Caracas, 22 de diciembre de 2014.- Con la rectificación del gobierno de
Estados Unidos en torno a la política "obsoleta" contra Cuba y las
sanciones contra de Venezuela, el analista político venezolano Leopoldo
Puchi considera que la administracioń de Barack Obama, da un paso
adelante al enmendar su visión frente a Cuba, pero retrocede otro al
aprobar una legislación que establece normas y determina penas contra
los ciudadanos venezolanos.
En ese último tópico, Puchi, en un artículo de opinión difundido este domingo, enfatiza que "este tipo de conductas de un Estado, que lesionan las potestades de otro Estado tienen por finalidad doblegar su voluntad y forzarlo a adoptar determinadas conductas políticas, o presionar para el desplazamiento de sus gobernantes".
Para Puchi este tipo de acciones hostiles son consideradas como actos de guerra de baja intensidad, razón por la cual considera que tras estas sanciones lo natural hubiese sido que los diferentes sectores del país rechazaran de manera unánime el intento de imponer disposiciones políticas desde el exterior.
Sin embargo, ello no ha ocurrido pues los bloques de derecha que conforman la oposición, quienes han expresado en reiteradas oportunidades su respaldado a la intervención extranjera y han aceptado que la sociedad civil venezolana "sea tutelada por otro Estado".
En tal sentido, Puchi considera que esta división conlleva a una situación delicada y peligrosa para la supervivencia de Venezuela como nación independiente.
Resaltó que ha sido una porción "de la élite del país, la que se ha inclinado a favor de la cesión de parte de la soberanía nacional".
La historia ha demostrado, añade el analista, que la preservación de la independencia de una nación depende de la mentalidad de sus clases políticas e intelectuales.
"Si se dividen sobre esta materia, si una parte de ellas admite una soberanía limitada, puede ocurrir una verdadera desgracia", sentenció.
En ese último tópico, Puchi, en un artículo de opinión difundido este domingo, enfatiza que "este tipo de conductas de un Estado, que lesionan las potestades de otro Estado tienen por finalidad doblegar su voluntad y forzarlo a adoptar determinadas conductas políticas, o presionar para el desplazamiento de sus gobernantes".
Para Puchi este tipo de acciones hostiles son consideradas como actos de guerra de baja intensidad, razón por la cual considera que tras estas sanciones lo natural hubiese sido que los diferentes sectores del país rechazaran de manera unánime el intento de imponer disposiciones políticas desde el exterior.
Sin embargo, ello no ha ocurrido pues los bloques de derecha que conforman la oposición, quienes han expresado en reiteradas oportunidades su respaldado a la intervención extranjera y han aceptado que la sociedad civil venezolana "sea tutelada por otro Estado".
En tal sentido, Puchi considera que esta división conlleva a una situación delicada y peligrosa para la supervivencia de Venezuela como nación independiente.
Resaltó que ha sido una porción "de la élite del país, la que se ha inclinado a favor de la cesión de parte de la soberanía nacional".
La historia ha demostrado, añade el analista, que la preservación de la independencia de una nación depende de la mentalidad de sus clases políticas e intelectuales.
"Si se dividen sobre esta materia, si una parte de ellas admite una soberanía limitada, puede ocurrir una verdadera desgracia", sentenció.
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