domingo, 25 de junio de 2017

Conoce los beneficios que otorga al organismo el eucalipto


02:10 PM / 24/06/2017-Gabriela Trujillo Prado
Agencias
Tras del verdor de su planta se esconde una inmensa gama de beneficios hasta ahora desconocidos por muchos. En su alcanforado olor, se refugia el encanto que embruja a más de uno no sólo en los predios de las ciencias médicas, sino también en las artes ornamentales.

Introducida en occidente en el siglo XIX, inicialmente sirvió de remedio a los aborígenes australianos contra la fiebre y las heridas. Hoy, de todas las propiedades que le caracterizan, las que más destacan son las broncodilatadoras, comenta Carlos Torres, especialista en medicina natural.

“Se utiliza para tratar todas las afecciones del tracto respiratorio alto, especialmente los catarros y la bronquitis aguda o crónica. Además, es mucolítico (elimina el moco) y tiene acción balsámica. Sirve también para hacer gargarismos efectivos en caso de afecciones como la amigdalitis y la faringitis. Finalmente, el aceite que produce, diluido en miel, se usa como expectorante y como excelente arma para aclarar la voz”, señaló Torres.

“Sus componentes ejercen una acción descongestionante y calmante de la tos”, agrega Juan Rangel Villalobos, naturópata, botánico y ex presidente de la Asociación Naturista del Zulia (Aztasana), en la ciudad. “Ellos contribuyen a suprimir el asma y ayudan a contrarrestar los efectos de la gripe. Asimismo, promueven la contracción de los vasos sanguíneos periféricos. Y sus hojas son febrífugas y antisépticas”, añadió Torres.

En cuanto a su aplicación externa, el eucalipto contribuye a cortar hemorragias y es bueno para tonificar los nervios, curar las afecciones bucales y calmar la jaqueca. Como loción, ayuda a sanar heridas, infecciones nasales, vaginitis, inflamaciones del recto, supuraciones de los oídos, entre otras afecciones. No obstante, sobre su uso dérmico, Jacobo Juliao, médico naturista del Centro de Salud Integral Vida Natural, en la capital zuliana, recomienda utilizarlo una vez diluido en agua, “pues es muy fuerte y podría quemar la zona a tratar”.

Además de las hojas, comercialmente es viable conseguir el eucalipto en jarabe o aceite diluido en miel. Su corteza también resulta favorable para las realizar nebulizaciones o aspiraciones. La única diferencia notable entre ella y los pétalos, es que estos últimos presentan una mayor concentración de eucalyptol en su estructura; a decir 80%”. 

Por otro lado, el carbón de su leña es ideal para controlar las indigestiones, diarreas y otros malestares digestivos y es excelente para cortar los efectos de cualquier veneno.

“Curiosamente, esta planta es uno de los principales ingredientes activos de muchos productos para la higiene dental por sus propiedades antisépticas y bactericidas. También es excelente para hacer frente a la rinitis y la sinusitis. Es sencillamente maravilloso”.

En cuanto a su aroma, respirarlo resulta favorable para el asmático. Si éste tiene una crisis, al inhalar sus vapores propiciará la dilatación de los bronquios, el aire fluirá mejor a sus pulmones y es viable que el malestar se detenga. 

Pero más allá de sus beneficios, la planta debe aplicarse o ingerirse de forma moderada. Sino, es posible que de paso a dificultades respiratorias, gastroenteritis y hematuria (presencia de residuos de sangre en la orina).

Lo antes expuesto constituye razón suficiente para que los especialistas recomienden el uso del eucalipto sólo en infusiones y nebulizaciones, procurando no tomar más de dos tazas pequeñas de la mezcla al día.


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