La popular actriz Jennifer Aniston recibió ayer miércoles un duro golpe emocional con la muerte de su madre, la modelo e intérprete Nancy Dow, a los 79 años como consecuencia de un continuo deterioro en su salud que, en los últimos tiempos, le impidió incluso caminar y hablar con normalidad.
Según la revista In Touch, la protagonista de ‘Friends’ visitó a su madre el pasado día 12 de mayo, primera vez en cinco años siendo plenamente consciente de su débil estado físico, un encuentro con el que habría tratado además de pasar página y enterrar así el largo historial de confrontaciones y hostilidad mutua que habrían definido tradicionalmente su relación.
“Jennifer se dio cuenta de que, más allá de los problemas que ha tenido con su madre, era importante verla una vez más antes de que muriera. Para ella era importante despedirse y dejar el pasado atrás para encontrar la paz”, reveló a la mencionada publicación una fuente cercana a la artista.
Aunque la actriz californiana nunca ha querido ofrecer demasiados detalles sobre el trato que mantenía con su mamá, hace solo unos meses sí que dejaba entrever que las expectativas que su madre tenía sobre su carrera profesional habrían jugado un papel significativo en la erosión del vínculo entre madre e hija.
“Mi madre siempre ha sido muy crítica conmigo, especialmente en lo relativo al terreno profesional. Ella era una modelo muy guapa, impresionante, y la verdad es que yo nunca logré llamar la atención de la misma forma en que lo hacía ella. Pero estoy bien, conseguí superar todo aquello”, explicó Jennifer al portalHollywood Reporter.
La fallecida Nancy Dow publicó en el año 2009 un libro biográfico sobre su hija en el relataba sin tapujos algunos de los episodios más conflictivos que había vivido con la estrella televisiva, publicación de la que Jennifer Aniston prefirió no pronunciarse en ninguna de sus entrevistas posteriores.
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