lunes, 31 de octubre de 2016

La estrategia chavista impuso el diálogo: crónica de una mesa rota


Lo anunció Maduro hace apenas una semana (24/10/2016) desde el Vaticano en una visita sorpresa en medio de una gira relámpago que lo llevó a varios países petroleros: el diálogo va y será el domingo 30.
Llegó el 30 y se inició el diálogo desde el Museo Alejandro Otero en La Rinconada, Caracas. Con la MUD fragmentada por la negativa de Voluntad Popular a sentarse, los asistentes (PJ, AD, UNT + Henri Falcón) se sentaron por más de 6 horas con representantes del Gobierno Bolivariano. Henrique Capriles lo volvió a ver por TV.

Antes

Pero vayamos primero a la tarde del 30. El cónclave que decide en la MUD estuvo también en una encerrona que todos califican como dura y densa. No hubo consenso para asistir en bloque pues Leopoldo López desde Ramo Verde decidió por el partido que "no estaban dadas las condiciones" para sentarse a dialogar. Indirectamente confirmaron lo que se vio con toda claridad en la últimas dos semanas: los consensos unitarios dentro de la alianza antichavista son más cuento que realidad. VP habló primero que la MUD y reconoció que el diálogo es una iniciativa propuesta desde el chavismo, agradeció al Vaticano y ratificó que marcharán a Miraflores el 3N.
Horas antes, inaugurando la guerra de comunicados, 15 organizaciones minoritarias (llamados así por medios antichavistas) entre los que se encuentran Copei, Vente Venezuela, Alianza Bravo Pueblo y hasta Fernando Álvarez Paz, informaron también su negativa de sumarse a las conversaciones con el gobierno esgrimiendo el mismo argumento que López y los suyos. En resumen: 70% de los partidos con membresía en la MUD se negaron a ir pero la MUD igual fue. En representación de la hegemonía que decidió por todos, fueron Carlos Ocariz, Chúo Torrealba, Timoteo Zambrano y Henri Falcón. La Mesa de la Unidad Democrática fue al diálogo sin unidad.
Conviene leer el comunicado de Voluntad Popular y compararlo con el firmado por Chúo Torrealba horas antes, más el emitido por la MUD minutos después. En ninguno de los documentos emitidos aparece la palabra revocatorio ni una sola vez. Este dato, que no es menor, confirma indirectamente la tesis que se ha venido sosteniendo desde el chavismo: el referéndum revocatorio nunca fue la primera opción para los dirigentes antichavistas. En el comunicado de la unidad dividida con el que se suman al diálogo hablan de persecución, presos, marchas, juicio político y crisis humanitaria. Cero exigencia del revocatorio. Otra palabra al piso, otra agenda abandonada.
La nota firmada por Chúo es destacable porque entre líneas deja claro que el gobierno, la MUD y los promotores internacionales del diálogo (Zapatero, Fernández y Torrijos) han estado sosteniendo reuniones secretas de coordinación desde marzo de 2016. Con esta revelación Chúo intenta limpiarse la calva y quitarse un poco de la cara el camión de basura que le ha llovido desde su famosa foto con los mediadores, el Vaticano y el gobierno. Con destacables mayúsculas, Torrealba enumera las veces que se dieron reuniones y aclara textualmente que él "NO ESTUVO ALLÍ", pero hay una fecha que destaca más que todas: dos días antes de la Toma de Caracas (1S), gobierno y oposición se reunieron en secreto para acordar medidas de seguridad de aquella marcha, es decir, los que han etiquetado "oficialmente" al chavismo como una dictadura, se sientan con el chavismo y le piden seguridad para marchar contra la dictadura. Sólo en Venezuela.
Esta mala telenovela cierra el ciclo dramático de la última semana donde el antichavismo mostró a pecho abierto lo que en todo 2016 se habían esforzado en tapar: no tienen una estrategia, no han medido los tiempos, no se han preparado para los escenarios y no tienen un plan concreto y realizable con el que salir del chavismo. Las maniobras políticas impuestas desde el chavismo desde su peor derrota existencial en diciembre de 2015 son las que marcan los tiempos, las agendas y el ritmo con el que se pelea políticamente en Venezuela.

Durante

Con las palabras de Claudio María Celli, representante del Vaticano; Ernesto Samper, jefe de Unasur; y Nicolás Maduro, presidente de la República, se inauguró formalmente el diálogo por la paz en Venezuela. Con las redes sociales a estallar, contra todo pronóstico y voluntad de los ultraviolentos y contra el andamiaje internacional que ha apostado por quebrar el país en tres años de guerra.
No hubo foto formal pero sí imágenes de un Nicolás Maduro poniendo su mano derecha en el hombro de Chúo Torrealba, un gesto que en política proyecta dominio por quien impone el gesto y sumisión por el que se deja. Aquel momento donde Raúl Castro deja en ridículo a Barack Obama en medio de una rueda de prensa conjunta cuando el negro de Chicago intentó jugar al vivo, es ya un símbolo de la gestualidad política. Otro gesto no menor de lo televisado ayer es que el único en aplaudir por la MUD la intervención del Presidente fue el tristemente célebre Timoteo Zambrano, despedido por sus colegas hace un par de meses por asumir una postura seminacionalista.
A la MUD se le hizo evidente lo que venían disfrazando durante todo 2016
Con la narrativa de la dictadura desinflada, la MUD está obligada ahora a cumplir acuerdos que hasta hoy había evitado. Ponerse a corriente desde la Asamblea, asumir costos del capitaneo del sabotaje económico, desescalar el conflicto y persuadir a sus colegas para que se sienten a conversar y asumir la propuesta de diálogo hecha desde el chavismo. Nuevamente la dirección del gobierno salva del abismo a una oposición desorientada, sin liderazgo y rebasada por sus propios militantes radicales, que el 26 de octubre en plena marcha lo que menos les gritaron fue cobardes.
Tras seis horas de reunión, rodó por los medios el comunicado final de la primera sesión de próximas reuniones. Nuevamente la palabra revocatorio no aparece en lo exigido y lo acordado. Todas las partes reconocen y avalan la mediación de Zapatero, Torrijos, Fernández y el Vaticano en buena lid. Todos apuestan por esta vía como mecanismo para destrabar la coyuntura política y, más importante aún, acuerdan fecha para un nuevo encuentro: 11 de noviembre de 2016 en un lugar que será pactado por las partes.

Después

Según palabras del propio Chúo Torrealba a las 2.15 de la madrugada del lunes 21 de octubre, "la agenda de lucha en la calle no se dejará a un lado, pero esta será revisada y replanteada". Lo que se lee acá es una posible desconvocatoria a la súper anunciada marcha a Miraflores el jueves 3 de noviembre. Hasta el cierre de esta nota (lunes 31 de oct. de 16, 09:07 am), la "Toma de Miraflores" es punto de honor de Leopoldo López, María Corina Machado y Henrique Capriles. Un recule en este sentido significaría dos cosas: 1) La MUD está incapacitada para imponer agenda cerrando 2016, y 2) Temen la reacción de los grupos ultrarradicales que exigen caída del chavismo ya.
La lectura estrictamente política de la jornada se puede mirar desde donde usted quiera, pero tiene un solo ángulo:
  • El chavismo nuevamente ha tirado un salvavidas a una oposición entrampada en su incapacidad para diseñar estrategias efectivas.
  • La dirección del gobierno ha logrado pulsear todo 2016 tomando decisiones quirúrgicas donde ha dado las vueltas que quiere a situaciones que el año pasado o antepasado hubieran tenido muchos costos políticos.
  • Políticamente 2016 terminó, no hay nada que hacer. Todo lo que se dibuje de aquí en adelante tiene a 2017 como protagonista, en un escenario menos complicado económicamente para el gobierno pero muy crítico de todas todas.
  • La dirigencia antichavista queda fragmentada, con pocos consensos y en evidencia. Lo que trató de ocultar durante todo el año se ha hecho evidente desde la fallida jornada del 1S. Les convendría una retirada ordenada y un replanteo (o compra empaquetada) de nuevas estrategias.
  • La imagen que queda como simbología de un año difícil para toda Venezuela es aquella foto de una doña de 70 años aproximadamente, bastón en mano, participando en la toma de la Asamblea Nacional y ocupando uno de los salones de sesión el mismísimo día que la oposición anunciaba un juicio político contra el presidente Nicolás Maduro.
  • Los think-tank, medios, diplomáticos, políticos, periodistas y opinadores tendrán que replantear su narrativa contra Nicolás Maduro al que han llamado torpe, tonto e incapaz. Todo 2016 ha sido una muestra de estrategia y táctica magistral con Maduro al frente en términos estrictos de la lucha política.
  • No es un secreto para nadie que en el frente económico el chavismo sigue en deuda y con mucho por replantear. Algunas encuestan señalan un aumento en la confianza del país a la dirigencia chavista. Un replanteo para un escenario económico más favorable sólo será posible con el antichavismo radical aislado y con situaciones de violencia desactivadas.
Vaya tranquilo o tranquila y dispóngase a pensar en si le pone alcaparras o no a las hallacas, no se deje quitar otro diciembre. Reflexione, el chavismo sigue siendo gobierno y todo pinta que no hay nada que haga cambiar tal cosa.

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