Carlos Machado Villanueva*
La necesidad que tenía la sociedad venezolana de una democratización de la comunicación, que es igual a decir que la voz de los que nunca la tuvieron, los excluidos, comenzase a ser escuchada, ha quedado confirmada desde el inicio de la revolución bolivariana, y he allí que la comunicación impresa alternativa y comunitaria hoy despliegue su acción por todo el país con decenas de periódicos que, aún y sus debilidades, conforman con base en sus fortalezas un importante factor de generación de opinión pública a favor de esta amplia transformación democrática y pacífica que desde hace 15 años experimenta la sociedad venezolana.
No querer ver lo ya evidente de este fenómeno comunicacional –en contra vía de lo que hizo el presidente Hugo Chávez en vida-, es desestimar toda la experiencia histórica acumulada tanto a nivel nacional como internacional, de cómo estos medios impresos de comunicación alternativa y comunitaria han jugado y juegan un papel destacado a la hora de informar y difundir contenidos que no sólo le permitan a la ciudadanía tener otro punto de vista sobre los hechos de mayor significación social e interés público, que es muy importante, pero que sumado a su papel en la formación de un lector crítico de prensa, se pierde de vista su impacto sociopolítico.
Detrás de estos colectivos de producción de comunicación impresa, se encuentra un contingente de personas militantes, y ello es lo primordial, de las mejores causas sociales, políticas y económicas asociadas a la justicia social, cuya labor es poner ante los ojos de la opinión pública no cualquier información, ni cualquier mensaje, sino precisamente ese que permitirá que la ciudadanía los abra más, y así pueda discernir con más elementos de juicio a su alcance cuál es el camino a seguir, pero más importante aún: le permita jugar su papel de sujeto de cambio, es decir, lo predisponga a movilizarse organizadamente en defensa sus conquistas políticas sociales y económicas.
Justamente en este momento histórico de la sociedad venezolana, cuando cada vez es más urgente crear un nuevo imaginario colectivo, la comunicación impresa (periódicos y revistas), puede decirse, con toda certeza, que constituye un factor nada desestimable que permite en no poca medida alcanzar la masa crítica deconsciencia antiregresiva (punto de no retorno), necesaria para acelerar – y mire que si ello es urgente ante tan feroz guerra mediática imperialista- los cambios revolucionarios que reclama nuestro país.
Si algún ejemplo cabe a estas alturas, este es precisamente el referido a la creación de un nuevo imaginario colectivo. Por decirlo de alguna manera, los medios impresos alternativos y comunitarios contribuyen hoy día, y en buena medida, a que la ciudadanía se apropie, vía el re-aprendizaje social, de un nuevo registro de prácticas sociales positivas verbalizadas, como pudiera ser precisamente la del antiimperialismo militante tan urgente.
O como dicen algunos lingüistas, de actos perlocutivos, o de habla, asociados a procesos de intersubjetivación que se hacen presentes en toda “comunidad de comunicación”, pero que además es, y no está permitido olvidar, “comunidad de vida”, de “vivir viviendo”, y de rechazo a la muerte, que es lo que oculta el proyecto capitalista tras sus bambalinas de individualismo y egoísmo como referentes de conductas ideales, como ese de “vive y deja morir”.
Y así, vemos cómo frente prácticas sociales fragmentadoras, incluidas sus verbalizaciones, y construcción de relatos, socialmente hablando claro está, claves para que las clases dominantes capitalistas perpetúen su dominio sobre las masas, surgen las que se le oponen, gracias a la que también se ha dado en llamar, comunicación liberadora o emancipadora, y en la cual se inscribe la labor de estos medios impresos alternativos y comunitarios hoy por hoy.
Esta pues sería una de las aristas del tema que tiene que ver con la innegable importancia de la comunicación alternativa y comunitaria impresa que, sería deseable, sus protagonistas principales: los colectivos productores de periódicos y revistas, debatiesen en un Primer Encuentro de Medios Alternativos y Comunitarios impresos, previsto para realizarse en Caracas en este mes de octubre.
Se trata además, de plantar batalla, contra tesis que parecen apuntar, si no a la desaparición de los medios impresos alternativos y comunitarios, si a su “enanización” en todos los sentidos, con el agravante de que estas provienen de visiones “tecnócratas capitalistas- también en todos los sentidos, como aquello de que “las grandes audiencias y tal”, con su tufillo de desprecio a la voz que ha surgido desde abajo, desde el pueblo, con su contundente labor de guerrilla comunicacional victoriosa, para quedarse para siempre.
*Integrante del Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC)
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