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Agencias
México clausuró el jueves siete gasolineras por presuntamente vender gasolina y diesel robado a oleoductos del Estado, la primera confirmación de que grandes cantidades de combustible extraído de tomas clandestinas están siendo vendidas a través de estaciones de servicio con concesión oficial.
Un directivo de la compañía estatal petrolera Pemex dijo que las autoridades habían detectado esas ventas en un total 14 gasolineras, siete de ellas en Puebla, uno de los estados más afectados por el robo a oleoductos, y siete en otras partes del país. El directivo no dijo por qué sólo se clausuraron siete.
Los robos fueron especialmente descarados, dado que las gasolineras estaban vendiendo combustible robado a su propio proveedor. Pemex opera los oleoductos de México y suministros combustible a aproximadamente 12.000 estaciones de servicio oficiales bajo un acuerdo de concesión. Así, la compañía sabe cuánta combustible vende una gasolinera y si la cifra corresponde a su suministro.
En las 14 estaciones los números no correspondieron.
"Dejaban de comprar (gasolina) y seguían vendiendo", dijo el directivo de Pemex, quien no estaba autorizado a ser citado por su nombre.
Los observadores han dicho desde hace tiempo que la cantidad de combustible extraído en robos generalizados a oleoductos es demasiada para simplemente ser vendida en contenedores plásticos a la orilla de las carreteras. Muchos expertos creen desde tiempo atrás que parte de la gasolina y el diésel extraídos ilegalmente está siendo vendida a negocios o gasolineras
El fenómeno se ha generalizado tanto que funcionarios han dicho que poblaciones enteras se han involucrado en la protección de ladrones de combustible o se han beneficiado del comercio.
En mayo, hombres armados utilizaron como escudos humanos a los habitantes de un pequeño poblado de Puebla y dispararon contra patrullas de soldados que investigan los robos a oleoductos. En el enfrentamiento murieron cuatro soldados y seis presuntos criminales.
El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dijo esta semana que en 2016 se encontraron más de 6.000 tomas ilegales y que las autoridades han estado detectando un promedio de aproximadamente 20 por día este año. Previamente, el funcionario había calculado que el robo de combustible cuesta al país alrededor de 1.000 millones de dólares al año.
El anuncio de clausuras del jueves es la primera medida contra tales gasolineras, aunque se había detectado la venta de combustible robado en al menos una estación de servicio en la ciudad de Monterrey en 2012.
Hubo antes insinuaciones de que el robo de combustible en México estaba ocurriendo a una escala industrial.
En junio de 2012, la Marina Armada mexicana detuvo en el Golfo de México a un barco con bandera mexicana que se dirigía a Honduras con casi 300.000 litros (80.000 galones) a bordo, presumiblemente de Pemex. Al siguiente mes, la Marina atrapó otro barco en el golfo con casi 400.000 litros (106.000 galones) de diesel probablemente robado.
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