domingo, 13 de noviembre de 2016

VIDEO Orfebre zuliana a FACETAS: “No hay que quedarse en el pensar sino actuar”


Gabriela Trujillo Prado
Julio Alberto Ramírez

La orfebre María Alejandra Hernández Coll consigue su inspiración en la tranquilidad, porque es en ella que los pensamientos y la creatividad afloran para crear cada pieza.


No importa cuánto tarde en armar cada metal, lo importante para ella es que el resultado final sea atrevido, arriesgado, diferente o auténtico. Así lo hizo saber en conversación con FACETAS en la que además dejó ver cómo se desarrolla su proceso creativo en el que los molinos, sopletes, gas cinceles, fuego y demás materiales rústicos intervienen en la elaboración  de cada accesorio.

 

La zuliana estudió arte en la Universidad Cecilio Acosta, en el camino se especializo en orfebrería en la Escuela Julio Arraga y luego estudió joyería con Kendry Rodríguez. Hoy día es una emprendedora que no cesa en su sueño de llegar a ser una Carolina Herrera. “No estoy obsesionada con eso, pero si trabajo cómo para lograrlo”, dijo.

 

¿Qué le gusta transmitir con cada pieza?


Nos encanta transmitir a través de las piezas sentimientos, emociones, vivencias, paisajes. Es un trabajo infinito en el que no hay punto final.



¿Le resulta fácil o difícil complacer a los clientes?



No resulta difícil porque a la mayoría de las personas las conozco. Se hace complicado cuando no conozco el cliente porque hay que interactuar para ver qué es lo que quiere.

 

¿Cuántas horas se le dedica a cada pieza?


Una sola pieza puede tardar 4 días solamente por armar, porque es un proceso largo desde el corte del metal, soldadura, limar, lijar, pulitura hasta el resultado final que es llevar la pieza a baño para obtener una mejor calidad.

 

¿Qué ha aprendido en lo personal durante este tiempo de trabajo?


La constancia. Si eres constante y apasionado con lo que haces y de verdad te gusta hacer, todo se va dando solo. Las puertas se van abriendo hay otras que se van cerrando, pero siempre habrá otras que se van abriendo y así poco a poco se llega hasta donde cada quien quiera llegar.

 

¿Piensa que su estilo es arriesgado?


Es arriesgado, agresivo y me gusta que sea así, fuera de lo común a mi vista por el trabajo que he visto.

 

¿Algún ritual que realice al momento de diseñar?


Sí hay momentos de inspiración,  la mente la tengo todo el tiempo activa y luego lo hago todo con mis manos. Mi momento de inspiración es en mi tranquilidad, está dentro de mí. Cuando consigo esos momentos siento que hago mis mejores piezas. Yo trato de inspirarme en los metales y no seguir tendencias.

 

¿Qué ha prendido de los clientes?


Ha sido un viaje encantador de personas que están involucradas en el mundo de la moda porque está relacionado con lo que te gusta hacer y todos los días aprendes algo. 


¿Hasta dónde aspira llegar?


No tengo techo. Mis metas las voy cumpliendo y sigo avanzando y quisiera ser una Carolina Herrera, pero no estoy obsesionada con eso. Simplemente voy evolucionando, seguimos creciendo y trabajando muy duro casi un trabajo de hombre pero que es hecho por chicas.

 

¿Cómo ha sido el apoyo de la familia?


 Ha sido importante porque tienen la mano tendida para echar para adelante.

 

¿Un mensaje que le quiera dar a personas emprendedoras que aún no se han motivado a emprender algo?


Hay que atreverse hay que dejar el miedo y ser atrevido no significa que seas loco, sino pensar muy bien lo que vas a hacer, pero no quedarte en el pensar, sino actuar! Si tienes ganas de hacer algo házlo. Si estas seguro que lo que vas a  hacer va a triunfar házlo. Hay que apostar más por lo que uno hace.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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