ÉPALE 232 PARA VIVIR
POR VÍCTOR VILLASMIL •  VICTORVILLASMIL@OUTLOOK.COM
 ¿Existe una cura o tratamiento que pudiese ser efectivo contra el cáncer? Dicho de otro modo, ¿existe alguna esperanza para las personas a las que han diagnosticado cáncer que no esté basada en los tratamientos tradicionales como la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía?
La medicina nos dice que los tumores son causados por el crecimiento descontrolado de las células cancerosas, producto de una mutación sin causas bien definidas. Se centra en atacarlo con tratamientos que abordan el tumor, es decir, el síntoma y no la causa, como la quimioterapia o radioterapia; transformando la cura, casi siempre, en algo que empeora la enfermedad.
El Dr. Otto Warburg nos dice que la mutación sucede por la existencia de un ambiente ácido y carente de oxígeno en el organismo. El Dr. Tullio Simoncini afirma, según su experiencia, que el cáncer no es más que la misma Candida albicans, cuando el ataque del hongo sucede por debajo del epitelio de los órganos y entonces el sistema inmune lo combate y aísla de esa manera.
La Dra. Hulda Clark, famosa investigadora australiana, en su libro Cura y prevención de todos los cánceres, establece que el cáncer es la conjunción de una serie de eventos y condiciones en el organismo, dentro de los cuales se incluye la existencia en el cuerpo de ferrocianida, de cientos de sustancias tóxicas y radioactivas como el polonio y el cerio; de un órgano o glándula debilitada por la presencia interna de parásitos, de productos químicos provenientes de los alimentos (ácido clorogénico y floridzina); de parásitos, oncovirus y, concretamente, de las bacterias clostrídium y Fasciolopsis buski; de agentes alquilantes provenientes de la cebolla, el ajo y la mostaza; y por la carencia de nutrientes, vitaminas y minerales, especialmente de vitaminas C y D, potasio, magnesio, selenio y germanio.
Entonces, una terapia que incluya un proceso de desintoxicación; que extraiga del organismo las sustancias radioactivas, toxinas y metales pesados; que desinfecte y elimine la Candida albicans, así como los parásitos, bacterias y oncovirus involucrados en la formación tumoral; que corrija en la dieta del paciente las deficiencias de yodo y de todos los minerales que requiere el metabolismo y el sistema inmunológico; que elimine el consumo de alimentos agresores y acidificantes, que son el primer eslabón en esta cadena de acontecimientos y, en consecuencia, que alcalinice el organismo eliminando la acidosis y restaurando el balance y correcto metabolismo celular; entonces, definitivamente, sería una terapia altamente exitosa que prevendría, detendría o evitaría el retorno de un tumor canceroso.

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