Desde tempranas horas en la mañana, este miércoles 26 de marzo las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCH) y el pueblo en general de todo el país se fueron concentrando en las inmediaciones de la Plaza Venezuela, movidos para conmemorar un día que consideran clave en la historia venezolana: la salida de Hugo Chávez de la cárcel de Yare-donde estuvo recluido por la intentona del 4 de febrero de 1992- cumplía 20 años.
Por eso se movilizaron a los monolitos del Paseo Los Próceres, a donde el que luego sería Presidente de la República se dirigió para celebrar su salida de la cárcel y el comienzo de lo que entonces llamaría “el huracán bolivariano”, palabras recordadas el día de hoy por el gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, desde la tarima central dispuesta para animar la concentración.
Y eso que iniciaba en ese momento repercute en la historia reciente del país. Así lo vivió Pedro Rodríguez, de la UBCH Palacio Fajardo, en Acarigua, estado Portuguesa, quien aseguró que la importancia de recordar la fecha radica en el “estallido social de aquel momento con el gobierno de turno”, ante el cual se alzó el entonces teniente coronel Hugo Chávez, en algo que Rodríguez calificó como “una victoria del pueblo”.
Además, manifestó que la realidad de la Venezuela actual es muy distinta. Por esto es miembro de la comuna en construcción “Chávez Esperanza y Patria”, y por esto considera que la organización comunal es clave: “En la comuna nos organizamos para regir nuestro destino popular y soberanía de nuestro pueblo”, expuso.
También por esta Venezuela cambiante se movilizó también Efraín Suárez, venido en representación de la Federación Campesina del estado Portuguesa. Desde su condición de campesino, explicó la razón principal para homenajear a Chávez: “Gracias a él despertó el país, la clase campesina, obrera, los pescadores, los peones (como le decimos a los obreros en llanero)”.
Y es que no sólo las UBCH atendieron el llamado que lanzara el partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) el pasado lunes 24 de marzo. Por ejemplo, estuvo Juan Belisario, quien se trasladó de Parapara en el estado Guárico por un impulso fundamental: “Recordar estas fechas nos renueva el espíritu de lucha”.
“Antes de Chávez era un desastre, no había educación, alimentación”, continuó el guariqueño, a la vez que se permitió vislumbrar el futuro de la revolución en los próximos años: “No vamos a carecer de nada, porque esto significa fe, esperanza”.
Fe, esperanza, eco de las palabras que diría también Liliana Guzmán, quien llegó bien temprano de Maracay, estado Aragua: “A partir de que el presidente Chávez el 4 de febrero de 1992 dijo ‘por ahora’ le dio al pueblo una esperanza de que podía haber un cambio. Ese ‘por ahora’ no podía resolverlo todo pero le decía a la gente que estaba comenzando algo, que podía haber un cambio”, agregaría.
Pero también justificó la existencia de las UBCH, condenadas abiertamente por el sector opositor: “Las UBCH no son para hacer relleno y movilizar gente. Ahí hay gente que se está formando política e ideológicamente”.
Pero esa formación no es abstracta, explicaría más adelante Guzmán, pues eso da pie al cumplimiento de una de las labores esenciales de esta figura organizativa: “Apoyar a la Revolución Bolivariana, y ayudar sobre todo a las instancias de organización popular, llámese consejos comunales, llámese movimientos sociales, llámese comunas, consejos obreros. Esta es la columna vertebral de lo que va a ser la revolución en un futuro”.
Por eso Renny Colmenares, de la parroquia La Vega, demandó unión entre las UBCH como instancia de organización política y el poder popular. “Porque si no es así, ¿qué estamos haciendo?”, se preguntó Colmenares.
Texto: Juan Ibarra- Prensa MinComunas
Fotos: Milangela Galea- Audiovisuales MinComunas
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