viernes, 29 de diciembre de 2017

Una escusa para la conversa con Javier Abreu



Por Lenín Pérez

Repica insistente en mi cabeza, esta mañana fría y desganada, la carcajada irreverente, festiva, siempre burlesca del poeta Javier Abreu, quien decidió marcharse al inmenso reino, seguramente para indagar qué tal la cosa por allá, por ese universo al que nunca le temió, y al cual le hacía carantoñas retadoras y -otra vez-, como él, irreverentes.

Había nacido en Caracas en 1955, pero acampó desde temprano en nuestra tierra mágica trujillana, uniéndose también en amistades, alma y tertulias a esa Maracaibo que lo acunó en los pasillos de Sociología en la Universidad del Zulia, en los bares y centros culturales en los que su imagen quedó indefectiblemente unida a la de las poetas Esther María Osses y Edna Medina Patrick.

De esos tiempos germina su libro Conversas con escusa (Ediluz. Maracaibo, 1989), breve muestra de su original tratamiento de la vida vertida en versos que con diafanidad y desparpajo conjugan una propuesta fresca, abrupta y sabiamente amorosa con la existencia y la poesía.

Detrás de ese fotoperiodismo que no lo llenaba y que no pasaba de ser un modus vivendi para el día a día, Javier se afanaba en dedicar el mayor número de momentos posible a su pasión por la fotografía artística, esa en la que afloraba su alta sensibilidad, ésta que se mimetizaba en desdén ante las notas sociales, los políticos fastidiosos y el amarillismo obligado de la página roja.

En esas guardias nocturnas que compartíamos en el Diario El Tiempo, o tratando de acortar los fines de semana en el Diario de los Andes con su infaltable Marboro Rojo, cuántas veces me desveló Javier esa pasión suya por los claroscuros, mostrándome sus imágenes en sepia, con un aire nostálgico, de humos, hojas volcadas, teatro y lentejuelas…

Después, en cada espaciado encuentro afloraban sin falta las conversas sobre sus adorados maestros Cortázar, Charles Bukowski, Poe, Allen Ginsberg, Louis Armstrong, Bob Dylan, Dámaso Ogaz, y en torno al blues y al jazz; géneros sobre los cuales Javier no daba concesiones a los principiantes.

Pero así como conocía, disfrutaba, recitaba y tarareaba a estos poetas y creadores musicales siempre vanguardistas, ello no lo alejaba del homenaje amoroso a nuestros poetas alfareros del arte popular.

De nuestras conversaciones sobre la avasallante obra de Salvador Valero, El Hombre del Anillo, Eloísa Torres y Evelia Mendoza, por ejemplo, recuerdo con especial cariño la vez que invadimos por toda una tarde -junto a mi hermana Katiuska-, la vivienda de Josefa Sulbarán.

Fueron horas de encanto embebidos con la voz pausada, cariñosa, de Josefa; quien no opuso resistencia a la ametralladora fotográfica de Javier, a las mil preguntas de los hijos del poeta Pérez Carmona, a la videograbadora que registró ese asalto a la paz de esa vivienda, Casa tomada  en Los Cerrillos.   
  
Hoy nos toca poner cara seria al hablar de Javier, a quien le debo no pocas de las carcajadas más sonoras de mi existencia. Qué extraño tener que decirle “Lo siento mucho” a mi amiga y su sempiterna compañera Nubia Uribe, y a sus hijos.

Yo habría querido que los mensajes que me hicieran llegar Carmen Araujo, Jorge Molina y Pedro Torres sobre la desagradable noticia, este 28 de diciembre tan sombrío, hubieran sido una broma pesada del mismo Javier Abreu para hacerme caer por inocente.

Pero el poeta ha hecho una parada para decirnos con sus versos:

Corro sobre mis huesos
que se van quedando largos
doblados sobre esta dureza
ya no ruedan pasillos vacíos
                  se quedan
estirados, llameantes
como voltereta de arlequín


Y es que con esta voltereta hacia su cosmos luminoso, Javier nos ha asignado la “escusa” obligada para que prolonguemos su conversa entre imágenes en blanco y negro, Alcoholes  de Apollinaire y el humo que se lleva y trae las sonoridades de su estruendosa risa.

Si pudiera volver..., te preguntabas, Javier.

Has vuelto y volverás, poeta.


Ginebra, 28 de diciembre de 2017



Foto: El poeta Javier Abreu (Foto Javier Alonso Abreu Uribe)


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