*Miguel Ugas
Por sus últimos procederes, pareciera que todo indica que la dirección de la oposición ha optado por el Referéndum como mecanismo-señuelo para salir de Nicolás Maduro de la presidencia de la República.
Fórmula mágica fracasada
Ya han quedado en el cesto del olvido todas las otras iniciativas que en su oportunidad, con muchas fanfarrias, presentaran ante el país Ramos Allup y Chúo Torrealba, como fórmula mágica, para propiciar el ansiado deseo de que Maduro saliera de Miraflores, enmarcadas en el lapso de los seis meses que con su voz aflautada, trazara el guasón presidente de la Asamblea Nacional; tanto la renuncia forzada del Presidente como la enmienda constitucional para el recorte del período presidencial han sido desechadas dada la concluyente y persuasiva realidad política del país: ni Maduro estuvo ni está dispuesto a renunciar a sus responsabilidades y el recorte presidencial es aplicable, sólo, a partir del próximo período constitucional.
De manera, que les queda el instrumento del Referéndum, según lo previsto en los artículos 72 y 233 de la CRBV, aún cuando llama la atención que si realmente querían concretarlo han debido plantearse su activación desde el 10 de enero del presente año, cuando se cumplía la mitad del mandato constitucional del actual Presidente, de tal forma de actuar conforme con los lapsus y normas pautadas en el Texto Fundamental y en el Reglamento del 2007 que rige la convocatoria del Referéndum a nivel presidencial.
Pero no, no lo hicieron así, que era lo que cualquier constitucionalista, sin ser tan avezado como la pléyade de “sesudos y sabihondos” juristas que integran las filas opositores, les hubiese indicado, ya que si el Referéndum se realizaba luego del 10 de enero de 2017, que es lo que cuadra, en las actuales circunstancias, por el tiempo y necesidades técnicas que conlleva su preparación, cualquiera fuese el resultado referendario, le correspondería al Vicepresidente de la República culminar el período constitucional.
Guión yanqui
De allí, que, la manera equívoca como la oposición ha manejado este complejo asunto, nos lleva a la directa inducción de que la convocatoria del Referéndum Presidencial no es más que un señuelo de la oposición venezolana, para intentar movilizar a sus adeptos, en función del plan real que la motiva y condiciona que, no es otro, sino el guión que le ha sido trazado desde el Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de su brazo operacional para esta parte del mundo, el Comando Sur, que tiene pautada para Venezuela la Operación Freedom 2 (Operación Libertad Venezuela) que en 12 pasos, en plena ejecución, contempla toda una hoja de ruta que debería concluir, entre los meses de julio y agosto próximos, en la Salida del Presidente Maduro de Miraflores y en el truncamiento abrupto del proceso bolivariano.
Esa es la aspiración yanqui, el trofeo que quiere llevarse Obama, de este Continente, al concluir su Presidencia Imperial, con lo cual se facilitaría retomar el proyecto imperialista del ALCA, mecanismo hegemonicista de subyugamiento global que el imperialismo tiene concebido para América Latina y que, oportunamente, fue contenido por Kirchner (Argentina), Lula (Brasil) y, sobre todo, por Chávez (Venezuela), en 2005; precisamente los tres países que últimamente han estado sometidos a la mayor flagelación injerencista estadounidense. Siendo primordial en el propósito imperialista, en el caso venezolano, volver a tener bajo su control las ingentes riquezas nacionales y el lograr cercenar lo que ha significado la Revolución Bolivariana como ejemplo redentor e inspirador para los pueblos nuestroamericanos y del mundo en general.
Guión imperialista que ha sido denunciado por distintas vías y que, sin embargo, se ha venido cumpliendo al pie de la letra, con el tinglado que ha montado el imperialismo tanto a nivel internacional, apuntalado en su dispositivo mediático, y en la amplia pléyade de agentes lacayos que como Uribe Vélez y Almagro, les sirven de comparsas propiciando la intervención imperialista en nuestro país, apelando a subterfugios como la pregonada aplicación de la Carta Democrática de la OEA como preámbulo para declarar una crisis humanitaria que justifique la intervención exterior armada para lo cual ya tienen, evidentemente, prestas las bases militares gringas que circundan el territorio nacional. En todo ello gravita el propósito de ir propiciando, a nivel de la opinión pública mundial, un ambiente asimilador de las criminales intencionales que tienen programadas en contra de la nación y del pueblo venezolano.
Y a nivel nacional, la agudización de la compleja situación interna que se expresa en la guerra económica, ampliamente padecida aunque sectores empresariales y académicos se empeñan en negarla; en la inseguridad acrecentada por la repotenciada acción de bandas criminales y de células paramilitares colombianas sembradas en sitios estratégicos del país; y junto con ello las vicisitudes con la prestación de servicios públicos, particularmente, con la electricidad en la que se combinan los imponderables naturales con el saboteo criminal.
Resistencia chavista
Todo un caldo de cultivo que no termina de cuajar, por un lado, porque hasta ahora la paraoposición no ha tenido capacidad de movilización masiva a pesar de los votos obtenidos el 6D, por ello en su desesperación, porque el tiempo programado llega a su término, intentan soliviantar al pueblo con nuevas acciones insurreccionales guarimbéricas y, por otro lado, porque el gobierno de Maduro ha evidenciado una firme disposición de resistir a los embates desestabilizadores con la movilización permanente del pueblo bolivariano y la cada vez más sólida unión cívico militar sin que ello implique descuidar las funciones que les corresponde como gobierno serio, responsable y chavista. Como instruyó el maestro Sun Tzu, hace más de dos mil años, averigua los planes del enemigo y sabrás como enfrentarlo.
--
@macomunitarios
Medios Alternativos y Comunitarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario