“Vamos a la Revolución Comunicacional en Medios,
Redes, Calles y Paredes o con otros formatos que irrumpan contra la canalla
mediática que tanto odio ha creado”
Contacto con Maduro”. 20 de
noviembre del año 2016.
Por Brunilde Isabel palacios y Antonio José Guevara
Prensa Alternativa y Comunitaria EL NEGRERO
La revolución Bolivariana viene tomando en su
agenda con mucha importancia los
aspectos que tienen que ver con la Comunicación
Popular Alternativa y Comunitaria, a la cual se le ha dado carácter prioritario,
es decir, porque es necesario hacer cambios profundos y mediatos con extensión planetaria
y respuesta contundente[1];
en vista que desde hace 18 años
cuando se inició la Revolución Bolivariana…, Venezuela se ha convertido en el
centro de los ataques de fuerzas multinacionales y trasnacionales, por no responder a intereses imperiales y si a los
que tienen que ver con los del pueblo venezolano, donde hemos visto que le ha
tocado, estar en el centro de los ataques, convirtiéndose en una brutal
arremetida mediática, simbólica, económica, política, etc., que no ha cedido ni
un milímetro y donde se han aplicado todas las fórmulas (las que conocíamos y
ya habíamos superado y la que estamos conociendo), y muchas otras (Guerra
psicológica, sistémica, política, al sistema eléctrico, Guerra petrolera, etc.)
donde la guerra económica, financiera, de todo símbolo se han convertido en sus
mecanismo principal.
En esta
realidad es necesario tomar los muros, las paredes, las redes, las calles y los
medios, en las comunas, en las escuelas, en las fábricas, en donde podamos hacer
visible el sentimiento bolivariano, como nuestra irreverencia y que tal
actitud, nos permita convertir este instrumentos de comunicación en la
vanguardia de la semántica, de la sintaxis, de la semiología y de la ideas, para
contrarrestar esos mensajes de odio en profundidad que nos trasmiten a través
de los diferentes medios de información de masas…, porque tal estrategia debe
incorpora a los organismos públicos y sociales, en esa necesidad de hacer
praxis comunicacional y para ello, es necesario renovar las técnicas, la
imaginación, las estrategias y planes a desarrollar para convertirnos en fuerza
global, en factor decisivo y organizador para que nunca más nos quedemos
silenciados ante las acometidas, el avasallamiento que tienen en Venezuela los
sectores de oposición conjuntamente con el sector económico incrustado en
FEDECAMARA Y COSOCOMERCIO, acompañados de las trasnacionales de la comunicación.
Para nadie es mentira que hemos padecido, episodios
sistemáticos de abuso delincuencial contra la voluntad democrática del pueblo
venezolano, por ejemplo, desde que la Revolución Bolivariana inició
transformaciones decisivas y ejemplares en los social, en los legislativo,
jurídico, político, electoral, cultural y en lo económico, se ha atropellado
por una serie de agresiones escandalosas que no han tenido castigo y han
actuando con toda impunidad, protegidas por las organizaciones internacionales que se
auto-proclaman defensoras de la “libertad de expresión”, de la “independencia
de los medios” o de parte de los defensores de los de los Derechos Humanos.
Silencio absoluto hemos visto por parte
de la UNESCO, SIP y OEA… silencio de la FELAFACS, INVECOM y de otras… en
suma, silencio de los organismos y asociaciones de profesionales que debieran
tener respuesta rápida contra toda forma de golpismo mediático…, y sin embargo,
no hemos oído ni una palabra frente al grotesco periódico español “El País”
que, por ejemplo, publicó la fotografía de una persona en un quirófano y la
promovió (a sabiendas de su falsedad) como la imagen de Hugo Chávez o contra la
manera como copian escenarios y como trasladan contra nuestro país esos mensajes
de odio con una serie de contenido que dejan claro su perversión mediática para
hacen ver que esas imágenes está pasando en el país.
Sabemos
bien que los abusos mediáticos no se reducen a un sólo país y que mientras se
fortalece la alianza mediático-militar (OTAN/mediática) los pueblos se ven
silenciados, amenazado por su poder bélico…,en el que se toman decisiones a
inconsulta, como cuando se borra de un
plumazo una “Ley de Medios”, como lo que sucedió en Argentina. Lo que quiere
decir que hay que ver cómo avanza el poderío tecnológico basado en una
asimetría grotesca en las condiciones y oportunidades para que los pueblos
accedan a una tecnología sustentable sin la extorsión de la caducidad
programada por el mercado, como se impone tal poder y que lo que le
espera a la humanidad en caso de que esta tecnología comunicación este en mano
solamente de los imperios internacionales.
Creemos
que el Gobierno Bolivariano ha entendido bien la importancia que tiene hacer
una revolución de la Comunicación que abarque la enseñanza, que haga visibles a
los estratos venezolanos que se encuentra en vulneración (como es el caso de
los venezolanos y venezolanas de piel oscura)…, las luchas históricas de los
pueblos y su herencia simbólica poderosa y vivificante, así como la urgencia de
renovar las agendas, potenciarlas a partir de lo que piensan, sienten los
pueblos y no de los intereses de los semiólogos, de los publicistas,
de los comerciantes o de los gobernantes serviles al modelo de mercantilización
desaforada que ha creado una llaga, dolorosa y profunda en nuestro país y en el
mundo, en el que tenemos que superar una serie de debilidades y para ello, se
tienen que incrementar una modalidad de trabajo sin segó, que tenga como fin recoger
las herencias de generaciones, basado en un programa con principios humanistas
y revolucionarios, capaces de modelar acciones y metas para que en el corto, el
mediano y el largo plazo, se puedan ver sus efectos positivos y nosotros como
pueblo podamos crecer y donde se haga presente, la coordinación, organización y unidad inmediata, a través de un Frente
Único capaz de superar los sectarismos, empirismo, pragmatismos y pesimismo…, y
para ello se requiere de empoderarnos de unos contenidos totalmente diferentes
y de un trabajo político imaginativo y confiable, que nos apersone, recorriendo
puertas y oídos para articular y salvaguardar las más diversas identidades, en
un esfuerzo de unidad de lo diverso que nos permita trabajar juntos en las
coincidencias, sin que las divergencias nos frenen y nos desunan, porque no hay
tiempo que perder, puesto que los imperios mediáticos se re-acomoda
diariamente, se alían, gana adeptos, se compran entre sí, se expanden… y operan
como armas de guerra ideológica mercantilista e inhumana.
Es por ello que la Revolución de
la Comunicación tiene que tener el desafío de profundizar la crítica contra el
modelo mediático dominante, contra esas posiciones oscura que hace que los
medios alternativos y comunitarios en Venezuela no avancen. A pesar de contar
con un medio jurídico que no es el más adecuado (Ley de la Comunicación
Popular), pero que existe y ya está aprobado y tiene la tarea de impulsar el
nacimiento del “Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación” en
nuestrom país …., pero ello requiere de planteamientos claro y cónsonos que
empoderen al pueblos contra la lucha semiológica y tecnología emancipadoras.
Eso requiere apoderarse de una actitud que no admitan reconciliaciones ni
reformismo y donde se instaures una etapa nueva de la Patria Digital Emancipada
que fortalezca la Revolución del Espíritu y la Revolución Semiótica que
aguardan su oportunidad para concatenarse en una sola Revolución, desde abajo y
es algo que tienen que comprender quienes se encuentran accionando la
Comunicación Alternativa y Comunitaria (CAC) que es diferente a la Comunicación
Popular (CP), puesto que “La comunicación alternativa
es un instrumento de la lucha popular contra el poder, de ahí que una de las
diferencias fundamentales entre la teoría de la comunicación alternativa y la
teoría de la comunicación dominante deba encontrarse en el área de la teoría
del emisor y en las condiciones de producción del significado” (Moragas Spà, en Vidal Beneyto, 1979, p. 78)[2],
porque además de poseer un reto epistemológico, debe tener también un desafío
ético y político, al que conviene responder tanto con la generación de teoría
crítica como con conocimiento práctico orientado a construir una comunicación
más justa y humana. Este es precisamente el contexto en el que nos situamos con
el ánimo de denunciar la invisibilidad de un tipo de comunicación que a lo
largo de décadas se ha mostrado especialmente útil para la construcción de
ciudadanía, cultura democrática o mejoras sociales: la comunicación alternativa
y para el cambio social.
Desde luego, la única manera de evitar que semejante convocatoria no
quede se haga realidad concreta, es actuar de inmediato y colectivamente,
porque no hay lugar a los regateos ni a las especulaciones y mucho menos a la
presunciones, porque jugar al coqueteo o hacerse desear, implica
irresponsabilidad suprema hija de una egolatría perversa que ya nos hizo
padecer derrotas y humillaciones feroces (izquierdismo infantil). Por ello
debemos madurar en las categorías que debemos
manejar sobre la lucha de clases en la construcción de lo social que,
desde las bases le den sustento y coherencia revolucionaria a todos los
episodios y las tareas que urgen en lo inmediato y en lo mediato.
Démosle la bienvenida activa a su valor político sin retroceder un solo
paso en las conquistas ganadas, por todos los que luchan por consolidar en el
pueblo, las herramientas y los conocimientos en materia de Información y
Comunicación al servicio de las tareas supremas, porque llegó la hora de cerrar
filas y frenar con acciones más contundentes las guerras mediática, económica,
simbólica , política, que se ha instaurado en Venezuela, porque ello
significaría, salvar a un país sin amos imperiales, sin esclavos, sin clases
sociales y con voces múltiples dignas hablando de futuro y felicidad para todos
y aquí la Comunicación Alternativa y Comunitaria (CAC) juega un papel muy
importante…, puesto que expresan el “carácter situado” de la generación del conocimiento, su
análisis conjunto permite observar que es una comunicación orientada al cambio
social, tanto por sus contenidos, como por sus estructuras organizativas
-participativas, democráticas, transparentes-, que debe procurar una coherencia entre su discurso y su praxis,
ya que cada vez que nos comunicamos introducimos innovaciones en el entramado
social.
De acuerdo a esto, la comunicación es el saber aplicado que estudia el vínculo
histórico, teórico y procedimental entre los procesos comunicativos y la mejora
de las condiciones de vida humana. Más específicamente, el campo se orienta al
diseño, ejecución y evaluación de estrategias de cambio social en el ámbito
individual, social y medioambiental, ya sea con apoyo de una información de
carácter instrumental o desde un enfoque eminentemente comunicativo. Es por
ello que se puede ser considerada como una de las disciplinas más antiguas del
campo comunicacional (Sin embargo, su estatuto epistemológico sigue siendo uno
de los más controvertidos). Esto es debido a que su origen y finalidad son
eminentemente prácticos; es decir, sus inicios no se sitúan en el terreno
teórico, sino en la praxis misma tanto de los movimientos sociales como de las
primeras instituciones de ayuda al desarrollo. En palabras de Luis Ramiro Beltrán
(2005)[3],
la comunicación para el desarrollo nació de forma paralela, aunque con
promotores, premisas y objetivos diferenciados en dos regiones tan distintas
como cercanas entre sí: EE.UU. y Latinoamérica. Este origen está en la base de
los dos principales paradigmas en torno a los cuales ha evolucionado el campo
hasta el momento presente: el “modernizador” y el “participativo”.
Por lo
tanto, una orientación crítica y el compromiso con una praxis transformadora,
debe hacerse presente cuando se va a discutir un ordenamiento jurídico ( Como
la Ley del Comunicador Popular) y no partir solamente del deber, cuando intenta viabilizar una serie de tipos
comunicación en el que se hace presente solamente la visibilización del medio
(Ley del Comunicador Popular-LCP-), partiendo de un Sistema Nacional de la
Comunicación Popular, integrado por tres Instancias (la Municipal, Estadal y
Nacional) y se deja de lado, la protección y fortalecimiento de los comunicadores
y comunicadoras, acéfalo de toda protección, olvidándose que éste es parte de
la sustentabilidad del medio y que por lo tanto debe gozar de una serie de prerrogativas
que deben encajar en la Mayor suma de Felicidad Posible y en el que se deja
claro que en su constructo, no se tomó en cuenta…, el carácter
histórico, dialéctico y dinámico de la investigación social[4];
la vinculación teoría y praxis; el pensamiento “negativo” y el cuestionamiento
de los procesos de producción y reproducción social; o la esencia normativa y
ética de toda, en el que se debe entender que debemos hacer comunicación como un
proceso de diálogo público y privado a partir del cual las gentes deciden
quiénes son, cuáles son sus aspiraciones, qué es lo que necesitan y como pueden
administrar colectivamente para alcanzar sus metas y mejorar sus vidas y por
ello quienes estamos interactuando con la comunidad, no hacemos comunicación
Popular, sino alternativa y comunitaria y va a ser alternativa, en la medida que asuma la complejidad
de esos procesos, si junto al lenguaje del medio se investigan los códigos de
percepción y reconocimiento, los dispositivos de enunciación, códigos y
dispositivos en los que se materializan y expresan confundidos…, ya la memoria
popular y el imaginario del pueblo o es aquella que
se desarrolla, parten de la idiosincrasia y necesidades de los imaginarios que
la integran o son parte de de su medio de irradiación, donde emisores y
receptores intercambian continuamente sus posiciones; aquella que está definida
prioritariamente para la participación de todos los sujetos que en ella
intervienen, sobre todo aquellos a los que más directamente les atañe el
proceso en el que están incluidos.
[1]
Como lo
soñó el Movimiento de los no Alineados en 1973 o como fue manifestado en el
“Informe MacBride” en 1980. “Un solo mundo voces múltiples”
[2] MORAGAS, Miquel de (1979) “El
trabajo teórico y las alternativas a los „mass media‟”. En J. Vidal
Beneyto
(Ed.): Alternativas populares a las comunicaciones de
masas. Madrid:
Centro de Investigaciones
Sociológicas-CIS.
63-82.
[3] BELTRÁN, Luis Ramiro (2005) “La
comunicación para el desarrollo en Latinoamérica. Un recuento de medio siglo”. Presentado
en III Congreso Panamericano de la Comunicación. 12-16 Junio. Buenos Aires
(Argentina). [www.portalcomunicacion.com, consultado el 27/12/2009].
[4] El punto de vista se sitúa entonces
entre el “ser” y el “deber ser” de la comunicación; o lo que es lo mismo, entre
el terreno de lo estrictamente observable y el de la utopía hacia la cual
avanzar para construir un mundo más justo.
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