lunes, 11 de diciembre de 2017

INFORME DE OPINADORES




Fuente: A.E. (07:36 HLV)




  – 11.12.2017 

TEMAS ABORDADOS

TEMA: SISTEMA ELECTORAL - CARNET DE LA PATRIA
MATRICES: VIOLACIÓN DERECHOS POLÍTICOS, VOTO COMO EXTORSIÓN, CARNET DE LA EXTORSIÓN, DICTADURA
TEMA: DIÁLOGO GOBIERNO - OPOSICIÓN
MATRICES: CRISIS ECONÓMICA, HIPERINFLACIÓN Y SANCIONES, NEGOCIACIÓN OBLIGADA, EVENTUAL NEGOCIACIÓN y ACUERDOS
TEMA: CORRUPCIÓN
MATRICES: FENÓMENO ENDÉMICO, LUCHA ANTICORRUPCIÓN
TEMA: CRIPTOMONEDA  - PETRO
MATRICES: PETRODÓLAR DIVISA FANTASMA, CRIPTOMONEDA  FUNDADA EN MINERALES


BALANCE GENERAL

Editorial  (El Nacional): (…) el más básico y evidente de los derechos ciudadanos, el derecho al voto, ha entrado en fase de mayor peligro: se ha convertido en instrumento de una extorsión. (…) Violando la Constitución y las leyes, han declarado distintos representantes de la dictadura de Nicolás Maduro que no habrá elecciones (…) a menos que los gobiernos de otros países y organismos multinacionales levanten las sanciones en contra de personas y empresas delincuentes. (…) Esto hay que denunciarlo: el gobierno extorsiona a los venezolanos, a diario y en todas partes. Maduro ha dicho que todo se hará en Venezuela con el carnet de la patria. El plan es que, en el escenario de una elección, el acto de votación se realizaría con el carnet de la extorsión y no con la cédula de identidad.
Luis Vicente León: (El Universal): Luce evidente que el gobierno está en la mesa porque necesita resolver los inmensos problemas económicos que lo agobian. Frente a una hiperinflación inevitable y sanciones que le restan margen de maniobra, podría estar dispuesto a entregar algunas cosas, pero es claro que nunca su cabeza. La probabilidad de llegar a acuerdos económicos es muy superior a la de obtener acuerdos políticos. (…) No me cabe la menor duda que frente a estas circunstancias, la mejor opción es una negociación, por antipática e injusta que resulte.
Maryclen Stelling (Últimas Noticias): (…) La corrupción en tanto fenómeno endémico de la sociedad venezolana, ha sido recientemente reconocida por las autoridades, quienes, en un contexto preelectoral, han emprendido a través de la Fiscalía una suerte de razzia petrolera anticorrupción. (…) asombra la facilidad, permisividad y falta de control sobre los acuerdos corruptos en todas sus fases. (…) La lucha anticorrupción debe entenderse como un profundo cambio cultural dirigido a la ética de la gestión, la transparencia y el diseño de políticas de Estado, con la participación de la sociedad.
Luis Britto García (Últimas Noticias): (…) el sistema monetario mundial se apoya en el petrodólar, divisa fantasma cuyo único respaldo es la intimidación bélica ejercida por Estados Unidos sobre los países productores de hidrocarburos. Todos los sistemas monetarios del planeta se fundan en este fraude. (…) Así como la cosa fue sustituida por el metal precioso y éste por el papel moneda, el billete es suplantado por información: tarjetas de crédito o de débito y transferencias no son más que vehículos portadores de bits, señas, signos, símbolos. ¿Bastará afirmarlo para que representen el Bloque de Oro, o las reservas de minerales de Venezuela? El petro debe estar fundado sobre una promesa creíble de redención en valores concretos y un sistema que impida tanto su falsificación como una desenfrenada multiplicación que sería en realidad una división infinita. Pronto no habrá más quepetros, o criptomonedas sin petróleo.

EXTRACTOS DE LOS ARTÍCULOS DE OPINIÓN
EDITORIAL:  Las sanciones y el derecho a elecciones el delito de extorsión   (El Nacional) 11 de diciembre de 2017 12:31 am
Este es un momento que exige, con todos los recursos a disposición, una vasta campaña política y de comunicación que recuerde dentro y fuera de Venezuela que el más básico y evidente de los derechos ciudadanos, el derecho al voto, ha entrado en fase de mayor peligro: se ha convertido en instrumento de una extorsión.
Esa necesaria campaña debería ser unánime: todos, sin excepción, los demócratas deberían abocarse a ella. Todas las organizaciones de la sociedad civil, especialmente los partidos políticos, y particularmente los asesores, políticos y parlamentarios que están participando en las negociaciones, están en la obligación de recordar, en voz muy alta, que las elecciones son un derecho consagrado en la Constitución: el más fundamental e insoslayable, el principio rector de la aspiración democrática.
Violando la Constitución y las leyes, han declarado distintos representantes de la dictadura de Nicolás Maduro que no habrá elecciones –declaración que es un retrato de la ruindad y la desesperación–, a menos que los gobiernos de otros países y organismos multinacionales levanten las sanciones en contra de personas y empresas delincuentes.
Esa declaración, con descaro extremo, vuelve a poner de bulto que el Consejo Nacional Electoral es un órgano partidista, que los poderes públicos son inseparables de la camarilla que pretende permanecer en el poder por tiempo ilimitado, que la dictadura de Maduro carece de escrúpulos, que en Venezuela la oligarquía gobernante viola la ley sin rubor ni contrapeso alguno.
La cuestión es que la pretensión del gobierno, de que se levanten las sanciones, no es potestad de la oposición democrática: ni puede decretar las sanciones ni tampoco lo contrario. El anuncio del gobierno es otra prueba más de su crasa ignorancia de las leyes, del derecho internacional y de cómo funcionan las instituciones.
Es importante recordar y repetir que las sanciones no fueron causadas por motivos políticos ni ideológicos. Ni tampoco, como intentan promover, que son sanciones contra Venezuela. Son respuestas a una serie de actos delictivos de carácter penal –es decir, señalan a personas específicas–, como violaciones de los derechos humanos –asesinatos, torturas, represión desproporcionada–, asociación o participación en actividades de narcotráfico, lavado de dinero proveniente de la corrupción, así como otras graves causas, que son perseguidas y castigadas en el mundo entero. Las sanciones no van dirigidas en contra de un país ni de un pueblo, ni de unas supuestas vocaciones políticas: castigan a unos delincuentes que no representan al país, sino lo contrario: son, buena parte de ellos, activistas de la destrucción, de la ruina, el hambre y la enfermedad en Venezuela.
Muchos de los delitos cometidos por estos funcionarios, en particular los que han sido consignados en la Corte Penal Internacional, son imprescriptibles. Significa que, tarde o temprano, los responsables, a lo largo de toda la cadena de mando, de las muertes y los heridos durante las protestas, los ataques a personas indefensas, la destrucción de propiedad privada, las torturas a los presos políticos pagarán por los delitos cometidos.
El planteamiento del gobierno tiene un nombre: delito de extorsión. Por una parte, roba un derecho constitucional, y, a continuación, pretende cambiarlo por la eliminación de las sanciones, como si ellas tuviesen un carácter político y no estrictamente penal.
Mientras algunos voceros exponen públicamente sus ilusiones en los posibles resultados que podría arrojar la reunión del próximo 15 de diciembre, en Venezuela la política de extorsión avanza: no hay comida para quien no tenga carnet de la patria. Esto hay que denunciarlo: el gobierno extorsiona a los venezolanos, a diario y en todas partes. Maduro ha dicho que todo se hará en Venezuela con el carnet de la patria. El plan es que, en el escenario de una elección, el acto de votación se realizaría con el carnet de la extorsión y no con la cédula de identidad.
Quienes asisten al diálogo como voceros de la Asamblea Nacional y de la oposición democrática deberían sumar de inmediato un punto en su agenda: la eliminación inmediata de ese programa masivo de extorsión que es el carnet de la patria.

LUIS VICENTE LEÓN:   Negocio o no negocio política o economía (El Universal) 10 de diciembre de 2017 05:02 AM
Hemos hablado sobre la negociación política desde la perspectiva de lo que busca la oposición: reinstitucionalizar al país y restablecer la democracia. Lo que necesita para lograrlo es otra historia. Tendría que tener algo tan poderoso como para obligar al gobierno a ceder en el rescate de instituciones y derechos que él mismo ha bloqueado para permanecer en el poder.
La palabra clave es: poder de negociación, que significa lo que tiene en la mano para presionar o estimular al otro a entregarle lo que quiere o necesita. Estoy hablando del hecho concreto de que eso que es suyo y necesita, no está en sus manos sino en las del otro y para conseguirlo o se lo arrebata (y quien diga que esa es la vía tiene que indicar cuál es la relación de fuerzas en términos de armas, recursos, organización de choque, control de masas, líderes y disposición a morir y matar para lograrlo) o negocia para que se lo entreguen y tendrá que dar algo suyo a cambio y garantizarle al adversario su futuro en paz. Es así de simple, nos guste o no.
En las primeras de cambio, la oposición intentó presionar al gobierno a entregarle un todo o nada… y obviamente falló, pues el otro, siendo más fuerte (hablo de fuerza bruta), estaba dispuesto a defenderse como fuera, sin límites. Ahora, más madura, la oposición intenta un proceso de negociación, con expectativas más limitadas, debilitada por sus derrotas previas, la fractura de sus miembros y la ausencia de interlocutores sólidos, pero remozada por el endoso de credibilidad de un grupo de profesionales respetados que han ofrecido ayudarla, asumiendo riesgos personales relevantes (el equipo asesor de la MUD al que envío todos mis respetos y solidaridad) y el importantísimo poder derivado de la presión internacional.
Entonces, ¿vamos hacia el mismo resultado o hay opciones nuevas? La respuesta depende de cuál es el objetivo que se plantee ahora.  Si el éxito se mide en función de la capacidad de la oposición de lograr la salida de Maduro en breve, la respuesta es fácil: eso no va a pasar y el resultado será igual. Si en cambio, el objetivo es abrir espacios, liberar presos políticos, provocar un ajuste económico y caminar unos pasos hacia la reinstitucionalización, entonces los resultados podrían ser mejores que en el pasado.
Luce evidente que el gobierno está en la mesa porque necesita resolver los inmensos problemas económicos que lo agobian. Frente a una hiperinflación inevitable y sanciones que le restan margen de maniobra, podría estar dispuesto a entregar algunas cosas, pero es claro que nunca su cabeza. La probabilidad de llegar a acuerdos económicos es muy superior a la de obtener acuerdos políticos. El gobierno pudiera ceder para refinanciarse e incluso podría estar dispuesto a negociar algunos elementos de apertura económica para enfrentar la crisis, entre otras cosas porque esas medidas serán inevitables para él en el futuro y esta negociación podría incluso darle una excusa para aplicarlas y compartir los costos políticos del ajuste. Algunos podrían pensar que es mejor no darle esa plataforma y jugar a que explote. El problema es que la historia indica que los gobiernos no explotan linealmente por la crisis económica. El primer afectado es el pueblo y luego presiona al gobierno a asumir cambios, antes que cambiar de gobierno. Pero ese cambio económico en el gobierno, sin una vía de canalización de energías, como una negociación, lo lleva a endurecerse aún más en materia política y a hacer de la represión su vía natural de preservación del poder. No me cabe la menor duda que frente a estas circunstancias, la mejor opción es una negociación, por antipática e injusta que resulte.

MARYCLEN STELLING: Caja negra de la corrupción (Últimas Noticias) 10 diciembre, 2017 5:00 am 
La corrupción es un acto en el cual una persona por medios ilegítimos, logra un beneficio para sí o para terceros. De manera importante, en Venezuela este modo de hacer fuera de la ética y que transgrede la legalidad, ha devenido, sin embargo, en un proceder socialmente aceptado y prácticamente legitimado.
¿Se trata de un problema institucional? ¿Es producto de un vacío, de una deficiencia normativa? ¿Esta fatalmente incrustado en la cultura? ¿Por qué la pasividad de la propia sociedad? ¿Por qué si la corrupción era un secreto a voces, ha gozado de impunidad? ¿Por qué la facilidad, permisividad y ausencia de control sobre los acuerdos corruptos en todas sus fases? ¿Por qué la falta de mantenimiento y seguimiento? Combinación de factores que sin duda facilitaron la conformación y consolidación de las redes de corrupción que permean la estructura sociocultural del país.
La corrupción en tanto fenómeno endémico de la sociedad venezolana, ha sido recientemente reconocida por las autoridades, quienes, en un contexto preelectoral, han emprendido a través de la Fiscalía una suerte de razzia petrolera anticorrupción.
Las investigaciones, denuncias y sanciones han abierto la caja negra de las transacciones corruptas. Y todo aquello que está emergiendo, a la vez que satisface, asusta por sus dimensiones, por la libertad con la que pudieron actuar y la impunidad de la que han gozado. Brotan contratos y acuerdos corruptos; sobornos, tráfico de influencias, nepotismo, abuso de funciones, fraude y complicidad; malversación, blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito. Destacan los profesionales de la corrupción o corruptores profesionales que han hecho de tal quehacer su principal ocupación; asombra la facilidad, permisividad y falta de control sobre los acuerdos corruptos en todas sus fases.
La típica reacción, cuando se destapa la caja negra y salen a la luz pública escándalos de corrupción, es demandar más sanciones y un rígido sistema de controles. La situación exige valentía y honestidad en reconocer la extensión y profundidad del fenómeno de la corrupción en el país, que no se limita a la industria petrolera. A los nocivos efectos inmediatos de la corrupción, hay que añadir los graves daños que produce sobre la credibilidad del sistema político y la democracia.
La lucha anticorrupción debe entenderse como un profundo cambio cultural dirigido a la ética de la gestión, la transparencia y el diseño de políticas de Estado, con la participación de la sociedad.

LUIS BRITTO GARCÍA:  Petro (Últimas Noticias) 10 diciembre, 2017 5:25 am 
1 ¿Qué es la moneda? El símbolo del valor. ¿Puede no tener valor el propio símbolo que representa el valor? Sobre este enigma hubo encendidos debates a fines del siglo XVIII, cuando se comenzó a sustituir la moneda metálica por un sospechoso papel ni contante ni sonante, con el cuento de que podía ser canjeado por su equivalente en oro o plata por el emisor. Esta fábula ha dejado progresivamente de ser cierta. Desde los acuerdos de Breton Woods en 1944, los papeles moneda del mundo sólo tienen respaldo en otros papeles, que a su vez progresivamente reconocieron no tener respaldo alguno. Estados Unidos sobreimprimió billetes verdes para comprar al mundo, hasta que Nixon reconoció en 1974 que el dólar no tenía ningún respaldo. Desde entonces, el sistema monetario mundial se apoya en el petrodólar, divisa fantasma cuyo único respaldo es la intimidación bélica ejercida por Estados Unidos sobre los países productores de hidrocarburos. Todos los sistemas monetarios del planeta se fundan en este fraude.
2 Tras la muerte del Benemérito en 1935, el abogado, ingeniero, utopista y Príncipe Rosacruz Ramiro Navas solicitó ser designado Presidente por seis meses para hacer la felicidad de todos los venezolanos. Su plan era la sencillez misma: tras calcular que la riqueza de Guayana equivalía a un Bloque de Oro de cien metros por lado, proponía respaldar con él una colosal emisión de numerario para un vasto plan de obras públicas, que comprendía avenida Bolívar, autopista Caracas La Guaira, puentes sobre el Lago de Maracaibo y el Orinoco y sistema de esclusas para traer el mar a Caracas. La burla unánime ahogó sus ilusiones, mientras los gobiernos construían las titánicas obras que el Príncipe Rosacruz había programado.
3 Pasan tres cuartos de siglo y el mundo se pregunta cada vez más si símbolos sin respaldo pueden cambiarse por el valor real de todas las cosas. Según algunos especialistas, Sadam Hussein y Muammar Kadafi habrían sido asesinados porque planeaban crear sistemas monetarios respaldados por el indispensable petróleo y no por el quimérico dólar. Otros han atribuido al Sucre la sospechosa muerte de Chávez.
Así como la cosa fue sustituida por el metal precioso y éste por el papel moneda, el billete es suplantado por información: tarjetas de crédito o de débito y transferencias no son más que vehículos portadores de bits, señas, signos, símbolos. ¿Bastará afirmarlo para que representen el Bloque de Oro, o las reservas de minerales de Venezuela? El petro debe estar fundado sobre una promesa creíble de redención en valores concretos y un sistema que impida tanto su falsificación como una desenfrenada multiplicación que sería en realidad una división infinita. Pronto no habrá más que petros, o criptomonedas sin petróleo.
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