Cuenta Rius, el famoso caricaturista mexicano, en su libro Cristo de Carne y Hueso, que ante el milagro de los panes y los peces, donde Jesús alimentó a más de cinco mil personas, un panadero, conmovido por la prédica del Mesías y a punto de convertirse en uno de sus discípulos, dio marcha atrás y se alzó contra Jesús porque consideró que aquel milagro era una burda y desleal competencia contra la digna profesión de los panaderos.
Algo así está ocurriendo en Venezuela con los panaderos, quienes decidieron declararse en rebelión, ante el anuncio del Vicepresidente, que se desplegarán los equipos que fueron preparados por la Sundde, para tener “vigilancia y control permanente sobre las 709 panaderías de Caracas” Es así como, el día siguiente del anuncio, el “campesino” amaneció más caro y la “canilla” más flaca.
Otro tanto sucedió hace algún tiempo, cuando Jorge Arreaza, para el momento Vicepresidente de la República, anunció con claridad meridiana y énfasis de funcionario persuadido, que el cartón de huevos tendrá un valor de Bs 420. Claro que, para aquella ocasión, el Vice no especificó si se trataba del cartón vacío o con huevos, y, ante tal incertidumbre, el costo del producto se ha disparado, en lo que podríamos llamar “La rebelión de los hueveros” Según Rius, el panadero alzado contra el Mesías fue uno de los que, ante la pregunta de Pilatos: ¿Qué quieren que haga con el tal Jesús?, gritó con todas sus fuerzas:
¡Crucifícale! No tengo ninguna duda de que si los panaderos venezolanos contaran con un Sanedrín, es decir, con una asamblea nacional menos hablachenta, y un Caifás menos lenguaraz y desollado que Ramos Allup, procederían a martirizar al actual Vice, argumentando obstrucción a la economía.
Mientras tanto, ante las debilidades del Sanedrín presidido por Borges, y la imposible omnipresencia del Sundde, los “profesionales” del pan se conforman con crucificar al pueblo, y de paso hacerse de unos cuantos “biyuyos”.
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