Caracas, 31 de enero de 2015.- Un tal día como hoy pero de 1815, es cruel y vilmente asesinado, en Tucupido estado Guárico, el ilustre General José Félix Ribas, considerado uno de los héroes próceres de la lucha independentista de Venezuela y uno de los personajes clave de la Batalla de la Victoria y símbolo perenne de la resistencia patria frente a la dominación española.
Este ilustre venezolano nació en Caracas un 19 de septiembre de 1775 como producto de la unión entre Marcos Ribas y Bethencourt y Petronila de Herrera.
Durante su juventud, formó parte del círculo de amigos de Simón Bolívar, de quien obtuvo los ideales de independencia y con quien lucho por la causa de la liberación de Venezuela de las garras del imperio español, siendo la Revolución de 1810, uno de los primeros acontecimientos donde participaron ambos próceres junto a otros jóvenes de la Caracas colonial.
Las Milicias Regladas de Blanco de Barlovento fue el primer regimiento que estuvo a su cargo iniciando apenas su carrera militar, la cual arrancó con el grado de coronel. Su siguiente gran logro en las armas fue asumir la comandancia militar de Caracas, escaño que obtuvo durante el año de  1812, luego de combatir bajo el mando del General. Ese mismo año se vio obligado a abandonar su patria hacia  Nueva Granada cuando el ejército patriota perdió la Primera República.
Su hecho de armas más destacado la Batalla de La Victoria, el 12 de febrero de 1814, donde enfrentó y detuvo a las fuerzas realistas de José Tomás Boves, a pesar de que sus tropas tenían poca experiencia militar, pues estaban formadas principalmente por jóvenes estudiantes y seminaristas. «No podemos optar entre vencer o morir: ¡Necesario es vencer!». Fue su frase mas célebre antes de comenzar este enfrentamiento por el cual Venezuela celebra el Día de la Juventud cada 12 de febrero.
Tras ser derrotado en Maturín por el realista Francisco Tomás Morales, intentó huir, pero fue delatado y posteriormente capturado en los alrededores de Valle de la Pascua. El 31 de enero de 1815, sometido a numerosas vejaciones por parte de sus captores, fue fusilado en la Plaza Mayor de Tucupido, estado Guárico. Su cuerpo fue desmembrado y su cabeza enviada a Caracas, donde las autoridades realistas la colocaron en exhibición para desalentar a los patriotas. /JF