Luis Bravo
Luis Bravo
La falta de vigilancia se ha convertido en la mejor aliada de la delincuencia para saquear el cementerio Corazón de Jesús, de Maracaibo, que continúa a merced de los profanadores de tumbas, al caer la noche.
En un recorrido por el viejo campo santo se contabilizaron 88 osarios con las tapas destruidas que dejaba ver las osamentas dispersas dentro y fuera del nicho. También puede observarse el saqueo de muchas tumbas a las que les han quitado lápidas, mármol, rejas y todo cuanto objeto de valor contenga.
Explicó que, al parecer, “allí hubo un sepelio recientemente y los delincuentes cavaron la tumba para llevarse lo de valor que pudieran encontrar”, relató.
“Lo peor le pasó a mi hermana. Ella fue después y se vio obligada a empujar con un palo parte de las extremidades del cadáver hacia el foso porque, sin explicárselo, estaban regadas alrededor. Tuvo que marcharse enseguida porque no aguantaba el mal olor”, explica Rivero.
El pasado 5 de septiembre fue a sepultar a su mamá y para evitar que se repita la acción hamponil contrató a un celador que vigila la tumba de su progenitora. “Estoy muy preocupada porque temo que se repita el saqueo pues la urna es de madera y, según me enteré, este material es valioso para los delincuentes. Todos los días llamo al señor para informarme que no haya pasado nada”, apuntó.
Además de la falta de vigilancia el mantenimiento del campo santo es pésimo. Hay basura y monte por todos lados y restos de urnas dispersas que enrarecen aún más la atmósfera de la necrópolis.
La morgue es un antro de putrefacción permanente. Una pieza de 4 por 5 metros aproximadamente cumple esta función. No posee servicios ni seguridad, un pedazo de lata retorcida hace de puerta y una ventana con los vidrios rotos deja ver todo en su interior.
“Fue una experiencia horrible. Cómo es posible que algo así quede expuesto a la vista del público”, Dijo que tras su asombro fue a las oficinas del cementerio a reclamar y le dijeron que eso “era algo normal”.
Sin embargo, Hinieska Piñeiro, ecónoma del cementerio, aclaró que en esta semana comenzaron a tomarse correctivos para tratar de contrarrestar la acción de los delincuentes.
Indicó que hay una nueva administración para todos los cementerios de la ciudad y que ella apenas tiene una semana frente al campo santo de La Limpia.
“Los afectados por estas acciones delictivas pueden acercarse a nuestras oficinas para coordinar medidas preventivas con miras a que no vuelvan a repetirse. Necesitamos también el apoyo de la comunidad para resguardar este lugar sagrado porque todos somos dolientes de él”, apuntó.
Otros cementerios también están acosados por el vandalismo. Tal es el caso del camposanto Rafael Ávila Titán de Los Puertos de Altagracia. Allí el hampa se llevó hasta los postes de alumbrado eléctrico, dejando en la penumbra total el sitio.
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