Pekín ha considerado este lunes
“estable” la situación en el disputado mar del Sur de China y ha vuelto a
instar a Estados Unidos a que no intervenga en los asuntos regionales.
“Las disputas en la zona deben ser resueltas por las partes directamente concernidas”, ha dicho Hua Chunying, una portavoz de la Cancillería china después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, haya expresado su preocupación por la situación en ese mar durante su visita a La India.
Al respecto, Chunying ha subrayado que “actualmente la situación en ese mar es estable y no hay problemas con la libertad de navegación ni la de vuelos”.
La vocera del Ministerio chino de Asuntos Exteriores ha reiterado que su país se esfuerza para preservar la seguridad y la estabilidad en la zona.
Las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo se han visto afectadas por la competencia y las reivindicaciones territoriales entre China y sus vecinos, algunos de ellos aliados de EE.UU., en los mares del Sur y Este de China.
La India, Filipinas, Taiwán, Malasia, Japón, Brunéi y Vietnam son algunos países que claman la propiedad de las islas situadas en esa región, donde existen grandes fuentes minerales y petroleras.
Pekín exige a Washington que no tome parte en dichas disputas territoriales, mientras la Casa Blanca alega que el único objetivo de sus medidas injerencistas es garantizar la seguridad en la zona.
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