miércoles, 26 de marzo de 2014

Egipto: El jefe del Ejército renuncia al cargo para presentarse a las elecciones


Abdelfatah al Sisa las elecciones

Abdelfatah al Sisi

ABDELFATAH AL SISI

El Cairo, marzo 26 - El jefe del ejército egipcio Abdelfatah al Sisi puso ayer punto y final a meses de especulaciones. El urdidor del golpe de Estado que frustró la primera experiencia en el poder de los Hermanos Musulmanes renunció a su cargo a última hora de la tarde, colgó el uniforme y estrenó traje de civil para convertirse en candidato a presidente del país más poblado del mundo árabe. "Es la última vez que me verán con este uniforme". "Anuncio humildemente mi intención de aspirar a la Presidencia de Egipto. Estoy respondiendo a la llamada del pueblo", agregó.

Al Sisi subrayó los "duros desafíos" que afronta el país con "millones de jóvenes desempleados" y una " "economía débil" y prometió "recuperar y reconstruir Egipto". Durante la alocución, avanzó incluso las claves de un programa electoral volcado en lograr un "país moderno y democrático" y "libre de miedo y terror". "Una nación para todos sin exclusión", insistió quien ha liderado desde hace nueve meses la campaña de represión más feroz en décadas contra islamistas y disidencia secular. "No puedo ofrecer milagros pero sí trabajo duro y abnegación", aseveró tras señalar que es tiempo de "detener intrusiones y faltas de respeto". "No interferimos en los asuntos de otros países y no aceptamos interferencia en los nuestros".

Al Sisi, de 59 años, presentó su dimisión en una reunión de la cúpula castrense a la que asistió el presidente interino Adli Mansur, recién aterrizado de la cumbre de la Liga Árabe en Kuwait. En el encuentro, fue elegido su sucesor. El hasta ahora jefe del estado mayor del ejército Sedki Sobhi, de 58 años, fue ascendido a general por Mansur y toma las riendas de una institución enfrascada en sofocar la insurgencia yihadista que ha logrado llevar su desafío desde su territorio original, la península del Sinaí, al delta del Nilo y El Cairo.

Y mientras los uniformados cerraban filas en torno a su candidatura, las calles volvieron a ser escenario de la polarización que ha hecho descarrilar la transición hacia la democracia. Las protestas de los partidarios del derrocado Mohamed Mursi se saldaron con al menos un muerto y una treintena de heridos. Un joven de 18 años perdió la vida en los choques entre estudiantes y policía en las inmediaciones de la universidad de El Cairo. En otra vuelta de tuerca de la persecución judicial, la fiscalía egipcia abrió ayer dos macrojuicios contra 919 islamistas por asesinato de seis policías, intento de homicidio de medio centenar de personas e incitación a la violencia. El anuncio se produce después de la condena a muerte de 529 simpatizantes de Mursi dictada el pasado lunes por un tribunal del sur del país.

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