jueves, 1 de enero de 2015

"Vivimos en EEUU y somos de Podemos"

desde la meca del capitalismo

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Podemos no sólo ha conquistado un lugar en el podio de los sondeos, trastocado el dichoso “tablero político” y calentado los debates en televisión. Su círculo blanco sobre fondo púrpura, multiplicado por las redes sociales como en un juego de espejos, ha cruzado el Atlántico para formar una pequeña versión nómada, espontánea y marcada por el doble contexto español y estadounidense.
Todo empezó con una cuenta de Facebook titulada “Podemos EEUU”, creada por un tal Alberto, una figura semilegendaria de Memphis que sus compañeros no han sabido identificar, ni consideran importante. De los 5.400 “podemitas” registrados fuera de España, 221 se encuentran hoy en Estados Unidos, conformando uno de los 40 círculos exteriores del partido que dirige Pablo Iglesias.
“Nuestro principal objetivo es organizarnos internamente y lograr visibilidad”, dice Cristina R., del grupo de comunicación de Podemos en EEUU. Los círculos operan en la misma órbita que Marea Granate y Juventud Sin Futuro: redes sociales que aglutinan, sobre todo, a jóvenes expulsados por la crisis económica e interesados en militar de manera escrupulosamente horizontal.
Las condiciones para participar en este artículo (hablar con un medio de comunicación, elegir la conveniencia de los perfiles, su número, la representación femenina, etcétera) fueron discutidas en asambleas online vía Mumble, un programa tipo Skype para llamadas colectivas. Conscientes del aluvión de miradas que atrae Podemos y dado el estado aún embrionario del círculo en Estados Unidos, los participantes han preferido ocultar su apellido.
Su objetivo declarado es organizarse internamente y lograr visibilidad. (Ainara Tiefenthäler)Su objetivo declarado es organizarse internamente y lograr visibilidad. (Ainara Tiefenthäler)Organización y planesDos elementos diferencian a Podemos EEUU del resto de círculos. Primero, la geografía: cuando los miembros de California salen de trabajar y pueden reunirse online, los de Nueva York ya piensan en dormir. Por eso debaten si seguir como un gran círculo federal o trabajar en grupos locales. Segundo, el perfil del emigrante, que “suele ser diferente al de quienes viven, por ejemplo, en Londres”, dice Cristina. “Es un perfil más académico y de gente que ya venía con un trabajo”.
Podemos EEUU celebra asambleas online cada dos semanas y tiene tres metas: “Democratizar los cargos institucionales de España en el extranjero, facilitar el voto foráneo y crear la comunidad autónoma número 18”, una circunscripción que agruparía a los españoles que viven fuera. Debajo de los planes y la militancia se adivina otro objetivo: sobrellevar el peso de ser un expatriado.
“Llegué huyendo de la pobreza”. Alexandre G., 33 años, Iowa.
Alexandre vive entre llanuras ondulantes de maíz y judías acotadas por carreteras y graneros rojos: Iowa, puro Midwest. De EEUU le impresiona la pugna entre “un sistema que castiga sin piedad a los más débiles económicamente” y la idea de community (comunidades), las iniciativas que brotan de espaldas al estado. “En cuanto alguien enferma, los compañeros de trabajo hacen una colecta”.
Dice estar encantado como profesor en un colegio privado, pero conserva cierta nostalgia por su profesión original: la arqueología. En ella trabajó durante el boom de la construcción. Las empresas les llamaban para desenterrar la historia y poder empezar las obras. “España es espectacular; das una patada a una piedra y encuentras un sarcófago romano”, dice por Skype. Cuando la arqueología murió con el mercado inmobiliario, Alexandre se hizo profesor a salto de mata.
En 2011, tras pasar dos años en paro, se postuló para un programa de intercambio de profesores que le trajo a la ciudad de Iowa, donde él, su mujer y su hijastra son (que ellos sepan) los únicos españoles. Reconoce que la red política le alivia la morriña en un país donde “la gente apenas se toca; si acaso cae un abrazo en Navidad”. Alexandre se unió a Podemos porque “rompe el esquema clásico de los partidos políticos, que te dicen ¡únete, apoya esto! Podemos es el único que te hace preguntas”.
Mostrando pancartas contra el Gobierno español en las calles de Nueva York (Ainara Tiefenthäler)Mostrando pancartas contra el Gobierno español en las calles de Nueva York (Ainara Tiefenthäler)“Formamos  científicos y los regalamos”. Jesús M., 29 años, BaltimoreA Jesús, con un máster de matemáticas en Cambridge y un doctorado por la Universidad de Edimburgo, le impresionan las condiciones del investigador en EEUU: “Hay dinero para viajar a conferencias e invitar a gente con la que colaborar. Y si necesitas una máquina, la compras”. Desde 2013, hace un posdoctorado en una prestigiosa universidad de Maryland, donde da clases y prosigue su investigación: “clasificar las formas de dimensión cuatro que tienen curvatura positiva”.
Experimentado en grupos de ayuda a Palestina y el 15-M de Edimburgo, Jesús reconoce no saber si Podemos EEUU es oficial o no, pero le da igual. “El punto de Podemos no es si esto es oficial o no, como si fuésemos un club de fans de Pablo Iglesias. El que lo vea así no entiende nada. Somos un grupo de personas que se organiza políticamente para tener un país al que poder volver; Podemos actúa de referencia. Cualquier persona puede participar en las asambleas”.
Según indica la web de Podemos Londres, los círculos exteriores serán oficialmente constituidos mediante un “procedimiento de validación y constitución muy simplificado” el 29 de enero de 2015.
Manifestantes de Manifestantes de “Aquí se premia al empleado”. Berta A., 35 años, Nueva YorkBerta es ingeniera; llegó a Estados Unidos hace cuatro años porque en España le acabaron ofreciendo “trabajar el doble por la mitad de dinero”. De aquí le agrada “la honestidad, el respeto por el profesional, y que la comunicación entre políticos y ciudadanos existe y es cordial y fluida”.
“Me indigna que la legislación relativa a productos comestibles, mucho más laxa que en Europa en cuanto a hormonas, antibióticos y productos químicos nocivos, provoque incontables muertes y enfermedades. Me inspira luchar para que este panorama no sea el futuro de España”, dice Berta por email. Lo que más le horroriza es “que un seguro médico medio, que cubre menos de lo que cubre la seguridad social en España, cueste 1.500 dólares al mes para un matrimonio”.
Los expatriados comparten el terror al sistema sanitario de Estados Unidos, a su laberinto burocrático, a sus facturas. Los precios médicos han aumentado más del doble de rápido que la inflación en los últimos 30 años, generando cuentos góticos de personas que aguantan el dolor para no ir al médico hasta que ya es demasiado tarde. “Hay una burbuja sanitaria”, dice Jesús. “¿Acaso cuesta 2.000 dólares quitar una muela? Por supuesto que no, pero es lo que pagas”.
¿Volver?
A medida que pasan los años, dice Jesús, es más difícil volver a España porque muchos forman una familia. “Un compañero de Podemos EEUU se ha casado y ha tenido un hijo. Si vuelve, es volver él, su mujer, su niño... Te fuiste a la aventura, pero no puedes volver a la aventura, porque ya no estás solo”.  
Nota: el Instituto Nacional de Estadística reconoce que no existe una cifra definitiva sobre el número de españoles emigrados, dado que muchos no figuran en los registros.
Entre el 1 de julio de 2008 y el 1 de julio de 2013 salieron de España 2.186.795 personas, el 88% de ellas extranjeras. Del 12% restante, los nacidos en España o nacionalizados, la mayoría son menores de edad.
Las estimaciones alternativas oscilan entre 40.000 españoles (según Carmen González, del Real Instituto Elcano, usando los registros en consulados) y 700.000 (Amparo González, del CSIC, con datos obtenidos en los países de destino). Ninguna estadística mide la formación de los emigrados.

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