> 44% de la producción nacional de este tubérculo se concentra en el estado Lara mientras que 56% en Guárico, Carabobo, Táchira, Trujillo y Aragua
La cebolla es una hortaliza rica en vitaminas y minerales que acompaña siempre las comidas de las familias venezolanas.
En el país este alimento es un cultivo que registra un gran índice de producción. Según refiere la Memoria y Cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras, emitida en el año 2014, se cosecharon 203 mil 320 toneladas del rubro en una superficie de 9 mil 116 hectáreas.
Es por eso que este cultivo tiene una gran importancia en la dieta diaria del venezolano común, ya que gracias a su alto nivel de producción puede llegar a la cocina de cada hogar del país.
DESCRIPCIÓN DE LA PRODUCCIÓN
El Atlas VII Censo Agrícola de Venezuela señala que 44% de la producción nacional de cebolla se concentra en el estado Lara, mientras que el 56% restante se encuentra en los estados Guárico, Carabobo, Táchira, Trujillo, Aragua y Falcón.
La existencia de unidades de producción agrícola dedicadas al cultivo de cebolla está asociada a zonas puntuales de la región andina venezolana, incluyendo las partes altas y frescas del estado Lara, así como las áreas planas de los llanos centrales y sur del estado Anzoátegui.
Pese a las disminuciones en los niveles de producción, ocasionadas por los efectos meteorológicos como el fenómeno de vaguadas ocurrido en el año 2007, las características agronómicas generales del Valle de Quíbor en el estado Lara han sido factor fundamental para el establecimiento de gran cantidad de unidades de producción agrícola en la zona, generando además del arraigo cultural propio del lugar la preferencia por la siembra de este cultivo.
CONSUMO DEL VENEZOLANO
Un informe del Instituto Nacional de Nutrición (INN) indica que los venezolanos y venezolanas tienen un consumo per cápita de 10,6 kilogramos al año de este rubro, dado que la cebolla tiene una disponibilidad bruta para el consumo humano en el país de 314 mil 639 toneladas al año.
PRODUCTO DE CONSUMO FRESCO
Como es el caso de la mayor parte de las hortalizas, la cebolla al ser un producto de consumo fresco, comercializado inicialmente con la figura de los intermediarios, que al garantizar la disponibilidad de medios de transporte y la participación o entrada a los grandes centros de ventas al mayor, como mercados mayoristas, permiten la colocación inmediata del producto en los puntos de venta masivos.
Las principales dificultades en el proceso de comercialización de las hortalizas son: la ausencia de centros de acopio cercanos o en los propios centros de producción, donde las cosechas puedan recibir el tratamiento adecuado (selección, empaque y refrigeración).
Otro inconveniente que se presenta es el transporte, dado que las carreteras que conducen a los centros de producción y las vías principales son en muchos casos de granzón y se deterioran con facilidad por el tráfico pesado y la falta de mantenimiento.
Para garantizar los menores costos agregados, el Estado venezolano viene ejecutando acciones como el establecimiento de las Bases Agroproductivas Socialistas para garantizar el acceso inmediato de los productores a los centros de almacenamiento y a los servicios de apoyo a la producción.
GRAN MISIÓN AGRO VENEZUELA
Con el apoyo de la Misión Agro Venezuela, productores y productoras del Valle de Quíbor, ubicado en el municipio Jiménez, estado Lara, cultivarón este año 4 mil 900 hectáreas de cebolla y otras hortalizas, con el fin de garantizar el suministro de estos alimentos a todo el pueblo venezolano.
A través de las políticas del Estado, articuladas por el Ministerio de Agricultura y Tierras, los agroproductores de esta zona regional han recibido el apoyo financiero y el suministro de los insumos agroquímicos y fertilizantes para generar mayor alcance en el cultivo de cebolla.
Asimismo, el Instituto Nacional de Tierras (INTI) ha dictado talleres a los pequeños y grandes productores de este valle que produce el 70% de la cebolla, pimentón y tomate que consumen los venezolanos.
EL ALIMENTO SALUDABLE
El Instituto Nacional de Nutrición (INN) señala el alto valor nutritivo que posee esta hortaliza, donde el principal componente es el agua, pues contiene 90%.
Mientras que el restante 10% de su composición es de aceites esenciales, vitaminas del grupo B, E y C, múltiples minerales y oligoelementos como potasio, magnesio, fósforo, calcio, sodio y azufre entre otros, aminoácidos esenciales y fibra.
La mejor forma de aprovechar los beneficios de la cebolla es consumirla cruda. Así estimula el funcionamiento del hígado, el páncreas y la vesícula, a la vez que mejora la actividad digestiva.
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Antigüedad
Según registros históricos, la cebolla proviene de Asia, pero también se apunta al norte de África. En Egipto tuvo uno de sus principales territorio de cultivos, desde hace unos 3.500 años a. C., tanto por su carácter alimentario como por el sentido religioso, que se le otorgó debido a su forma globosa y concéntrica, que se asociaba a la vida eterna. Se ofrecía a los dioses tanto como se repartía entre los hombres, y según Heródoto (historiador griego, 484-425 a.C.), los obreros que construyeron las pirámides se alimentaban principalmente de ajos, rábanos y cebollas. También se han encontrado en algunas momias, como en la de Ramsés II, y parece que era habitual que ocuparan las cuencas de los ojos. Existen numerosas creencias antiguas ligadas al consumo de cebolla o que le dan un significado esotérico y muchas parten de esta consideración sobrenatural.
MARÍA TERESA ESPINOZA / CIUDAD CCS
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