EN POCOS ESTABLECIMIENTOS SE ENCUENTRAN ESTOS PRODUCTOS, PERO A ELEVADOS COSTOS.
Credito: Noticialdia.com
15 Dic. 2017 - Ya los “bachaqueros” no hallan que esconder o llevarse para Colombia. Mafias organizadas o simples particulares con astucia se dedican al contrabando de extracción de productos venezolanos hacia el exterior del país. Alimentos y bebidas de primera necesidad, combustible, cobre, bronce, plata y gran cantidad de dinero en efectivo pasan a la vecina nación, todos los días por las trochas, como si nada.
Los envases de plástico más comunes, como el vaso de jugo, cepillado y café han desaparecido del mercado, mientras que los pocos que se encuentran están a elevados precios. Algunos suponen que esta mercancía también se está yendo a Colombia.
Un equipo reporteril de Noticia al Día realizó un recorrido por varios establecimientos comerciales de la ciudad, para verificar la existencia, en anaqueles, de estos productos y sus derivados. De cinco locales, solo en uno había: vasos, vasitos y uno que otro utensilio de plástico, esos que usamos para los cumpleaños o cualquier otro tipo de reunión social.
Un gerente de una de las tiendas indicó que ese negocio no es abastecido de estos productos, derivados del plástico, desde hace dos meses aproximadamente y dijo desconocer los motivos al respecto. Sin embargo, exclamó “¡Quizás se los estén llevando a Colombia también, como ahora todo se lo llevan para allá!”.
Por otro lado, algunos vendedores de alimentos y bebidas, a quienes les son indispensables estos productos, como es el caso de los cepilladeros, vendedores de jugos naturales, vendedores de comida rápida y los cafeseros han expresado su preocupación, ya que para ellos los costos de estos artículos son muy costosos y otros no se consiguen.
“¿2000 bolos un cafecito? Es la pregunta que me hacen los clientes y yo les digo que ese es el precio, no tanto por el valor del café, que también es caro, sino por el vasito. El paquete de vasitos de café está en 60 mil bolívares cuando lo encuentro”, sentenció José Mejías, vendedor de café.
Los vasos de fiesta oscilan entre 50 mil bolívares, el de 25 piezas a 80 mil el de 50 piezas. Los hay de colores, que son más costosos, lo difícil es encontrarlos en los supermercados, tiendas y abastos.
¿Será que se llegaremos al extremo de llevar, encima, una tatumita o el propio vaso de la casa para comprar un café o jugo en la calle, por culpa de los “bachaqueros“?
Los envases de plástico más comunes, como el vaso de jugo, cepillado y café han desaparecido del mercado, mientras que los pocos que se encuentran están a elevados precios. Algunos suponen que esta mercancía también se está yendo a Colombia.
Un equipo reporteril de Noticia al Día realizó un recorrido por varios establecimientos comerciales de la ciudad, para verificar la existencia, en anaqueles, de estos productos y sus derivados. De cinco locales, solo en uno había: vasos, vasitos y uno que otro utensilio de plástico, esos que usamos para los cumpleaños o cualquier otro tipo de reunión social.
Un gerente de una de las tiendas indicó que ese negocio no es abastecido de estos productos, derivados del plástico, desde hace dos meses aproximadamente y dijo desconocer los motivos al respecto. Sin embargo, exclamó “¡Quizás se los estén llevando a Colombia también, como ahora todo se lo llevan para allá!”.
Por otro lado, algunos vendedores de alimentos y bebidas, a quienes les son indispensables estos productos, como es el caso de los cepilladeros, vendedores de jugos naturales, vendedores de comida rápida y los cafeseros han expresado su preocupación, ya que para ellos los costos de estos artículos son muy costosos y otros no se consiguen.
“¿2000 bolos un cafecito? Es la pregunta que me hacen los clientes y yo les digo que ese es el precio, no tanto por el valor del café, que también es caro, sino por el vasito. El paquete de vasitos de café está en 60 mil bolívares cuando lo encuentro”, sentenció José Mejías, vendedor de café.
Los vasos de fiesta oscilan entre 50 mil bolívares, el de 25 piezas a 80 mil el de 50 piezas. Los hay de colores, que son más costosos, lo difícil es encontrarlos en los supermercados, tiendas y abastos.
¿Será que se llegaremos al extremo de llevar, encima, una tatumita o el propio vaso de la casa para comprar un café o jugo en la calle, por culpa de los “bachaqueros“?
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