Por José
Ávila
El histórico acuerdo de
paz que se acaba de dar entre el gobierno Colombiano y la FARC; tiene la
impronta de Hugo Chávez y del pueblo humilde de Colombia.
Hablar de La Paz en
Colombia y no reconocer los inmensos esfuerzos que Hugo Chávez hizo por ello, sería
un gigantesco acto de ingratitud y falta a la verdad.
Se que nuestro querido Comandante
Hugo Chávez jamás cometería la osadía decir que fue solo gracias a su esfuerzo,
sin embargo, más osado es ignorar su aporte por La Paz en el continente y en
especial por Colombia.
Los voceros que hasta
ahora han hablado del tema lo han ignorado deliberadamente a excepción de
Piedad Córdoba y Timochenko. Los medios han sido los más elocuentes en este
silencio acerca de la persistencia de Chávez por La Paz en Colombia.
Habría que decir y
recordar que desde que llego a la presidencia de la República y el empeño de
Chávez en hacer esfuerzos por que se logrará un acuerdo, lo llevo a poner todo
su prestigio como jefe de estado en esta causa, desde los primeros encuentros
por allá en el gobierno de Pastrana en el Caguan.
Contribuyó activamente
Hugo Chávez a las liberaciones de los secuestrados, aun a riesgo de su vida,
producto de la mala fe con que siempre actuó ese personaje que se hace llamar Álvaro
Uribe.
Fue Hugo Chávez una
pertinaz llovizna en el terreno que abono la fértil tierra que hoy da paso a la
flor de La Paz colombiana.
No faltaron las intrigas
y los falsos positivos de los enemigos de La Paz, los llamados señores y
mercaderes de la guerra; quienes cargaron todo tipo de injurias contra Chávez,
cuando el en un acto de valentía planteó que había que lograr La Paz en
Colombia por el bien de nuestros pueblos.
Hoy cuando en la hermana
República de Cuba, quienes acogieron a las partes y también sumaron sus
esfuerzos y voluntades para este histórico paso, debemos honrar la memoria de
ese precursor de la paz que es y seguirá siendo el Comandante Hugo Chávez.
Nos enseña Bolívar y el
milenario Jesús Cristo, la virtud de la gratitud y ese mismo Bolívar nos señala
lo perniciosa que es la ingratitud.
Hugo Chávez no necesita
lisonjas, pero si que sus hijos levantemos la voz en su nombre y brindemos por
La Paz de Colombia y que su nombre no sea maliciosamente olvidado en este logro
continental.
Delante queda el reto de
sostener La Paz, sanar heridas, reparar víctimas y construir el mas inmenso
muro de contención a los guerreristas que pretenden sumergirnos en la espiral
de violencia.
Algún día veremos cerrar
la siete bases militares norteamericanas que hoy apuntan sus cañones contra la
paz del continente y que deben salir mas temprano que tarde de nuestros
territorios
En la Venezuela de Paz
que hoy conduce el Presidente Nicolás Maduro, otro obrero de ese acuerdo de
Paz, venceremos a los mercaderes de la guerra.
Salud por el pueblo de
Colombia y honor eterno a todas y todos aquellos héroes y heroínas, que desde
el anonimato contribuyeron a tejer este manto de protección a nuestros pueblos.
@avilaelguerrero
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