Jesús Moreno
Caracas.- Ayer, poco después de la una de la tarde, Eduardo Fernández, uno de los más altos dirigentes del partido COPEI, considerado «el delfín preferido» de Rafael Caldera, recogió sus macundales y renunció a la militancia en el partido verde, después de 45 años de estar en las filas del partido socio de AD, que más que cristiano se comportó durante los cuarenta años del puntofijismo como un manso aliado que convalidó todos los desafueros de los adecos renunciando incluso a los principios del humanismo cristiano.
Eduardo Fernández en la oportunidad en que fue candidato presidencial, en una expresión demagógica de primer orden, fue y se residenció en un rancho del barrio Santa Ana, de Carapita, Caracas. La noche que estuvo allí, no pudo dormir, porque los vecinos no hicieron otra cosa que lanzarle piedras al rancho y en la mañana debió salir muy rápido de la zona. Fue una lección muy importante para este político que viene de cuna muy burguesa que quiso convivir con la miseria que padecía el pueblo, bajo los gobiernos de AD y COPEI.
Ahora, con su renuncia, respira el aire de libertad de sentirse independiente, y rechaza cualquier cargo que le ofrezca la MUD. Según sus palabras, trabajará por una alternativa seria, «porque estoy comprometido con el pensamiento humanista, cristiano, por lo cual doy por terminada mi militancia en COPEI».
Caracas.- Ayer, poco después de la una de la tarde, Eduardo Fernández, uno de los más altos dirigentes del partido COPEI, considerado «el delfín preferido» de Rafael Caldera, recogió sus macundales y renunció a la militancia en el partido verde, después de 45 años de estar en las filas del partido socio de AD, que más que cristiano se comportó durante los cuarenta años del puntofijismo como un manso aliado que convalidó todos los desafueros de los adecos renunciando incluso a los principios del humanismo cristiano.
Eduardo Fernández en la oportunidad en que fue candidato presidencial, en una expresión demagógica de primer orden, fue y se residenció en un rancho del barrio Santa Ana, de Carapita, Caracas. La noche que estuvo allí, no pudo dormir, porque los vecinos no hicieron otra cosa que lanzarle piedras al rancho y en la mañana debió salir muy rápido de la zona. Fue una lección muy importante para este político que viene de cuna muy burguesa que quiso convivir con la miseria que padecía el pueblo, bajo los gobiernos de AD y COPEI.
Ahora, con su renuncia, respira el aire de libertad de sentirse independiente, y rechaza cualquier cargo que le ofrezca la MUD. Según sus palabras, trabajará por una alternativa seria, «porque estoy comprometido con el pensamiento humanista, cristiano, por lo cual doy por terminada mi militancia en COPEI».
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