El fiscal Rodrigo Janot presentó los cargos al Supremo Tribunal Federal y, de acuerdo a la ley brasileña, el Congreso debe votar si permite a la máxima corte juzgar a un presidente en ejercicio.
El fiscal general de Brasil denunció formalmente al presidente Michel Temer por corrupción y lavado de activos, informó este lunes el Supremo Tribunal Federal (STF).
La denuncia se produce después de que el fiscal general, Rodrigo Janot, adelantase la semana pasada su convicción de que Temer "recibió ventajas ilícitas" del grupo empresarial JBS, que supuestamente negociaba su antiguo asesor Rodrigo Rocha Loures, hoy en prisión por ese mismo asunto.
"Entre los meses de marzo y abril de 2017, con voluntad libre y consciente, el presidente Michel Miguel Temer Lulia, valiéndose de su condición de jefe del Poder Ejecutivo recibió ... una ventaja indebida de 500,000 reales" del dueño el gigante cárnico JBS, indica la agencia de noticias AFP.
La denuncia abre un proceso ante la Corte Suprema que podría apartarlo del cargo pero antes debe ser validado por dos tercios de la Cámara de Diputados, donde Temertiene a priori una mayoría que podría salvarlo.
El camino de la denuncia
El primer análisis de la denuncia estará a cargo del juez Edson Fachin, quien decidirá luego si la remite a la Cámara Baja, que tendrá la última palabra sobre el asunto por normas constitucionales, según las cuales Temer será suspendido de sus funciones por 180 días si fuera aceptada.
Además del fiscal, la Policía Federal organismo que está a cargo de las investigaciones presentó un informe preliminar entregado la semana pasada al Supremo en el que se sostienen "serios indicios" de que el mandatario incurrió en corrupción.
En otro informe de la Policía Federal concluyó que Temer también intentó "obstaculizar investigaciones" y "dejó de comunicar a las autoridades" sobre maniobras corruptas.
Las sospechas se desprenden de confesiones hechas por directivos del grupo JBS, quienes han declarado que sobornan al mandatario desde 2010 y además han entregado a la justicia unas grabaciones que comprometen al gobernante, según detalla la agencia EFE.
En esos audios, Temer escucha en silencio y hasta consiente unas maniobras irregulares que el dueño de JBS, Joesley Batista, dice que realiza en favor de su grupo tanto con autoridades del Gobierno como con representantes del poder judicial.
Esas grabaciones fueron hechas por Batista durante una visita que hizo a Temer en marzo pasado.
Primer mandatario acusado de delitos penales en Brasil
Es la primera vez que un mandatario brasileño en pleno ejercicio del poder es acusado formalmente de haber cometido delitos de tipo penal, como es el caso.
En caso de que los diputados avalen la denuncia con una mayoría de dos tercios del pleno, Temer sería suspendido de sus funciones durante un plazo de 180 días y su vacante sería cubierta en forma interina por el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia.
Si fuera finalmente condenado, en un plazo de treinta días Maia debería convocar a las dos cámaras legislativas para elegir en forma indirecta a quien completaría el período presidencial, que en este caso concluye el 1 de enero de 2019.
Sin embargo, todo eso quedaría en nada si los diputados rechazan la denuncia, pues eso obligaría al Supremo a archivar el caso y el presidente continuaría en el poder.
El actual mandato presidencial lo inició el 1 de enero de 2015 Dilma Rousseff, quien fue destituida por irregularidades fiscales el año pasado y sustituida por Temer, quien entonces ocupaba el cargo de vicepresidente.
En caso de que la Fiscalía finalmente denuncie a Temer, será la primera vez que un mandatario brasileño en pleno ejercicio del poder sea acusado formalmente de haber cometido delitos de tipo penal.
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