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Una fiesta gay y drogas, eso es lo que descubrieron los hombres de la Gendarmería del Vaticano en una incursión en un apartamento en el palacio del ex Santo Oficio. Justo allí donde por un cuarto de siglo, el entonces cardenal Joseph Ratzinger ha desempeñado su mandato como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe antes de ser elegido Papa.
El inquilino de la vivienda, de acuerdo con el Vaticano, es una Monseñor, que actuó como secretario deberes de un cardenal importante a cargo de un departamento de la Roman Curia. El hombre detenido inmediatamente por la Gendarmería, fue hospitalizado por un corto período en la clínica Roman Pius XI de desintoxicación de las drogas, y actualmente está en retiro en un convento en Italia.
El Vaticano tiene cero comentarios de la operación llevada a cabo por los hombres comandados por Domenico Giani . Dentro de los sagrados recintos el apartamento donde las fiestas se consumen en luz roja basado en fármacos es, de hecho, una casa reservado para los superiores, prefectos, presidentes o secretarios de la Roman Curia y monsignori. El prelado en cuestión tenía un coche de lujo con la placa de licencia de la Santa Sede. Esto también es un privilegio reservado a los prelados. Evidentemente, como se muestra por algunas reconstrucciones hechas en el Vaticano, fue este vehículo que permitió a su propietario llevar las droga sin ser detenido por la policía italiana.
Cualquiera de día y de noche, pueden entrar libremente en el Vaticano a este acceso, sin someterse a ningún control y sin que, por supuesto, ser presentado. Un lugar perfecto para disfrutar de los privilegios de extraterritorialidad sin estar sujeto a los controles ya sea del Estado italiano, ni a los de la Ciudad del Vaticano.
Se rumorea que incluso teniendo en cuenta la edad del cardenal que tenía más de 75 años, es decir, la edad canónica de la renuncia, Francis ha decidido acelerar la retirada en parte debido a los recientes acontecimientos.
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