domingo, 29 de marzo de 2015

Venezuela: batalla comunicacional, interna y externa, centro de la guerra de todo el pueblo

Objetivo: Falsimedia
Lunes, 23 de Marzo de 2015
Cubainformación TV – Basado en un texto de Luis Britto García - Aporrea.- El profesor venezolano Luis Britto García (en la foto) adelanta algunos de los pasos que podría dar el Gobierno de EEUU y la oposición venezolana en los próximos meses, para tratar de aniquilar a la Revolución bolivariana. Edición: Esther Jávega.
Texto adaptado
Venezuela: batalla comunicacional, interna y externa, centro de la guerra de todo el pueblo
Cubainformación TV – Basado en un texto de Luis Britto García - Aporrea.- El profesor venezolano Luis Britto García adelanta algunos de los pasos que podría dar el Gobierno de EEUU y la oposición venezolana en los próximos meses, para tratar de aniquilar a la Revolución bolivariana.
Por un lado, tratará de intensificar la guerra económica llevándola hacia a un bloqueo progresivo del país. El fin: desmoralizar a la población para que las fuerzas de izquierda pierdan las elecciones legislativas de este año. Con mayoría en la Asamblea Nacional, el paso siguiente sería un golpe de Estado parlamentario, al estilo del que sacó del gobierno, en Paraguay, al presidente Fernando Lugo.
Por otro lado, EEUU podría apostar a una combinación de políticas de fuerza: el terrorismo  paramilitar, con planes de magnicidio y atentados de falsa bandera, que lleven al país a una situación que pueda ser presentada como de “guerra civil”; o incluso la agresión directa, desde las numerosas bases militares norteamericanas ubicadas en el continente.
Britto recuerda que, en caso de intervención, el ejército convencional venezolano puede ser destruido, sí. Por eso lo decisivo será la eficacia de la resistencia popular posterior, que debe ser inmediatamente organizada: colectivos, movimientos sociales, sindicatos, partidos, comunas, cooperativas, deben coordinarse con gobierno y ejército para diseñar una verdadera estrategia de guerra de todo el pueblo.
Una estrategia en la que será esencial, sin duda, la batalla comunicacional, interna y externa. El sistema de medios de públicos, comunitarios y alternativos de Venezuela, construido en estos 15 años, deberá pasar a jugar un papel central en la estrategia de defensa de la soberanía del país… para ganar una guerra en la que los agresores no solo son gobiernos y ejércitos, sino también poderosas redacciones ubicadas en Caracas, Miami, Washington… y Madrid.
Texto original
Venezuela amenaza(da)
Luis Britto García – Aporrea.- ¿Cómo Venezuela puede ser considerada “amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política exterior estadounidenses”? Somos  país de extensión mediana, modesto desarrollo industrial, armamento convencional, ejército con moderado número de efectivos y desde que liberamos cinco repúblicas a principios del siglo XIX, nunca hemos agredido a otro pueblo.
Venezuela amenaza con el ejemplo. El Imperio vive de la predación de los recursos naturales y las industrias básicas de las naciones periféricas. Venezuela es elocuente demostración de que un país puede utilizar los unos y las otras en beneficio de su pueblo por vías democráticas y constitucionales.
El Imperio recurrirá a ocho vías complementarias para aniquilar a Venezuela. La primera, la profundización de la guerra económica con un bloqueo progresivo a fin de forzar un resultado adverso al bolivarianismo en las elecciones para el Poder Legislativo. La segunda, utilizar dicha esperada  mayoría en un golpe de Estado parlamentario a la paraguaya. La tercera, la intensificación del terrorismo  por  paramilitares y mercenarios para simular un escenario de “guerra civil”. La cuarta, para coronar dicho montaje intentar un magnicidio o un atentado de falsa bandera.  La quinta, intervención militar de otro país de la región. La sexta, agresión directa con  tropas y equipos imperiales, desde las bases que ya ocupan en América Latina y el Caribe. La séptima, la  campaña mediática para ocultar y deformar ante el país y el mundo la naturaleza de las agresiones anteriores. La octava, agresión diplomática para arrancar de las instancias internacionales veredictos condenatorios para el país.
¿Cómo salvarnos? Combatamos la guerra económica que desmoraliza a la población con la asunción por el Estado del control de las importaciones básicas, con implacables sanciones contra empresas de maletín y cómplices en fraudes cambiarios, acaparadores, especuladores, bachaqueros y contrabandistas, y con la promulgación de leyes para tipificar  delitos financieros, traición a la patria e infracciones a la seguridad.  Ganemos las elecciones parlamentarias con candidatos de reputación inmaculada, no incursos en delitos ni corruptelas.
Así como terceriza su economía, Estados Unidos terceriza sus ejércitos. Primero los integra con mercenarios reclutados entre sus hispanos, sus afroamericanos, sus marginales; luego, funda, financia y pertrecha organizaciones terroristas compuestas de sicarios y terroristas a sueldo como Al Qaeda y el Daesh. Lo más probable es que la agresión a Venezuela  se tercerice a través de un tercer país o de sus fuerzas paramilitares, que han infiltrado profundamente nuestra sociedad. Muchos de sus integrantes fueron detenidos actuando durante las oleadas terroristas de 2014. Es precisa una tarea conjunta de inteligencia entre organismos de seguridad y movimientos sociales para localizar y neutralizar estos invasores silenciosos antes de que se movilicen de nuevo. En todo caso, no es seguro el triunfo de los agresores.
Localicemos y neutralicemos a los paramilitares mediante la coordinación de inteligencia entre fuerza pública y movimientos sociales.  Extrememos las medidas de seguridad para dirigentes y figuras claves, así como para instalaciones y personas estadounidenses. Convenzamos a países vecinos que llevan medio siglo combatiendo infructuosamente una insurrección interna, de que les sería imposible vencer contra una sublevacion interna y otra externa.
En las agresiones imperiales, el ejército convencional del país víctima es a veces destruido a las pocas semanas. Lo que decide el conflicto es la resistencia popular. El pueblo venezolano no puede esperar a que caigan las bombas para preparar su defensa. Organizaciones populares, movimientos sociales, sindicatos, partidos, comunas, cooperativas, deben desde ya coordinar con el gobierno y el ejército regular respuestas,  estrategias de supervivencia y coordinación para preparar la guerra del pueblo.
Hemos construido un sistema de medios de servicio público, comunitarios y alternativos que nos permiten manejar la batalla comunicacional interna.  Reformemos y dinamicemos sin contemplaciones este sistema para llevarlo a su máxima eficacia.
Venezuela ha hecho casi más que cualquier otro país por el desarrollo de una diplomacia multipolar. Incorporada al Mercosur,  impulsora de  organizaciones integracionistas latinoamericanas como el ALBA, la CELAC y UNASUR que excluyen a Estados Unidos y Canadá. Venezuela ha consolidado relaciones con Asia y África y con los No Alineados. Estas redes diplomáticas tienen peso en los organismos internacionales y deben ser usadas para propiciar  en el Consejo de Seguridad de la ONU el veto de Rusia y China, impenetrable escudo contra  intervenciones. Cuba pudo. Nosotros también.

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