12 de julio de 2016.- La transnacional Kimberly Clark, fabricante de arrtículos de higiene personal, prometió en junio de 2013 aumentar su producción en Venezuela hasta en un 40 por ciento y solicitó el otorgamiento de las divisas para las inversiones estimadas en unos 37 millones de dólares.
Sin embargo, tres años después anunciaron que paralizaron desde el pasado viernes todas sus operaciones productivas en la planta ubicada en Maracay, en el centro del país, a unos 80 kilómetros al occidente de Caracas.
Una pesquisa hemerográfica indica el 17 de junio de 2013 el gerente general de la corporación estadounidense en Venezuela, David Cahen, se reunió con el entonces ministro de Comercio, Alejandro Fleming, con quien intercambió los planes para el crecimiento de la producción en la nación suramericana.
En concreto Cahen prometió que Kimberly, tras invertir 184 millones de bolívares entre 2011 y 2012, se disponía a aportar 234 millones de bolívares más, con el objetivo de incrementar la producción entre 30% y 40%, dependiendo del artículo. En el caso del papel higiénico, abastecían para ese momento 15% del mercado y esperaban elevar esa capacidad a 30%, según reseñó la estatal agencia informativa AVN.
Para ello, ya adquirieron un terreno adyacente a su planta, ubicada en la ciudad de Maracay, estado Aragua, precisaba el despacho.
Por su parte medios internacionales, como la agencia Reuters, se apresuraron a traducir al inglés la buena nueva y a convertir en divisas la inversión prevista: 37 millones de dólares al cambio oficial.
En el encuentro el titular de Comercio explicó que "cuando se presentó la coyuntura de desabastecimiento, el sector productivo, de la mano con el Gobierno, elaboró una estrategia para avanzar en disminuir ese desfase en los niveles de abastecimiento. Pero ahora están muy bien, y nosotros seguimos monitoreando muy de cerca el abastecimiento en todos los renglones."
Mientras que el gerente de la papelera informó que la instalación industrial estaba "a capacidad plena" y reportó "mejoras en las liquidaciones de divisas para su actividad productiva."
Entre los datos aportados en esa oportunidad destacan que el número de trabajadores de la planta se estimaba en 1 mil 146 empleos directos y que la ampliación obligaría a contratar otros 102 trabajadores.
Sin embargo la cifra suministrada este lunes por la viceministra de Trabajo, Leninna Galindo, ubicó en 971 el número de trabajadores, lo que indica que no sólo no se ejecutó ninguna ampliación sino que, por el contrario, disminuyó la cantidad de personal en las tareas productivas.
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