Liber Nan
Foto: Eddy Pacheco
Zulia Fútbol Club estaba por jugar uno de los encuentros más importantes de su trayectoria, hasta ese momento, la ida de la final de la Copa Venezuela. Pero una llamada de un apostador intentó llevar a la oncena zuliana a la derrota.
"Un día antes del primer partido histórico del Zulia Fútbol Club, lo que era la final de la Copa Venezuela. En las horas previas a ir a la concentración, noto que mi teléfono repica, era una llamada de un número internacional. No sabía de qué país era, me pareció bastante extraño porque, hasta ese momento, no había recibido una llamada de esa magnitud", Henry Palomino, uno de los capitanes de aquel Zulia FC del años 2016, relató a PANORAMA, detalle a detalle, cómo ocurrió el ofrecimiento de un soborno para perder por el título de Copa Venezuela.
"En ese momento me habla una persona con acento español":
- ¿Tú nombre es Henry Palomino?
- Sí, soy yo.
- ¿Eres uno de los referentes del club?
- Si usted llama a Henry Palomino es porque lo sabe.
- Tengo una propuesta para ti, muy interesante.
"Pensando que era una propuesta para jugar en el fútbol extranjero, le pedí que me la explicara": expuso el volante que pasó ocho años en el equipo zuliano.
La conversación continuó:
- Yo soy un apostador, trabajo y vivo de eso, quiero que recibas algún dinero.
- ¿A cambio de qué?
- Quiero que recibas mil dólares por el partido de mañana.
- ¿Por qué voy a recibir ese dinero?
- En total te voy a dar 10.000 dólares. Pero mañana mismo antes del partido te voy a hacer llegar al camerino 1.000 dólares y después del juego 9.000 de los verdes. Pero yo quiero que tú tires para atrás el partido, que pierdas la final de Copa Venezuela.
"Obviamente que por mi recorrido, mi experiencia, por siempre anhelar jugar una final con la institución y darle un cupo internacional, le dije: Usted está equivocado, llamó a la persona equivocada y le agradezco que no vuelva a llamarme porque no me presto para esas situaciones. Soy una persona correcta, siempre lo he sido y hoy que estoy a punto de lograr algo grande para el club, no voy a venderme por dinero ni por nada en el mundo. Prefiero mantener mi dignidad".
El apostador siguió con la insistencia.
- Pero, ¿qué posibilidad hay que convenzas a algunos de tus compañeros?
- Usted está equivocado. Le repito, llamó a la persona incorrecta para ese tipo de negociaciones y no voy a prestarme a decirle a mis compañeros que las hagan.
"Cuando vio que conmigo no consiguió ningún tipo de negociación me dijo que lamentaba haberme molestado. Que me iba a estar llamando en ciertas ocasiones pero le respondí que no me molestara que conmigo no iba a conseguir nada. Gracias a Dios nunca lo volvió a hacer".
Desde el exterior, alguien tiene el suficiente poder de influencia para conseguir números de teléfono de los jugadores. Además, es capaz de hacerle llegar, de alguna manera, los codiciados billetes verdes a los profesionales del balón en Venezuela. “Me imagino que son personas que tienen trabajadores aquí, a nivel nacional”, analizó el jugador de 34 años.
"Lo primero que hice fue contarle al grupo. Nosotros teníamos un grupo de Whatsapp donde conversábamos (...) De una vez le informé a todos mis compañeros, les planteé, todo lo que estaba pasando, que no fueran a caer en ningún tipo de negociaciones sucias", indicó el marabino, uno de los de mayor experiencia de aquel plantel. "Les dije que era algo que se estaba dando, la compra y venta de los partidos, les hice saber a mis compañeros lo grande que podíamos llegar a ser siendo campeones, era algo histórico para el equipo y para el Estado. Por primera vez se iba a conseguir una Copa Venezuela, entonces, gracias a Dios mis compañeros entendieron el mensaje".
Tras la charla a través de los celulares. Ese día, volvieron a hablarlo en el hotel de concentración en Caracas. "Después de la charla técnica del profesor (César "Champion" Marcano), le volví a hablar a los muchachos, hicimos un compromiso entre todos (...) El capitán en ese momento era Giovanny Romero, él alzó su voz y le manifestó a los muchachos que no se dejaran tentar por personas ajenas. Él me ayudó", afirmó.
"Supimos confrontar eso. En este país, 10.000 dólares es un montón de dinero. Luego me dirigí al profesor “Champion” Marcano. Me dio las gracias, me dijo que era uno de los jugadores que la institución merecía. Después también se lo hice saber al propietario Domingo Cirigliano".
El “Buque Petrolero” empató ese encuentro sin goles en el estadio Nacional Brígido Iriarte contra Estudiantes de Caracas. En la vuelta ganaron 2-0 con goles de Jesús González al minuto 16’ y Brayan Palmezano al 43’.
"No sé si llamarían a alguno de mis compañeros pero sé que ninguno lo aceptó porque todos nos concentramos en el objetivo", aseguró Palomino quien disputó los 180 minutos de esa final.
Este hecho demuestra que los intentos de sobornos en el fútbol criollo no solo se han dado en el Torneo Apertura 2017, sino también en 2016. Y nadie descarta que hayan ocurrido antes.
"Noté a ese español con suma experiencia, no lo escuché tembloroso ni nada, vi que sabía mucho de ese tipo de negocios y ya estaba acostumbrado", especificó el mediocampista que para este año jugó la Copa Libertadores con el "Buque Petrolero" y ya busca nuevo rumbo. "Salí del Zulia por mutuo acuerdo. Me voy contento porque conseguí los objetivos, campeonatos, y ahorita estoy con negociaciones con otros clubes de Primera División pero aún no he concretado nada".
"Gracias a Dios no acepté nada, se dieron las cosas y conseguimos ese primer título. Estoy súper orgulloso, para mí, lo más fructífero fue obtener los título y jugar una copa internacional".
Así intentan desde el exterior influir en los resultados del fútbol venezolano, incluso en las finales.
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