La Confraternidad de Ministros del Estado Carabobo, CONFRAMINCA,
inspirada en el Artículo 4 de sus estatutos que indica que tiene por
objeto “La Unión de los Ministros Evangélicos de las diferentes
denominaciones y la defensa de los derechos e intereses de sus
Miembros…” establece como Código de Honor y Respeto entre sus agremiados
los siguientes enunciados, los cuales son garantes de la ética y
valores que requerimos manifestar como ministros del evangelio del Señor
Jesucristo en reuniones propias de la confraternidad, en el ámbito de
cada congregación en particular, ante los medios de comunicación social,
y cualesquiera acto público donde participen sus agremiados.
Justificación
Reconociendo que CONFRAMINCA es la unión de ministros y ministerios diferentes que hacen vida en la región carabobeña; los cuales a su vez se relacionan con otros ministerios del país y fuera de sus fronteras, se hace necesario establecer el Honor como cualidad moral que lleva a la persona a cumplir con los deberes propios, respecto a sí mismo, al prójimo, y su entorno, justificando así las conductas y relaciones sociales, como instancia articuladora del que hacer ministerial. Considerando que la ética estudia la moral, su justificación y aplicación; siendo esta teórica y filosófica, mientras que la moral es práctica, ya que proviene del interior del ser como resultado del conjunto de normas que elige voluntariamente aplicar según las circunstancias, establecemos a continuación una serie de normas que regirán y modelarán el comportamiento de sus agremiados.
Propósito del Código de Honor:
I- Reconocer que existe diversidad de criterios, por encima de una voz única y hegemónica de hombre o ministerio que pretenda estar sobre los otros; dando primacía al sentido de cuerpo en las reuniones, donde la multiforme gracia de Dios se expresa a través de muchos ministerios y dones que se aman, se reconocen y respetan mutuamente.
II- Entender que, por ser una diversidad de ministerios, algunos pertenecen a una organización o concilio, otros son independientes, y otros están bajo una cobertura nacional o internacional; por lo tanto, es necesario expresarnos de manera respetuosa, considerada y de altura en las relaciones interpersonales vía oral o por escrito. Para ello nos comprometemos:
Justificación
Reconociendo que CONFRAMINCA es la unión de ministros y ministerios diferentes que hacen vida en la región carabobeña; los cuales a su vez se relacionan con otros ministerios del país y fuera de sus fronteras, se hace necesario establecer el Honor como cualidad moral que lleva a la persona a cumplir con los deberes propios, respecto a sí mismo, al prójimo, y su entorno, justificando así las conductas y relaciones sociales, como instancia articuladora del que hacer ministerial. Considerando que la ética estudia la moral, su justificación y aplicación; siendo esta teórica y filosófica, mientras que la moral es práctica, ya que proviene del interior del ser como resultado del conjunto de normas que elige voluntariamente aplicar según las circunstancias, establecemos a continuación una serie de normas que regirán y modelarán el comportamiento de sus agremiados.
Propósito del Código de Honor:
- Impulsar desde CONFRAMINCA normas básicas que permitan el Respeto como valor vivido entre sus agremiados, para un mejor desenvolvimiento, aceptación y tolerancia en las relaciones interpersonales.
- Fomentar el Espíritu de Unidad que demanda nuestro Señor Jesucristo a Su Iglesia para alcanzar proyectos comunes que bendigan a la Iglesia, a la ciudad y a la nación.
- Extender de una forma más efectiva el evangelio del Reino de nuestro Señor Jesucristo, con el mensaje más poderoso que posee la Iglesia como lo es El Testimonio de Vida.
CÓDIGO DE HONOR CONFRAMINCA.
El conjunto de valores y reglas morales que rigen a la Confraternidad
de Ministros del Estado Carabobo el cual suscribimos plenamente, son
las siguientes:- El Amor. Como valor primordial, es necesario el amor entre los ministros, hermanos y demás personas, obedeciendo el mandato dado por nuestro Padre Celestial. Esto implica la aceptación de nuestro prójimo bajo el criterio diáfano y claro de las Santas Escrituras, que estipulan el extender nuestro amor incondicional para todo aquel que convenga hacer lazos con nosotros, en todo aquello en lo que seamos de común interés y beneficio, sin distinción de raza o cultura; así como también, la ayuda mutua para ser bendecidos igualmente. Un miembro de esta organización está en el deber de amar a Dios y a todos los demás miembros conforme lo demandan Las Escrituras. Lo contrario al amor es el odio, la indiferencia, el desprecio, el rechazo. (Dt. 6:4-5; Mt. 22:34-40)
- La Santidad. Este valor debe estar implícito en el corazón de todo hijo de Dios, ya que Él mismo nos ha llamada a ser como Él. Todo hijo de Dios, y especialmente los ministros de Su altar, debemos vivir separados del pecado. Todo miembro de esta organización debe practicar la santidad en cualquier circunstancia que tenga que experimentar. La santidad no significa religiosidad. Lo contrario a la santidad es la impureza, la iniquidad, la hipocresía, la desobediencia y rebelión al precepto bíblico (Lev. 19:2; 1ª. Cor. 1:2; 1ª. Ped. 1:15-16)
- La Integridad. Es un valor que determina la solidez de la fe, de la confianza en Dios, mostrando una absoluta pureza, entereza y rectitud de carácter, sin mostrar dobleces o zonas oscuras en el comportamiento. Lo contrario a la integridad es la corrupción y la parcialidad. (Jos. 24:14; Salmo 15:2; Tito 2:7)
- El Respeto. Es la capacidad de reconocer, valorar, apreciar, aceptar y atender al prójimo sin diferencia alguna. Contribuye grandemente a la armonía. Lo contrario al respeto es la desconsideración, la desobediencia, el desprecio, el vilipendio, la injuria, y el perjurio, etc. (Mt. 7:12; 1ª. Tim. 5:19)
- La Lealtad. Es la expresión del apego indeclinable al compromiso de cumplir fielmente, los acuerdos, pactos, leyes, normas y valores establecidos en una relación hacia personas, comunidades u organizaciones, sin importar las condiciones adversas que se presenten. Lo opuesto a la lealtad, es la traición. (Lam. 3:14; Os. 9:15; Miq. 2:10)
- La Honestidad. Así como los demás valores que se mencionan en este Código de Honor, la honestidad viene demostrada en la congruencia entre el pensamiento, las palabras y los hechos, mostrando así la honradez en todo proceder, sin doblez alguno. Todo miembro de esta organización debe ser auditable en todas las áreas de su vida. Lo contrario a la honestidad es la deshonestidad y/o falsedad. (Tito 1:7-9)
- La Sujeción a la autoridad. Partiendo del Principio de Establecimiento de la Autoridad, reconocemos que toda autoridad es puesta por Dios; y por lo tanto, debemos sujetarnos a esa autoridad; sin menosprecio alguno, porque sería oponerse a la voluntad y propósito de Dios. Lo contrario a la sujeción a la autoridad se describe como rebelión, siempre y cuando cumpla con el precepto moral de la obediencia así cómo lo anunció el Apóstol Pedro en Hechos 5:29 “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Romanos 13:1-7; 1ª. Ped. 2:13; 1ª. Sam. 15:23)
- El Compromiso. Se valora el compromiso como una obligación contraída voluntariamente, demostrando la responsabilidad en el cumplimiento de la tarea adquirida o encomendada. Un miembro de nuestra organización, está comprometido en el cumplimiento del Código de Honor y las demás funciones o tareas que le sean confiadas. Lo contrario al compromiso es la negligencia, la apatía, y la indiferencia. (Mt. 16:23; Lc. 9:62; Lc. 14:33)
- El Compañerismo. Se entiende como la actitud de las personas que se acompañan y se apoyan entre sí, generando un sentimiento de unidad que les permite además servirse y lograr objetivos cómo funcionan los equipos. Lo contrario al compañerismo es la insolidaridad. (Prov. 3:32; Hch. 2:42; 1ª. Juan 1:3)
- La Solidaridad. Se reconoce como el apoyo o la adhesión a una causa o a las personas, que se brinda en circunstancias que lo ameritan. Implica apoyo, respaldo, ayuda y protección. (Dt. 15:11; Mt. 25:35-40; Gal. 6:1-2)
I- Reconocer que existe diversidad de criterios, por encima de una voz única y hegemónica de hombre o ministerio que pretenda estar sobre los otros; dando primacía al sentido de cuerpo en las reuniones, donde la multiforme gracia de Dios se expresa a través de muchos ministerios y dones que se aman, se reconocen y respetan mutuamente.
II- Entender que, por ser una diversidad de ministerios, algunos pertenecen a una organización o concilio, otros son independientes, y otros están bajo una cobertura nacional o internacional; por lo tanto, es necesario expresarnos de manera respetuosa, considerada y de altura en las relaciones interpersonales vía oral o por escrito. Para ello nos comprometemos:
a. En Hablar y escribir palabras de bien y
no de mal de ningún ministro. Respetaremos la investidura que está
sobre él en nuestras reuniones, nuestros púlpitos, redes sociales, en
cualquier ambiente o medio de comunicación.
b. Nos comprometemos a enseñar a nuestras
congregaciones, a respetar y valorar el trabajo de los Ministros de
Dios; sean cuales fueren sus diferencias, edificando sus vidas y
ministerios, utilizando todos los medios de comunicación social
disponibles; incluyendo las redes sociales, para distinguir y honrar su
nivel, e impulsarles y proyectarles a la comunidad.
c. Reconocemos la Palabra de Dios
contenida en las Santas Escrituras como eje fundamental de nuestras
vidas, fuente de inspiración de nuestros valores éticosmorales, y es
ella la fuente de consulta de CONFRAMINCA cualquiera sea el caso que no
sea cubierto por este Código de Honor, garantizando de esta manera un
buen nivel de tolerancia, aceptación, reconocimiento y respeto por
quienes integramos esta confraternidad.
Al estar plenamente de acuerdo y aceptar este Código de Honor como el
conjunto de valores y reglas morales que rigen a la Confraternidad de
Ministros del Estado Carabobo, procedo consciente y voluntariamente a
suscribir este Código con mi firma personal como Ministro del Señor
Jesucristo y miembro de CONFRAMINCA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario