Caracas, 29 de octubre de 2014.- Jhonny José Padilla, uno de los implicados en el asesinato del diputado revolucionario Robert Serra y su compañera María Herrera, se entregó a las autoridades y se encuentra tras las rejas aportando información sobre los autores intelectuales y el resto de los responsables materiales del crimen, informó este martes el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Durante el acto de graduación de 78.000 egresados de las misiones educativas, celebrado en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, el mandatario indicó que las investigaciones y la presión de los cuerpos de seguridad del Estado lograron que Padilla se entregara.
Precisó que del grupo de cuatro presuntos asesinos que atacaron el pasado 1º de octubre a Serra y Herrera en su residencia, ubicada en La Pastora, Caracas, sólo resta capturar a Leiver Padilla Mendoza (conocido como El Colombia) y Hermes Palomino Fariñez , jefe y sub jefe de la banda paramilitar, a quienes los exhortó a entregarse a las autoridades.
También apuntó que los funcionarios policiales tienen órdenes expresas de capturarlos con vida, con lo que se garantiza avanzar en las investigaciones hasta capturar a los autores intelectuales de la muerte de los jóvenes revolucionarios.
Entre las dos personas detenidas se encuentra el jefe de escoltas de Serra, Edwin Torres Camacho, quien confesó los nombres de los implicados miembros de la banda paramilitar de "El Colombia" y que el crimen fue planificado por tres meses, tiempo en el que Leiver Padilla Mendoza realizó una persecución detallada para registrar la cotidianidad de Serra.
"Personalmente he estado detrás de la investigación del caso de la muerte de nuestro joven mártir. Vamos a hacer justicia y vamos a capturarlos a todos, los autores materiales e intelectuales, sean de este país o del país que sea. El crimen de Serra no va a quedar impune", enfatizó el presidente.
Expresó: "Más temprano que tarde me sentaré frente a ustedes y le mostraré esclarecido el caso del asesinato de Robert Serra, para que Venezuela pueda reflexionar a la luz sobre los hechos".
Sobre Camacho, el jefe de Estado dijo que es un caso que llama a la reflexión, puesto que se trata de un joven "a quien la Revolución de dio estudios, trabajo y profesión", así como a aquellos jóvenes policías que han resultado implicados en el hecho."Preguntémonos cómo es que un grupo de paramilitares viene y es capaz de captar (a estos jóvenes), comprarlos y los pusieron a planificar algo terrible para los que amamos la vida", agregó.
En este sentido, manifestó que impulsará "con mucha fuerza una verdadera revolución policial", a fin de transformar los cuerpos policiales del país bajo una nueva ética del poder.
"Yo quiero hacer una revolución ética, profunda para que tengamos un país honesto, basado en el trabajo, en el respeto a la vida y que superemos los antivalores del capitalismo que llevan a este hecho y otros hechos (como el asesinato de Serra y Herrera)", exclamó.
Maduro subrayó que el país es escenario de dos mundos en batalla: "Los viejos antivalores capitalistas, de la llamada viveza criolla, que es realmente el ladronaje, y los nuevos valores del trabajo, del respeto al pueblo y a la comunidad, de la honestidad".
"Tenemos que iniciar una gran cruzada para eliminar los antivalores del culto al dinero, a las armas, a las drogas, a la riqueza fácil, y transformarlo con el culto al trabajo, al respeto, al amor, a la vida. Esa es la revolución más profunda que debemos hacer, la espiritual, del amor", recalcó.
Durante el acto de graduación de 78.000 egresados de las misiones educativas, celebrado en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, el mandatario indicó que las investigaciones y la presión de los cuerpos de seguridad del Estado lograron que Padilla se entregara.
Precisó que del grupo de cuatro presuntos asesinos que atacaron el pasado 1º de octubre a Serra y Herrera en su residencia, ubicada en La Pastora, Caracas, sólo resta capturar a Leiver Padilla Mendoza (conocido como El Colombia) y Hermes Palomino Fariñez , jefe y sub jefe de la banda paramilitar, a quienes los exhortó a entregarse a las autoridades.
También apuntó que los funcionarios policiales tienen órdenes expresas de capturarlos con vida, con lo que se garantiza avanzar en las investigaciones hasta capturar a los autores intelectuales de la muerte de los jóvenes revolucionarios.
Entre las dos personas detenidas se encuentra el jefe de escoltas de Serra, Edwin Torres Camacho, quien confesó los nombres de los implicados miembros de la banda paramilitar de "El Colombia" y que el crimen fue planificado por tres meses, tiempo en el que Leiver Padilla Mendoza realizó una persecución detallada para registrar la cotidianidad de Serra.
"Personalmente he estado detrás de la investigación del caso de la muerte de nuestro joven mártir. Vamos a hacer justicia y vamos a capturarlos a todos, los autores materiales e intelectuales, sean de este país o del país que sea. El crimen de Serra no va a quedar impune", enfatizó el presidente.
Expresó: "Más temprano que tarde me sentaré frente a ustedes y le mostraré esclarecido el caso del asesinato de Robert Serra, para que Venezuela pueda reflexionar a la luz sobre los hechos".
Sobre Camacho, el jefe de Estado dijo que es un caso que llama a la reflexión, puesto que se trata de un joven "a quien la Revolución de dio estudios, trabajo y profesión", así como a aquellos jóvenes policías que han resultado implicados en el hecho."Preguntémonos cómo es que un grupo de paramilitares viene y es capaz de captar (a estos jóvenes), comprarlos y los pusieron a planificar algo terrible para los que amamos la vida", agregó.
En este sentido, manifestó que impulsará "con mucha fuerza una verdadera revolución policial", a fin de transformar los cuerpos policiales del país bajo una nueva ética del poder.
"Yo quiero hacer una revolución ética, profunda para que tengamos un país honesto, basado en el trabajo, en el respeto a la vida y que superemos los antivalores del capitalismo que llevan a este hecho y otros hechos (como el asesinato de Serra y Herrera)", exclamó.
Maduro subrayó que el país es escenario de dos mundos en batalla: "Los viejos antivalores capitalistas, de la llamada viveza criolla, que es realmente el ladronaje, y los nuevos valores del trabajo, del respeto al pueblo y a la comunidad, de la honestidad".
"Tenemos que iniciar una gran cruzada para eliminar los antivalores del culto al dinero, a las armas, a las drogas, a la riqueza fácil, y transformarlo con el culto al trabajo, al respeto, al amor, a la vida. Esa es la revolución más profunda que debemos hacer, la espiritual, del amor", recalcó.
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