La
cúpula eclesiástica venezolana divulgó un comunicado en el que reafirma
el derecho de los ciudadanos a manifestar pacíficamente y el deber del
Estado de proteger a los manifestantes
La Conferencia Episcopal
Venezolana –CEV- se pronunció sobre la convocatoria pacífica de las
fuerzas que integran la Unidad Democrática para exigir la celebración
del Referendo Revocatorio –RR- este año.
A continuación el comunicado:
Apoyados en un derecho constitucional, distintos factores políticos han
convocado para el 1º de septiembre, a movilizaciones, concentraciones y
otras actividades políticas en la ciudad de Caracas. La Presidencia de
la CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA, atenta a los acontecimientos de
nuestro pueblo, quiere manifestar lo siguiente:
Se trata del
ejercicio de un legítimo derecho establecido en la Constitución y el
ordenamiento jurídico de Venezuela. Por eso, dichas movilizaciones,
concentraciones y actividades de carácter político tienen que ser
respetadas y amparadas por los organismos del Estado y, además,
desarrollarse en un clima de paz, convivencia social, tolerancia y
respeto.
El Estado, con sus diversas instituciones y,
particularmente organismos de seguridad, tiene la obligación en
cumplimiento con lo establecido por la Ley, de garantizar a todos los
ciudadanos el derecho a la libre expresión de sus ideas, la libre
circulación por el país, así como la integridad personal y el respeto
del Bien Común.
Ratificamos lo expresado por el Episcopado
nacional el pasado 12 de julio en la Exhortación “El Señor ama al que
busca la justicia” (Prov 15,9), reiteramos la necesidad de brindar
óptimas respuestas a las necesidades y anhelos del pueblo venezolano. De
igual modo, hacemos un llamado para que todos los hombres y mujeres de
Venezuela, cualquiera que sea su condición y su posición política, al
expresarse lo hagan con el respeto que merecen las opiniones contrarias y
con el propósito de trabajar por la paz, como nos lo pide el Señor
Jesús (cf. Mt 5, 9).
Los Obispos reafirmamos nuestra cercanía
con todos, en especial con aquellos que más sufren. Los fieles
cristianos laicos tienen un papel muy importante en la edificación de la
paz en el país; en particular quienes se dedican a la política y al
trabajo o voluntariado social: deben agotar todos los esfuerzos para
hacer posible la cultura del encuentro y del diálogo constructivo y
crear el ambiente para la reconciliación de todos los hombres y mujeres
de Venezuela.
Los sacerdotes, cada uno desde su centro de
acción pastoral tienen como promover la oración por la paz y el bien de
todos los venezolanos, auspiciar el encuentro, el entendimiento y el
diálogo, así como favorecer la integridad de todos los ciudadanos,
especialmente de los más débiles y necesitados. Por ello, insistimos
como expresión de la misericordia en este Año Jubilar, en la
constitución de las “Caritas Parroquiales”. Conforme a su vocación de
padres y servidores de todos sin excepción, los sacerdotes deben
abstenerse de participar en actividades político-partidistas.
El Dios del Amor nos acompañe en todo momento con su gracia y bendición y
que la protección de Nuestra Señora de Coromoto fortalezca el
compromiso de los venezolanos por edificar la Paz, la Justicia y la
Misericordia.
UR
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