Otto Rojas
Archivo
Como un angelito dormía el pequeño José Luis Atencio González, de cinco años. Estaba acostado en una hamaca, donde todas las noches soñaba.
El pasado domingo 12 de febrero, el niño fue víctima de dos sicarios que dispararon a “diestra y siniestra” contra su padre, a quien buscaban para matarlo.
El crimen ocurrió a las 9:40 de la noche del domingo en el sector Los Pinos, vía a Cuatro Bocas, en el municipio Mara.
Santiago Fernández, padre del pequeño, contó — ayer en la morgue— que dos criminales tocaron la puerta de su casa y apenas les abrió, dispararon.
“Las balas atravesaron el rancho. Mi hijo estaba durmiendo en la hamaca y una de las balas le alcanzó un pulmón”, lamentó el progenitor.
Al infante lo llevaron de emergencia al CDI de Cuatro Bocas, y luego fue remitido al Hospital Adolfo Pons, en Maracaibo, por la gravedad de su estado.
Pese a los esfuerzos médicos, el niño falleció el lunes 13 de febrero a las 3:00 de la tarde en uno de los pisos de hospitalización del “Pons”.
Fernández aseguró que los criminales dispararon para “robarlo”. Pues él tiene varios ovejos y una moto. Sin embargo, los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) informaron que los delincuentes actuaron en “venganza contra el padre del pequeño”.
“El papá del pequeño había tenido un problema con los asesinos”, dijeron.
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