26 de junio de 2016.- Una rebelión cívico-militar se suscitó hace 55 años, en Barcelona, capital del estado Anzoátegui, época en la que el pueblo y grupos de efectivos castrenses se sublevaron contra las persecuciones, allanamientos y detenciones, promovidas por el entonces presidente Rómulo Betancourt, la Dirección General de la Policía (Digepol) y bandas armadas de Acción Democrática (AD), contra miembros de la Cámara Agrícola de Venezuela.
Representantes de esta organización perseguida, planificaron una actuación por la vía armada, con el propósito de derrocar al Gobierno de la época, por lo que se unieron a un grupo de militares, cuyo objetivo principal era extender el alzamiento a otras entidades del país.
Fue en la madrugada del 26 de junio de 1961, cuando los castrenses alzados, dirigidos por el mayor Luís Vivas Ramírez, los capitanes Rubén Massó Perdomo y Tesalio Murillo, asaltaron el Cuartel Pedro María Freites de la ciudad de Barcelona y el Batallón de Fusileros Mariño.
Este hecho no contó con el apoyo de otros componentes, que se habrían comprometido con la sublevación, lo que provocó que los militares de Betancourt retomaran el control y el movimiento fuera derrocado.
Para las 10:00 de la mañana de aquel 26 de junio, los militares principales fueron detenidos, así como un grupo de civiles, quienes además fueron torturados y juzgados por Tribunales Militares, siguiendo órdenes del presidente Betancourt.
Para esta misma fecha, se suscitaron otros movimientos en La Guaira y en Ciudad Bolívar, cuyos líderes también fueron detenidos.
Se presume, que este acontecimiento histórico dejó saldo de al menos 16 fallecidos y nueve heridos.
Al año siguiente, en 1962 ocurrieron otros intentos de derrocamiento, conocidos como El Carupanazo y El Porteñazo y a pesar que estas acciones fueron derrotadas, el pueblo demostró el descontento existente ante la persecución, encarcelamiento y tortura por el Gobierno de Rómulo Betancourt.
Representantes de esta organización perseguida, planificaron una actuación por la vía armada, con el propósito de derrocar al Gobierno de la época, por lo que se unieron a un grupo de militares, cuyo objetivo principal era extender el alzamiento a otras entidades del país.
Fue en la madrugada del 26 de junio de 1961, cuando los castrenses alzados, dirigidos por el mayor Luís Vivas Ramírez, los capitanes Rubén Massó Perdomo y Tesalio Murillo, asaltaron el Cuartel Pedro María Freites de la ciudad de Barcelona y el Batallón de Fusileros Mariño.
Este hecho no contó con el apoyo de otros componentes, que se habrían comprometido con la sublevación, lo que provocó que los militares de Betancourt retomaran el control y el movimiento fuera derrocado.
Para las 10:00 de la mañana de aquel 26 de junio, los militares principales fueron detenidos, así como un grupo de civiles, quienes además fueron torturados y juzgados por Tribunales Militares, siguiendo órdenes del presidente Betancourt.
Para esta misma fecha, se suscitaron otros movimientos en La Guaira y en Ciudad Bolívar, cuyos líderes también fueron detenidos.
Se presume, que este acontecimiento histórico dejó saldo de al menos 16 fallecidos y nueve heridos.
Al año siguiente, en 1962 ocurrieron otros intentos de derrocamiento, conocidos como El Carupanazo y El Porteñazo y a pesar que estas acciones fueron derrotadas, el pueblo demostró el descontento existente ante la persecución, encarcelamiento y tortura por el Gobierno de Rómulo Betancourt.
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