociación del Brexit iniciará tras las elecciones generales en Reino Unido el próximo 8 de junio.
El pasado 29 de marzo el país británico activó el artículo 50 del tratado de Lisboa que inició formalmente el proceso de salida del país del bloque de países y que finalizará en marzo de 2019.
Así que para llegar a cualquier cifra potencial hay que calcular toda las responsabilidades financieras -el dinero que se debe- no de Reino Unido, sino de toda la Unión Europea, en el preciso momento en que la nación británica abandona el bloque de países.
Entonces, a ese dinero que se debe se le resta el valor de los bienes y activos de la UE y a partir de allí se decide que porcentaje de ese balance es responsabilidad de Reino Unido.
De acuerdo a la CE, el aporte de Reino Unido al presupuesto de la Unión Europea es del 12%. Y en algunos casos, sería del 15%.
El equipo negociador de la Comisión Europea no ha hecho un comentario público sobre como ha llegado a la cifra de US$65.000 millones, pero hay tres de datos alternativos que permiten calcularlo.
1. Hacia finales de 2018 Reino Unido estará en camino de salida y en ese momento la responsabilidad financiera de la Unión Europea (Reste a liquider o RAL, como se conoce en el mundo financiero) sería de unos US$261.000 millones.
2. A esta obligación hay que sumarle varios proyectos de infraestructura en los países más pobres y que en la visión de la CE, Reino Unido ya se había comprometido a cofinanciar, incluso si son ejecutados tras su salida del bloque de países.
3. El tema de las pensiones de los funcionarios de la Unión Europea. En este asunto, la responsabilidad de pagos de la Unión Europea se acerca a los US$70.000 millones. Y Reino Unido también su porcentaje de obligaciones allí.
Pero…
Está claro que si la CE está contando las obligaciones, Reino Unido va a jugar la carta del porcentaje sobre los activos de la Unión Europea, que en 2015 estaban calculados en US$166.000 millones.
Algunos de esos porcentajes podrían utilizarse como compensación en el pago de las responsabilidades, incluyendo edificios, satélites y una bodega de vinos.
Pero muchos dentro de Reino Unido van más allá: no pagar nada. Y según ellos, la ley los apoya.
Un reporte de la Cámara de los Lores concluyó que el artículo 50 le permite a Reino Unido abandonar la UE sin quedar amarrados a las obligaciones financieras bajo el presupuesto de la Unión Europea.
Y el grupo “Abogados por Gran Bretaña” señalaron que era difícil ver alguna base creíble a las aspiraciones de pago sobre temas como pensiones o ejecuciones de presupuestos actuales.
Este grupo va más allá y señala que es la Unión Europea la que debe devolverle a Reino Unido los US$11.000 millones que el país entregó al Banco de Inversión Europeo.
Ahora, como todo divorcio, vienen los acuerdos. Lo cierto es que aunque US$65.000 millones sea una cifra políticamente poco realista, la CE no dejará irse a Reino Unido sin que pague un centavo.
Y en el panorama hay varias opciones:
A principios de 2016, durante las negociaciones hechas por el ex primer ministro David Cameron previas a la votación del referendo que decidió el Brexit, se hizo una propuesta de pago cercana a los US$25.000 millones.
También existe una propuesta de que el pago no sea de una sola cuota, sino que se extienda en el tiempo (en el caso de las pensiones serviría), para evitar el golpe a la economía del país, pero ese es un tema que también podría causar serias y amargas discusiones políticas.
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