domingo, 25 de febrero de 2018

Rusia sigue privada de la ceremonia de clausura de Pyeongchang 2018

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Fin del suspense: la bandera rusa no ondeará este domingo durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang, después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) decidiese mantener la suspensión de Rusia, sancionada por su sistema de dopaje institucionalizado.
  Los 168 deportistas rusos de la delegación -a excepción de los dos que dieron positivo- invitados a Pyeongchang bajo bandera neutral, esperaban poder entrar el domingo al estadio olímpico siguiendo su bandera tricolor en la ceremonia que pondrá el punto final a los Juegos.
  Pero el COI decidió lo contrario: por unanimidad, los 51 miembros que votaron estimaron que, a pesar de que la delegación rusa había "respetado el espíritu" de la decisión del 5 de diciembre por la que fueron suspendidos, los dos casos de dopaje durante estos quince días no permitieron levantar la suspensión.
  La decisión de suspender al Comité Olímpico Ruso (ROC), tomada el 5 de diciembre, establecía la posibilidad de levantar dicha suspensión el último día de los Juegos de Invierno, con el fin de permitir a los deportistas rusos desfilar bajo la bandera del país, después de haber participado en las pruebas y desfilado en la ceremonia inaugural bajo bandera neutral.

  El COI "habría podido considerar el levantamiento de la suspensión en la medida en que la delegación de Deportistas Olímpicos de Rusia (OAR) respetase la decisión del COI del 5 de diciembre".
  "Sin embargo, dos deportistas de la OAR fueron declarados dopados en Pyeongchang. Esto supone una gran decepción y no permite al COI considerar el levantamiento de la suspensión del ROC en la ceremonia de clausura", decidió el COI.
  El COI no precisó ninguna fecha futura para estudiar de nuevo el posible levantamiento de la suspensión, pero podría ser "una vez que la Unidad por el deporte sin Dopaje (DFSU) confirme que no haya otros" casos de dopaje. Lo que podría llevar "desde unos días hasta unas semanas, según el COI", según una fuente del COI.
  El jugador de curling Alexander Krushelnitsky, medalla de bronce en curling mixto y positivo por Meldonium, un medicamento normalmente destinado a curar las anginas y las cardiopatías, supuso el primer caso de dopaje ruso, a comienzos de la semana.
  El segundo llegó con Nadezhda Sergeeva, 12ª en la prueba de bob a dos de los Juegos-2018, trimetazidina (utilizada para prevenir las anginas o las bajadas de agudeza visual).
  Un informe de la Agencia Mundial Antidopaje había destapado un vasto escándalo de dopaje institucionalizado en Rusia, especialmente durante los Juegos Olímpicos de Sochi-2014.
  Así pues, sólo 168 deportistas rusos considerados como 'limpios' fueron admitidos por el COI para participar en los Juegos de Pyeongchang.
  "Estos dos caos son casos individuales y aislados que no revelan un dopaje sistemático", reconoció Nicole Hoevertsz, miembro del COI.
  Jurista de profesión, Hoevertsz presidía el grupo encargado de supervisar el comportamiento de los deportistas rusos durante los Juegos y de asesorar a la Comisión Ejecutiva del COI.
  Esta última aplazó al domingo por la mañana una decisión que tenía previsto tomar el sábado por la tarde, lo que denota la intensa deliberación llevada a cabo.
  "Es fruto de una profunda reflexión, eso no puede ser decidido en 2 minutos. Creo que es la decisión correcta", reaccionó Jean-Christophe Rolland, uno de los tres miembros franceses del COI.
  El domingo, a unas horas de la ceremonia de clausura, la delegación de Deportistas Olímpicos de Rusia, con su acrónimo oficial (OAR), ocupaba el puesto 15º en el medallero, con un solo título, en patinaje artístico, por los 13 títulos logrados cuatro años atrás en Sochi en el momento de la clausura.

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