13 julio 2016 - En la calle Argentina de Catia hay cientos de vendendores informales que ofrecen al público dos kilos de frutas o de verduras por el precio de uno. La oferta parece legal hasta que se hace una revisión minuciosa del registro de la balanza que expresa sus valores en libras en lugar de kilogramos.
En la calle Argentina y en la Colombia –a menor escala en la última– se observa cómo los verdureros ofrecen dos kilos de yuca por Bs mil 400, de papa por Bs mil 500 y de tomate por Bs dos mil.
La libra es una unidad de peso que se utiliza en Norteamérica y en algunos países de América Latina, entre ellos: Colombia, Perú y Ecuador, cuya unidad equivale a 453 gramos. Esto quiere decir que cuando una persona compra supuestamente dos kilos de yuca, papa o tomate, en realidad está llevando solo 906 gramos.
Es a todas luces una oferta engañosa, implementada en estos momentos por los vendedores informales con productos que se viene usando como alternativas ante el desabastecimiento inducido de productos como la harina precocida de maíz y de trigo.
Franco Manrique, director de la Integral de Mercados y Almacén (Inmerca), señaló que dentro del Mercado de Catia no existe esta irregularidad, pues los concesionarios saben que se exponen a severas sanciones administrativas de incurrir en el ilícito.
Destacó que la dirección de Control Urbano de la Alcaldía de Caracas tiene planificado la realización de inspecciones en ambas calles de la parroquia Sucre.
En la calle Argentina y en la Colombia –a menor escala en la última– se observa cómo los verdureros ofrecen dos kilos de yuca por Bs mil 400, de papa por Bs mil 500 y de tomate por Bs dos mil.
La libra es una unidad de peso que se utiliza en Norteamérica y en algunos países de América Latina, entre ellos: Colombia, Perú y Ecuador, cuya unidad equivale a 453 gramos. Esto quiere decir que cuando una persona compra supuestamente dos kilos de yuca, papa o tomate, en realidad está llevando solo 906 gramos.
Es a todas luces una oferta engañosa, implementada en estos momentos por los vendedores informales con productos que se viene usando como alternativas ante el desabastecimiento inducido de productos como la harina precocida de maíz y de trigo.
Franco Manrique, director de la Integral de Mercados y Almacén (Inmerca), señaló que dentro del Mercado de Catia no existe esta irregularidad, pues los concesionarios saben que se exponen a severas sanciones administrativas de incurrir en el ilícito.
Destacó que la dirección de Control Urbano de la Alcaldía de Caracas tiene planificado la realización de inspecciones en ambas calles de la parroquia Sucre.
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