En Washington se llevo a cabo la 29ª reunión de consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos (OEA), para discutir la situación de Venezuela. Luis Almagro, a pesar de la presión internacional encabezada por Estados Unidos, no pudo una vez más cristalizar sus objetivos de aislar internacionalmente a Venezuela.
Un día antes de este evento se celebró una videoconferencia de prensa con dos altos funcionarios del Departamento de Estado gringo (aquí para leer el briefing) con relación a la situación en Venezuela y los mecanismos que maneja la OEA para "mediar" (eufemismo de tutelaje e injerencia) en los asuntos internos de Venezuela.
Básicamente lo dicho por las dos autoridades de la diplomacia estadounidense se puede resumir en dos datos:
- Hasta los momentos no existe un consenso preliminar entre los miembros de la OEA para aislar a Venezuela.
- La imposibilidad de llevar a cabo ese aislamiento está dado por la influencia incuestionable de Venezuela en la región.
Estas declaraciones fueron de por sí un precedente para la reunión de cancilleres y delegaciones del 31 de mayo en Washington.
No hubo sorpresas en cuanto al discurso y tono de los países alineados a la política exterior de los Estados Unidos, que ya hemos oído en las distintas sesiones del Consejo Permanente de la OEA y que Luis Almagro recalca diariamente como mantras de la intervención vía Twitter: crisis humanitaria en Venezuela, violación de los derechos humanos por parte del Gobierno Bolivariano, endoso de muertes al chavismo en el marco de las movilizaciones convocadas por la MUD, petición y exigencia de elecciones y liberación de "presos políticos", apertura de un canal humanitario, etc.
Una adición en la agenda antichavista en la OEA fue el pronunciamiento de varias delegaciones en contra de la Asamblea Nacional Constituyente convocada por el presidente Nicolás Maduro.
Se podría decir que la sesión de ayer fue parecida a las anteriores en el pronunciamiento de las delegaciones que se han manifestado en contra de Venezuela, con Argentina, Brasil, México y Estados Unidos, con Thomas Shannon de representante, de principales voceros del antichavismo hemisférico.
El Caribe a favor de Venezuela
Otro fue el tono por parte de los países pertenecientes al Caricom (siglas en inglés de Comunidad del Caribe) que participaron en la reunión de consulta. La delegación de Bahamas, vocera en este contexto de la organización caribeña, se pronunció en torno a la no intervención de los asuntos internos de Venezuela y el apoyo al diálogo para dirimir el conflicto en curso en Venezuela.
Los 15 países del Caricom presentaron un proyecto de resolución, que increpaba personalmente a Luis Almagro por su actitud contra Venezuela, como contraparte al consignado por Perú, Canadá, Estados Unidos, México y Panamá. Antigua y Barbuda, que había presentado otro proyecto de resolución, decidió adherirse a lo presentado por Caricom.
Aparte de los países del Caribe que sostuvieron discursos en defensa de la soberanía de Venezuela, las delegaciones de Nicaragua, Bolivia, El Salvador y Ecuador decidieron respaldar lo expuesto por Caricom en señal explícita en el seno de la OEA de que instancias como Celac, Unasur y Alba, organismos regionales que respaldan el diálogo político y rechazan la intervención y el tutelaje que intenta imponer Estados Unidos con sus llamados "aliados" en América Latina y el Caribe, sirven de soporte ante las arremetidas impulsadas por el Secretario General de la OEA.
Al no llegar a un consenso sobre la resolución a aprobar, la sesión se suspendió al no alcanzar el voto de 23 de los 34 países presentes a favor de ninguna de las declaraciones propuestas. Entre ellas, claro está, se encontraba la propuesta más beligarente contra el país presentada por Estados Unidos, Perú, Cánada, México y Panamá.
Sin embargo, los delegados y cancilleres acordaron en que los representantes permanentes ante la organización tratarían de llegar a un consenso antes de la 47ª Asamblea General de la OEA, que se celebrará entre el 19 y 21 de junio en México, donde también se abordará la situación de Venezuela.
En todo caso, el único consenso que hubo fue admitir que no hubo consenso.
Algunas reacciones locales
Aunque en la OEA fracasara el objetivo de llegar a un consenso entre los países para intentar aislar regionalmente a Venezuela, dirigentes de la MUD han mostrado variadas reacciones ante lo sucedido en Washington.
El prófugo de la justicia venezolana, Carlos Vecchio, comentó a través de Periscope que la OEA "vigilará" lo que hace Venezuela de aquí a la mencionada Asamblea General en México, y celebró que tantas delegaciones hayan decidido manifestarse descontentos con la actual situación venezolana.
El alcalde de El Hatillo y dirigente de Voluntad Popular, David Smolansky, por su parte mostró su rechazo ante lo ocurrido, lo que es bastante descriptivo de la frustración de los voceros opositores que están al frente de las marchas de la MUD y que constantemente claman por una "intervención humanitaria" en Venezuela.
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