martes, 25 de noviembre de 2014

Niños migrantes son explotados y odiados en EEUU



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HISTORIAS DEL CAPITALISMO
Centenares de niños han resultado muertos o heridos por funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en la frontera con México en Texas.
Los que logran evadir la acción policial son sometidos a tratos inhumanos en prisiones improvisadas. Así lo denunció el periodista José Antonio Vargas, ganador del Premio Pulitzer por un artículo publicado en The New York Times.
Para Vargas, este problema suele caracterizarse por las autoridades estadounidenses como una “crisis fronteriza”, pero no se trata de eso. Estamos asistiendo al fracaso de la globalización económica y de la política exterior de Estados Unidos”, sostiene.
Texas es actualmente el epicentro del debate sobre los actos de violencia cometidos por la policía fronteriza, en especial desde que Vargas fue apresado en el Aeropuerto Internacional McAllen-Miller, luego de solidarizarse con organizaciones de derechos humanos y familiares de infantes que se encontraban hacinados en un albergue de esa ciudad.
El comunicador –quien había ingresado sin documentación legal intencionalmente– cumplía una misión asignada por el mencionado medio de comunicación sobre el conflicto fronterizo. Fue detenido y liberado horas después, pero sus denuncias fueron reproducidas por diversos medios de EEUU.
EL “SUEÑO AMERICANO” : UNA PESADILLA
Explica Vargas que los niños cruzan la frontera desde México hacia Estados Unidos, sin la compañía de adultos. Recorren miles de kilómetros en condiciones muy peligrosas, a menudo viajando en los techos de trenes de carga (llamados “bestias”) controlados por bandas criminales.
Los niños que suben deben pagar altas tarifas y, “a muchos los golpean, los roban, los violan e incluso los matan en el trayecto hacia el norte. También deben soportar las amenazas de hordas extremistas que se oponen a la inmigración, para luego ser deportados a sus países de origen, donde sus vidas corren riesgo. Son cruelmente encerrados en grandes galpones y trasladados en buses a otros centros de detención”, señala el comunicador.
Explicó además que se trata de niños que huyen de sus países en busca del llamado “sueño americano” y enfrentan grandes riesgos.
EL PROBLEMA ES POLÍTICO Y GLOBAL
“Con el Congreso sin actuar sobre la reforma migratoria, y el presidente (Barack) Obama sopesando sus opciones de acción ejecutiva, la cuestión fundamental sigue siendo: ¿cómo definimos qué es ser un estadounidense?”, expresa Vargas.
Subraya que la mayoría de estos “aventureros” parte con la esperanza de reencontrarse con sus padres o sus familias en territorio de Estados Unidos, pero pocos son los que logran dicho objetivo. “Muchos, si sobreviven a la odisea de cruzar la frontera, los rechaza finalmente el Tío Sam”, subrayó.
Desde su detención en el albergue de menores en Texas, Vargas ha participado en la mayoría de los actos en defensa de los derechos de los niños inmigrantes y mantiene una activa campaña internacional contra las leyes discriminatorias aplicadas por el Gobierno de Estados Unidos.
Además es director del filme Documented, que narra los temores de los niños indocumentados que participaron con sus padres en las protestas de McAllen, Texas.
RAÚL PINEDA/CIUDAD CCS

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