Caracas, 23 de enero de 2015.- El año 1958 representa un periodo de lucha, unión cívico-militar y la esperanza de un pueblo que esperaba recuperar la democracia; pero no esa representativa, clamada por la oligarquía, sino la participativa y protagónica, clamada por el pueblo.
El 23 de enero del mismo año significa el derrocamiento del gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez, consecuencia de un gran movimiento en las calles en el que participaron estudiantes, productores del campo, grupos eclesiásticos, intelectuales, empresarios, entre otros sectores del país que exigían ser libres.
Uno de los luchadores más significativos que hizo frente con el pueblo fue Fabricio Ojeda, víctima de la traición puntofijista, firmada el 31 de octubre por los partidos políticos AD, Copei y URD, en conjunto con el gobierno estadounidense. El Comandante Supremo,  Hugo Chávez, clasificó ese acuerdo como la “última dictadura que hubo en Venezuela”.
“El 23 de enero hubo sólo esto: un cambio de nombres"
“El 23 de enero hubo sólo esto: un cambio de nombres. La oligarquía explotadora, los servidores del imperialismo buscaron acomodo inmediato en el nuevo gobierno. El poder político había quedado en manos de los mismos intereses y los instrumentos de ese poder seguían bajo la responsabilidad de las mismas clases”, escribió Fabricio Ojeda en su Carta de Renuncia al Congreso Nacional el 30 de junio de 1962.
Una de las principales causas del despertar popular fue la represión policial que ordenó Jiménez, provocando innumerables muertes de pquienes adversaban un gobierno que ya estaba derrocado.
Luego de tantas luchas, el pueblo tuvo respuesta y gracias a la llegada de la Revolución Bolivariana inició un periodo de inclusión, respeto a los derechos humanos y se puso fin al desangramiento de la economía venezolana manejada por la burguesía
Aun cuando la ultraderecha insiste en regresar al poder, el pueblo-Gobierno sigue en las calles, dando la batalla por la defensa de la nación, aislando a los apátridas y dando poder a quienes fueron excluidos por décadas.  /JM