viernes, 2 de diciembre de 2016

RESUMEN DE OPINIÓN CORTE


Para:





Fuente: A.E.

TEMAS ABORDADOS
DERECHOS HUMANOS
Matriz: Violación de los derechos humanos, Estado represor,  pérdida de espacios gubernamentales por la ambición de poder, asesinatos masivos.

GUERRA ECONÓMICA, PRODUCCIÓN
Matriz: Gobierno antiobrero, desmotivación laboral,  destrucción del aparato productivo, corrupción en las instituciones públicas.

DIÁLOGO NACIONAL
Matriz: Fracaso del proceso de diálogo. 
BALANCE GENERAL 
DERECHOS HUMANOS
El politólogo y sociólogo, Nicmer Evans, en su artículo de opinión dio su apreciación sobre el tema de los Derechos Humanos (DD-HH), titulándolo como “Cariaco, Barlovento, DD HH, OLP y Maduro”. Evans considera que el Gobierno está perdiendo la batalla en materia de DD-HH, por estar preocupado en el control del ejercicio del poder. Evans responsabilizó al gobierno del presidente Nicolás Maduro, por la complicidad habida por efectivos de la GNB ante el asesinato sistemático de más de 350 campesinos, hecho denunciado por el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora, así como también los casos de Cariaco y Barlovento donde resultaron muertos cerca de 21 personas y que tiene como principales responsables a soldados del Ejército y de la Guardia Nacional, esto a fin de descalificar las políticas gubernamentales que en materia de seguridad se han implementado y que nada tiene que ver con los valores del socialismo democrático y mucho menos con la doctrina de Hugo Chávez y que no ha dado resultados favorables para la nación.

GUERRA ECONÓMICA, PRODUCCIÓN
Para el columnista de opinión del diario El Nacional, Rafael Díaz Casanova, “el salario mínimo en Venezuela es un karma, ya que la terrible realidad que enfrenta nuestro país es parte del diseño de destrucción que desarrolla este pervertido régimen y sus secuaces”. Para sustentar sus señalamientos Casanova, manifestó haber frecuentado algunas empresas de servicio, donde se constató su mal funcionamiento, así como también desanimo por parte del trabajador, ausencia de motivación y posibles conatos de  confrontación entre el prestador de servicio y el solicitante, hecho que ha desarrollado varias aristas como: destrucción deliberada del aparato productivo nacional, perniciosos controles de precios, el absurdo control del precio de la moneda nacional, que no permitan que la calidad y la honestidad existan y no sean considerada.

DIÁLOGO NACIONAL 
Para el analista político, Oscar Hernández Bernalett las fuerzas políticas del país (Gobierno y oposición) no pudieron llegar a un acuerdo de diálogo porque no estaban preparados para eso, a su juicio, nunca existió un diálogo verdadero, porque para que un diálogo se dé deben estar presentes cuatro etapas las cuales son: Prediálogo, diálogo, negociación y verificación, y para él ninguna de las partes incluyendo los facilitadores cumplieron con los esos pasos indispensables que había que seguir para sacar a Venezuela de esta crisis y puntualizó que si el gobierno juega a negociar sin vocación, al final será el que pague el precio mayor.

SINTESIS DE ARTÍCULOS DE OPINIÓN
Cariaco, Barlovento, DD HH, OLP y Maduro / Nicmer Evans /El Nacional: Las masacres de Cariaco y Barlovento, sumados a tantos actos de violación de derechos humanos (DD HH), políticos y económicos, pone en evidencia que el gobierno está perdiendo la batalla por el control del ejercicio del poder y el monopolio de las armas.
Existen varias vertientes sobre quiénes son aquellos con la capacidad de violar los DD HH, pero de lo que si no hay duda es que cuando funcionarios del Estado utilizan sus armas y poder para violar los derechos al debido proceso y el derecho fundamental de la vida, estamos ante un acto flagrante de violación de los derechos humanos.
Los gobiernos con responsabilidad en la violación de DD HH, en favor de ellos, por lo general tratan de hacer énfasis en la responsabilidad individual de los funcionarios que abusan de su poder, pero cuando este abuso se hace en el marco de una política como la Operación para la Liberación del Pueblo (OLP), aun cuando no haya sido una instrucción de un superior, termina siendo parte de una política de gobierno porque es en el marco de ella que se ampara la acción, y eso quiere decir que la política deja espacios abiertos para que esto pase, y si es de manera reiterada, es evidente su complicidad.
Desde el asesinato sistemático de más de 350 campesinos con complicidad de funcionarios de la Guardia Nacional, denunciados por el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora, hasta los casos de Cariaco y Barlovento con aproximadamente 21 muertos en menos de un mes con responsabilidad directa de soldados del Ejército y de la Guardia Nacional, pasando por la desaparición de Alcedo Mora en Mérida por denunciar corrupción en Pdvsa, sin contar con los presos políticos opositores, reconocidos por el propio gobierno cuando actúa como un captor que libera a los secuestrados cuando le da la gana, y la violación flagrante de procesos judiciales en los casos de Numa Rojas (Maturín), Rodríguez León (Coro, ya en libertad condicional) y José Ramón López (Caroní), políticos y exalcaldes del chavismo, el gobierno de Maduro pareciera tener muchas cosas que explicar.
Pero hoy son jóvenes pescadores y campesinos las víctimas de acciones, en el marco de una política que nada tiene que ver con valores del socialismo democrático, y que aún menos tiene que ver con la doctrina de Hugo Chávez en esa materia.
En nombre de la inseguridad, y bajo condiciones de miseria salarial, militares asumen la seguridad ciudadana y ocurre lo que se dijo que pasaría: no se reduce la inseguridad y se incrementa la violación de DD HH de los pendejos, que terminamos pagando las incoherencias de políticas públicas de espaldas al pueblo que exige respeto a su dignidad.

El mal empleo en Venezuela / Rafael Díaz Casanova / El Nacional: El empleo en Venezuela es un karma. Nadie, o casi nadie, puede estar satisfecho del empleo que desempeña y mucho menos del salario que recibe por su actividad. Deducimos que esta terrible realidad es parte del diseño de destrucción que desarrolla este pervertido régimen y sus secuaces.
En estos días nos hemos visto obligados a frecuentar empresas de servicios en distintas esferas de la actividad nacional. Nos hemos enfrentado a realidades terribles: mal servicio, desgano en el trabajo, ausencia de motivación, casi que enfrentamiento entre el solicitante y el prestador del servicio. Hay excepciones.
Además, las empresas supervivientes a la destrucción están invadidas por ejércitos de gente que ni reciben un salario digno ni desempeñan una función que los pueda llenar de orgullo. La gran mayoría de los trabajadores tiene como función principal impedir (o dificultar) que otro de los trabajadores de su equipo ejerza alguna forma de corrupción, por ejemplo, que se robe unos reales.
El tema es muy complejo y tiene demasiadas aristas. La primera, sin lugar a dudas, viene dada por la destrucción deliberada del aparato productivo nacional. Íntimamente acompañada de los perniciosos controles de precios y de iniciativas que sufren nuestros empresarios supervivientes de las pocas actividades posibles.
El absurdo control del precio de la moneda nacional, que tiene rangos entre uno y más de 300 puntos multiplicadores, hace que el mejor negocio del mundo, mejor que el tráfico de estupefacientes, sea el del “bachaqueo” de dólares que a algún privilegiado, miembro de la pandilla, se le “otorguen” a la tasa “oficial” y los pueda vender en el mercado “paralelo” “negro” o “innombrable”. No importa si hace falta importar comida vencida que se termine de podrir o medicinas a punto de caducar y de dudosa procedencia, o se traigan vacas flacas declaradas muy gordas y que apenas salen de su destino, se ahogan. Es decir, la calidad y la honestidad no existen, no son variables a considerar.
No podemos dejar pasar la situación de las empresas públicas, especialmente la de su mascarón de proa. Pdvsafue, hace cuatro lustros, una de las mejores empresas petroleras del mundo. Desde la venezolanización y nacionalización de la industria, diseñada y comandada por el excepcional ingeniero y militar Rafael Alfonso Ravard y continuada por profesionales de la mejor calidad y desempeño. La empresa era una de las mejores del mundo con una nómina de 42.000 trabajadores y desde aquel maldito pitico que robo las prestaciones y despidió a 20.000 trabajadores que eran el núcleo de la actividad que significaban más de 330.000 años de experiencia; ellos fueron sustituidos hasta hoy por una nómina de 172.000 empleados, cuyo activo principal es que casi todos son fichas del PSUV. Qué desgracia y cuánta vergüenza.
La mayoría de aquellos 20.000 venezolanos que son hoy empleados muy importantes de empresas petroleras mundiales y que se han mantenido en Venezuela, están sobreviviendo y defendiéndose con iniciativas y empresas de otra escala.
Las oficinas públicas, que generalmente atienden a la ciudadanía con la peor de las ganas, están llenas de personal de muy poca utilidadque tienen dos funciones: empujar papeles e impedir el mejor desempeño de su oficina. Además, parece que disfrutan mucho la desesperación y la frustración de sus conciudadanos-clientes. Naturalmente, todas ellas reciben un salario mínimo y un cestaticket que apenas les permite no morirse.
Venezuela requiere de una reformulación, de un reinventarse, de un reflotamiento, donde la calidad, el buen desempeño y, como consecuencia, los buenos trabajos y los salarios dignos sean lo cotidiano, lo normal y lo merecido. El trabajo por venir no es fácil, hace falta el concurso de todos.
Dialogó sin diálogo / Oscar Hernández Bernalette / El Nacional: Cuando leímos que el alcalde Carlos Ocariz, había expresado que el gobierno no había cumplido con las condiciones pactadas durante el encuentro del 11 y 12 de noviembre y que la oposición había cumplido con todo lo acordado, confirmamos lo que habíamos planteado en esta misma columna, que “era evidente que las fuerzas democráticas no podían estar preparadas para iniciar un proceso de diálogo”.
El proceso fracasa, precisamente, porque nunca existió diálogoNinguna de las partes, incluyendo los facilitadores, cumplieron lo que también señalamos como los pasos indispensables que había que seguir si, efectivamente, se quería que el gobierno y la oposición alcanzaran la implementación de acuerdos apropiados para sacar a Venezuela de esta crisis.
Se omitieron, para desventaja de la oposición, una ruta obligatoria para que los resultados del proceso fueran creíbles y verificables. Indicamos que el montaje de la escena necesitaba pasar por cuatro etapas, cada una importante y progresiva: 1) prediálogo (evalúa la voluntad real de las partes), 2) el diálogo (desarrolla una agenda de largo aliento), 3) negociación (ponen en la mesa sus requerimientos y logran acuerdos), 4) verificación (se dan un plazo para que se confirme lo acordado). La ausencia de esta metodología, clásica pero diáfana, colocó ese proceso precisamente ante la frustración que indica Ocariz.
Precisamente, es en la primera etapa en la cual las partes en conflicto descubren la sinceridad del acercamiento. El fracaso de una gestión de esa naturaleza para los negociadores y facilitadores no es como cuando se frustra una compra-venta, es la ventana que queda abierta para una escalada conflictiva de mayor envergadura.
Insisto en que todos perdemos ante un fracaso del diálogo y la negociación. Pero, sin duda, si es el gobierno el que juega a negociar sin vocación, al final será el que pague el precio mayor
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