> La oposición venezolana asegura que no habrá desmovilización y que las fuerzas guerrilleras migrarán a Venezuela
La cúpula de la oposición en Venezuela no cree en el acuerdo de paz firmado por el gobierno colombiano y la insurgencia de las FARC-EP tras cuatro años de negociaciones en La Habana.
Así lo indica una declaración que realizó el martes pasado el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, a través de “La Fuerza es la Unión”, el programa de radio oficial de la coalición, que se transmite a través de redes sociales.
Allí, Torrealba argumentó que los integrantes de la agrupación insurgente podrían emigrar a Venezuela, al tiempo que descartó de entrada que la desmovilización de las fuerzas guerrilleras se pueda concretar, tal como está previsto en los acuerdos.
En su criterio las FARC “están compuestas por un aproximado de 15 mil personas que durante su vida solo han matado, robado, secuestrado y traficado drogas”, según la reseña del programa publicada en el portal web www.unidadvenezuela.org de la alianza antichavista.
“De ese número, supongamos que unas pocas lograrán incluirse a la sociedad tras este acuerdo”, continuó.
“Si esas personas no pueden seguir delinquiendo en Colombia, ¿para dónde se van a ir? Lo más seguro es que se vengan para acá, donde han tenido un Gobierno alcahueta que les ha permitido entrar y salir cuando quieren”, remató el vocero partidario.
En la declaración, la única que se refiere a los acuerdos refrendados el lunes en la caribeña ciudad de Cartagena, en ningún momento reconoce que se trata de un proceso cuidadosamente adelantado durante varios años y avalado por buena parte de la comunidad internacional que actuará directamente como garante del mismo.
La distribución de la declaración a través de los canales oficiales de la MUD, así como la ausencia de algún otro documento que valore el resultado del diálogo, indica que, sin lugar a dudas, la oposición venezolana no apoya la paz para Colombia.
La hipotética amenaza de la migración guerrillera, sin embargo, no es original de Torrealba, pues ya hace un mes el presidente del parlamento, Henry Ramos Allup, de AD, había expuesto exactamente lo mismo en un acto político en la ciudad fronteriza de San Antonio del Táchira.
Para el diputado la firma de la paz “supondría que la guerrilla entraría en receso, al menos transitoriamente se van a pacificar.”
Pero, en un ejercicio de negación de la eficacia del acuerdo, aseguró que “acostumbrados a tener dinero producto del delito, se van a venir a este lado de la frontera a delinquir, asaltar, cobrar vacuna y narcotraficar”.
MACHADO: ACUERDOS PELIGROSOS
Una postura similar, aunque un poco más frontal, fue la que expuso la exprecandidata presidencial María Corina Machado, quien el domingo pasado en una entrevista para el diario El Impulso, de Barquisimeto, calificó como peligroso el acuerdo por la paz.
Explicó que “si algo tenemos que asumir los venezolanos son las consecuencias que ese acuerdo de paz va a traer para nosotros” al tiempo que aseguró que ella “había advertido en entrevistas cuando entonces podía visitar Colombia los peligros de llegar a convenios con los narcoguerrilleros.”
Y descartó de entrada el fin de la confrontación al afirmar que “no hay posibilidad de resolver los problemas de narcotráfico, guerrillas y paramilitarismo en Colombia mientras exista este régimen venezolano cómplice de guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes del vecino país.”
Es decir, para la exdiputada la fórmula para la paz en Colombia requiere el derrocamiento del gobierno de Nicolás Maduro.
TINTORI ANTEPONE PAZ EN VENEZUELA
La mayor parte de los voceros de la oposición antichavista en Venezuela han optado por no decir nada sobre el acuerdo.
Una de ellas ha sido Lilian Tintori, empresaria y esposa de Leopoldo López, jefe del partido de neoderecha Voluntad Popular, condenado por instigación a la violencia.
Sin embargo, varios meses atrás había expresado su posición de rechazo al pacto por la paz que se discutía en Cuba.
En mayo, cuando visitó Bogotá, la capital neogranadina, pretendió homologar la guerra abierta que ha vivido Colombia por más de cinco décadas, con la confrontación política que algunos grupos de oposición han intentado llevar al escenario de la violencia.
Allí, durante la presentación de un libro testimonial, cuyo autoría atribuyó a López, afirmó que “no puede haber paz en Colombia si no hay paz en Venezuela”.
La pretensión de Tintori apuntaba a restarle importancia a la agenda del acuerdo de paz con la guerrilla y a anteponer como condición el desarrollo de una “salida” de ruptura a la situación de conflicto en Venezuela.
“No puede haber paz, si no hay justicia; y no puede haber paz en Colombia, si no hay paz en Venezuela.
Nos une la frontera, y en derechos humanos, como me lo ha enseñado José Miguel Vivanco, no existen fronteras. Tenemos que unirnos en la defensa de los derechos humanos y no podemos permitir lo que está pasando en Venezuela”, fue el señalamiento completo de la dirigente política.
También otro vocero de ese mismo partido y colaborador cercano de Tintori se pronunció en ese sentido.
El fugitivo Carlos Vecchio afirmó que para que la paz sea estable y efectiva a largo plazo “es necesario que exista democracia en Venezuela”, con lo que además pretende descalificar la situación institucional del gobierno bolivariano de Venezuela.
Anteriormente, en marzo, también pidió bloquear las conversaciones del ELN y el gobierno colombiano que se realizaron con facilidades de Venezuela.
De tal manera ha habido una tímida campaña por el No en el plebiscito, como lo ha pedido en Twitter el humorista Carlos Sicilia.
Ninguna declaración a favor es tolerada por la derecha
En contraposición, el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles, del partido Primero Justicia, ha expresado su apoyo al proceso de diálogo y más recientemente al acuerdo alcanzado.
No obstante, tal postura ha sido duramente criticada por los partidarios del No y del expresidente colombiano, Álvaro Uribe.
El pasado 24 de agosto, Capriles escribió en su cuenta de la red social Twitter un mensaje señalando: “Los venezolanos celebramos que nuestros hermanos colombianos alcancen la paz definitiva”.
Sin embargo, tal salutación fue rechazada rápidamente por usuarios colombianos opuestos al acuerdo, quienes le reclamaron su postura y relacionándola con una especie de respaldo al chavismo.
“Oye pusilánime. Cómo celebras para Colombia lo que luchas por sacar de Venezuela”, le escribió el usuario Mauricio Villegas, entre otros mensajes similares.
Quizá para revertir el rechazo el actual gobernador de Miranda envió otro mensaje, dirigido esta vez a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, diciendo: Vea señora Lucena, Colombia cerró acuerdo definitivo de paz hoy y el plebiscito será el 2 de octubre de este año! ¡Vergüenza debería darles”.
El nuevo mensaje no sólo fue rechazado desde Colombia sino también desde cuentas de venezolanos que le advirtieron que el plebiscito por la paz y el referendo revocatorio eran procesos distintos que no podían ser equiparados.
Esta semana intentó, tras la firma durante un acto especial en Cartagena, descalificar la participación del presidente venezolano, Nicolás Maduro, sin que pareciera un cuestionamiento al acuerdo.
“Si alguien no puede hablar de paz es precisamente Maduro. Es una hipocresía que Maduro hable de paz cuando le declaró la guerra a los venezolanos para impedir que se celebre el Referendo Revocatorio”, señaló según una nota de prensa.
Cabe destacar, como muestra de las profundas contradicciones en la oposición venezolana, que en septiembre de 2012, el entonces secretario de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, aseguró que ante un eventual gobierno de Capriles, “Venezuela seguirá apoyando el proceso de paz en Colombia”.
Y también celebró que el presidente Hugo Chávez actuara como acompañante del proceso.
VÍCTOR HUGO MAJANO/CIUDAD CCS
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