VALENCIA, 26/8/2016
De acuerdo a lo prometido por los dirigentes de la oposición venezolana,
con la llegada del primer día del noveno mes, se inicia en Venezuela una nueva
etapa, esta vez sí es en serio, no como la vez pasada, durante el golpe de
Estado y el paro petrolero, cuando, Carlos Ortega dijo, “es que se nos escapó de
las manos…”, y después a esconderse.
En verdad, desde mi opinión personal, este nuevo experimento es una cruzada
en contra de la paz y la tranquilidad social que tanto necesitamos, sin embargo
muchos venezolanos apoyan esta aventura política.
No admiten la realidad, y no le explican a sus seguidores que por culpa de
ellos mismos no se realizará este año el referendo revocatorio prometido a sus
simpatizantes.
Para este sector resentido y atormentado por la imposibilidad de aceptar la
existencia de un modelo político diferente al que ellos pregonan desde los
tiempos cuarto- republicanos, en las neuronas de estos señores la palabra
cambio no existe, el cerebro lo tienen bloqueado al diccionario del pueblo que
ansía igualdad, educación para todos por igual de calidad y gratuita, poder
para el pueblo, salud y viviendas dignas, participación en la toma de
decisiones que favorezcan en el desarrollo de las comunidades de bajos recursos
y más desposeídas.
Desde el pasado 6-D (elecciones de diciembre), han transcurrido más de ocho
(8) meses de una promesa incumplida, cuando prometieron la salida del
presidente Nicolás Maduro constitucionalmente, sin embargo los tiempos
calculados no cuadran y buscan una salida semejante a la de abril del 2002,
cuando intentaron abolir de un plumazo a todo el estado de derecho y sus
instituciones.
Cuando tan sólo faltan horas para que llegue el 1º de setiembre y se
produzca la tan anhelada “toma de Caracas”, muchos son los voceros de los
partidos de oposición que se encuentran sacando cuentas de cuál ministerio le
combina más para instalarse después de la salida del actual gobierno, pero esta vez no será tan fácil, me imagino que
los asesores del presidente deben haber tomado las previsiones necesarias para
evitar las locuras de algunos dirigentes y “niños bien” de la MUD.
Sin embargo muchos son los enemigos del presidente Maduro, tanto internos
como externos que giran instrucciones desde el norte y ahora también desde el
sur, hay que tenerlos en cuenta, y no descuidarse ni un segundo.
Señor presidente Maduro, al igual que en pasados escritos he acertado en
mis comentarios de situaciones políticas del país que han ocurrido, hoy día no
la tiene tan fácil, su error no escucha y piensa que los militares son la
solución a los problemas de la nación y ambos sabemos que no es así, oiga a los
pobres, copie lo bueno de las medidas tomadas por sus colegas en otras
latitudes sin necesidad de Inmolarse defendiendo la palabra socialismo,
emparejemos la carga primero y luego hagamos bases sólidas para el cambio
social, primero el país y su pueblo, veamos los cambios ocurridos en Cuba, en
Rusia en la China de Mao, no podemos ser más papista que el Papa.
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