Alejandro Bracho / panored@panodi.com
Giorgia Castillo, era la exesposa de Leal, fue quien cometió el asesinato. Foto: Facebook
Como un dramático capítulo de telenovela fue el crimen pasional que sucedió ayer 27 de junio, en el apartamento 6B, del sexto piso del edificio Tuy en la calle 75 entre avenidas 3F y 3G de Maracaibo.
Maira Alejandra Lugo Olivares, de 27 años, y con siete meses de embarazo, fue asesinada a puñaladas a las 8:30 de la mañana por su rival, la exesposa de su marido, Giorgia Sikiú Castillo Rueda, una estudiante de medicina, de 31 años.
El asesinato fue premeditado. Giorgia conocía muy bien las entradas y salidas del edificio Tuy del sector La Lago porque allí vivió con su exmarido, Luis Leal, según vecinos.
Eran una pareja como cualquier otra. Él, dedicado al comercio de juguetes, ella, a sus estudios de medicina. Tuvieron dos hijos. Pero la relación terminó y una joven estudiante de relaciones industriales pasó a ocupar el apartamento donde estuvo varios años Giorgia Sikiú Castillo.
Fuentes policiales revelaron que pese al rompimiento de la pareja Leal-Castillo, al parecer, el hombre seguía frecuentando a Giorgia, pero no dejaba a su actual amor, Maira, quien pronto le daría otro hijo.
Este martes, Giorgia, en un acto de crueldad, entró con sus llaves al edificio, subió al ascensor que la llevó al piso 6 y entró al apartamento de su exmarido para asesinar a su rival.
Maira fue sorprendida en el cuarto, estaba vestida con un mono negro, una franelilla blanca y descalza. Al parecer, se alistaba para bañarse cuando Giorgia se le vino encima y comenzó a golpearla.
Gritos desgarradores llamaron la atención de vecinos del mismo edificio e incluso de los de al lado. De repente se escuchó el ruido de golpes a los vidrios y gritos más fuertes salían por la ventana.
“A pesar que había un escándalo enorme, nadie se metió a ese apartamento a ver qué pasaba”, dijo una señora que también escuchaba los gritos desde en el edificio de al lado.
El escándalo se prolongó al menos por 20 minutos. Y según parece, Giorgia intentó ahogar a Maira en una bañera, porque su cuerpo lo hallaron tirado en el baño. “La mayoría de las heridas fueron hechas en la espalda, el cuerpo estaba boca abajo y había mucha sangre”, reveló una fuente.
Una vez que Giorgia comprobó que Maira estaba muerta, huyó del edificio del mismo modo como entró, con sus llaves.
“La vimos salir por la reja con suéter con capucha y en su mano llevaba un trapo manchado de sangre”, dijo uno de los que vive en el edificio.
Al sitio se presentaron familiares de Maira, quienes no hallaban consuelo tras enterarse del crimen.
Funcionarios del Cicpc actuaron en el levantamiento del cuerpo, mientras que otro grupo de funcionarios intentaba ubicar a la asesina, que según se conoció huyó hacia San Francisco en un vehículo. Se espera sea capturada en las próximas horas.
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