viernes, 30 de enero de 2015

Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio.

Eclesiastés 12 Nueva Versión Internacional (NVI)

Acuérdate de tu Creador

12 Acuérdate de tu Creador
    en los días de tu juventud,
antes que lleguen los días malos
    y vengan los años en que digas:
    «No encuentro en ellos placer alguno»;
antes que dejen de brillar
    el sol y la luz,
la luna y las estrellas,
    y vuelvan las nubes después de la lluvia.
Un día temblarán los guardianes de la casa,
    y se encorvarán los hombres de batalla;
se detendrán las molenderas por ser tan pocas,
    y se apagarán los que miran a través de las ventanas.
Se irán cerrando las puertas de la calle,
    irá disminuyendo el ruido del molino,
las aves elevarán su canto,
    pero apagados se oirán sus trinos.
Sobrevendrá el temor por las alturas
    y por los peligros del camino.
Florecerá el almendro,
    la langosta resultará onerosa,
    y no servirá de nada la alcaparra,
pues el hombre se encamina al hogar eterno
    y rondan ya en la calle los que lloran su muerte.
Acuérdate de tu Creador
    antes que se rompa el cordón de plata
    y se quiebre la vasija de oro,
y se estrelle el cántaro contra la fuente
    y se haga pedazos la polea del pozo.
Volverá entonces el polvo a la tierra,
    como antes fue,
y el espíritu volverá a Dios,
    que es quien lo dio.
Lo más absurdo de lo absurdo,
    ¡todo es un absurdo!
—ha dicho el Maestro.

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