viernes, 20 de febrero de 2015

“No habrá impunidad, Ledezma está detenido”



hola, comparto dos notas publicadas hoy en un medio argentino (Notas.org.ar), uno de los pocos que por estas horas no está presentando a Antonio Ledezma como un demócrata perseguido por el "régimen".

La primera es sobre la detención del alcalde metropolitano y la segunda sobre las palabras de Maduro a los Consejos Presidnciales de Gobierno Popular, convocándolos a tomar nota de la situación y organizarse para resistir.

Como comentaba en correos anteriores, urge la solidaridad activa con Venezuela, ante el impresionante ataque político y mediático que intenta presentar a golpistas como "perseguidos políticos" y a EEUU -¡nada menos!- como "preocupado por la democracia y los derechos humanos".

Interesados/en en coordinar acciones de solidaridad, escribir a lospueblosoconvenezuela@gmail.com

abrazos
fernando


“No habrá impunidad, Ledezma está detenido”
El jueves 19 de febrero, la Justicia venezolana ordenó la captura y el procesamiento de Antonio Ledezma, alcalde del Gran Caracas y uno de los máximos referentes de la extrema derecha. Está acusado por su participación en el plan golpista desarticulado el 11 y el 12 de febrero.
Reunido con todos los Consejos Presidenciales de Gobierno Popular, Nicolás Maduro aseguró que “no habrá impunidad: para que haya paz, tiene que haber justicia”.
La detención del alcalde metropolitano representó para los sectores chavistas un motivo para celebrar. Ledezma tiene un largo historial represivo: es responsable político por numerosos asesinatos desde los años 80 hasta el golpe de Estado de 2002, siempre al mando de la policía Metropolitana, hoy disuelta. Recientemente fue uno de los líderes de “La Salida”, donde participaron grupos paramilitares como el encabezado por Lorent Gómez Saleh, de la ONG Operación Libertad, quien reconoce a Ledezma como su principal referente. Su involucramiento en el último intento de golpe no sorprende a ninguna persona que viva en Venezuela y se informe, sea del signo político que sea.
La trama del golpe
El 12 de febrero, el presidente Nicolás Maduro informó al país que ese día y el anterior las Fuerzas Armadas detuvieron a varios oficiales de la Aviación Bolivariana, que integrarían la pata militar de un plan para disolver las instituciones y formar un gobierno de orientación neoliberal, pronorteamericano.
Entre los implicados hay tres generales y al menos cuatro tenientes, entre ellos pilotos e instructores de vuelo que eran los encargados de llevar a cabo la operación. La acción consitía en el bombardeo del Palacio de Miraflores y de Telesur, entre muchos otros blancos ubicados en el centro y en el este de Caracas. Según las declaraciones de los detenidos, EEUU no sólo les concedió asesoramiento y visas en tiempo récord a principios de febrero, sino que funcionarios de la Embajada norteamericana tuvieron activa participación en varias reuniones donde se elaboró el plan.
Entre las caras “políticas”, el lugar principal lo tendría el sector de ultraderecha que impulsó el fallido intento de “La Salida” en 2014. Antonio Ledezma, Leopoldo López y María Machado iban a liderar el llamado “gobierno de transición”.
Otro alto dirigente acusado es el diputado Julio Borges, de Primero Justicia, que es el partido de Henrique Capriles. No se lo acusa de algo menor: la información brindada por los oficiales es que Julio Borges fue quien señaló los blancos militares, llamados “objetivos tácticos” en la documentación obtenida. La bancada del PSUV anunció que el próximo martes pedirá su desafuero.
Maduro llama al pueblo en defensa de la Patria
En reunión con los Consejos Presidenciales de Gobierno Popular en el Balcón del Pueblo, Maduro se refirió a la detención de Ledezma, en el marco de la creciente agresión desde EEUU. El presidente destacó las declaraciones “amenazantes, peligrosas”, de todos los altos funcionarios de EEUU, país que -aseguró- ya tomó la decisión de derrocarlo.
“El señor Ledezma fue capturado para que responda por todos los delitos cometidos contra la paz, contra la seguridad, contra la Constitución. Pido el apoyo de todo el pueblo para consolidar la paz, a través de la justicia”, expresó.
“El que no está de acuerdo con la Revolución, se le respeta, puede organizar un grupo político, presentarse a elecciones. Tienen gobernadores, alcaldes, diputados, concejales. La próxima elección será la número 20. De las 19 anteriores hemos ganado 18”, agregó. “En medio de esta circunstancia no pidan debilidad en mí. No, mano de diálogo y construcción y al lado de esa mano, el puño de hierro chavista para castigar la conspiración, venga de donde venga”. Por estas horas, es de esperar que Julio Borges y otros dirigentes estén cavilando qué hacer ante una inminente detención.
La apuesta de la derecha
En las primeras reacciones tras las denuncias, la oposición -todavía nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD)- salió a apoyar en bloque a los dirigentes implicados. Eso no necesariamente se traduce en capacidad de movilización. De hecho, las últimas dos marchas convocadas por la derecha, el 12 de febrero -a un año de las guarimbas- y el miércoles 18 -a un año de la detención de Leopoldo López- fueron de escasa concurrencia.
Al culminar el día la respuesta derechista había sido muy tibia: apenas algunos cacerolazos -más débiles que durante 2013 y 2014-, e intentos de pequeñas guarimbas que eran presentados por las redes sociales como “un levantamiento popular contra el régimen”.
Sin embargo, para este viernes no se descarta que pueda haber incidentes. Durante 2014 se hizo evidente el poder de fuego de grupos paramilitares que intervinieron en las acciones violentas de “La Salida”. Las protestas por el encarcelamiento de Ledezma serán un termómetro sobre la capacidad de la derecha para obtener apoyo masivo que le permita no sólo justificar lo injustificable, sino también generar los actos de violencia que alimenten una escalada mayor, el objetivo que no han logrado hasta el momento.
 Fernando Vicente Prieto, desde Caracas – @FVicentePrieto

Nicolás Maduro: “EEUU ya ordenó el golpe, preparémonos para resistir”


El jueves 19 de febrero, el presidente Nicolás Maduro se reunió con la plenaria de los Consejos Presidenciales de Gobierno Popular. Allí, pidió a los sectores populares elaborar una agenda común de gobierno, denunció que EEUU ya ha decidido un golpe contra Venezuela y convocó al pueblo a prepararse para combatir “en cualquier escenario que se presente”.
Democracia participativa y protagónica
La convocatoria al encuentro había circulado durante la tarde del día anterior, el miércoles 18. Pasado el mediodía del jueves, comenzaron a llegar Miraflores los delegados y delegadas a los Consejos Presidenciales de Gobierno Popular, organismos en desarrollo donde se articulan vocerías de las organizaciones populares.
La cola para ingresar al Palacio comenzó poco después de las dos de la tarde y hasta las seis fue interminable. Entre fuertes medidas de seguridad, las voceras y los voceros campesinos, pescadores, de las comunas, de los pueblos originarios, de la juventud, de las mujeres, de la clase obrera, llenaron poco a poco el mítico Balcón del Pueblo.
Cargados de combatividad, cantaron y bailaron durante toda la tarde, al ritmo de lo que bajaba del escenario, con un repertorio que incluía desde salsa y joropo hasta hip hop, además de las ya clásicas canciones de las campañas de Chávez y Maduro. Mientras esto pasaba, en las redes sociales comenzó a circular la noticia sobre la detención del alcalde metropolitano y dirigente derechista Antonio Ledezma, implicado en el plan golpista desbaratado durante los últimos días.
A las 6.25 de la tarde apareció Maduro. Venía de reunirse con sus ministros y una delegación de los Consejos Presidenciales. En su intervención, que duró dos horas y media, desarrolló dos temas centrales. El primero, construir a nivel popular una agenda de gobierno, para lo cual le pidió a los Consejos que en un plazo de tres días le remitieran sus propuestas de acción. “Tenemos que hacer realidad un gobierno del pueblo”, explicó, llamando a fortalecer la organización y redoblar el esfuerzo militante. El presidente planteó que los Consejos son fundamentales en la aplicación de las políticas sociales, en el combate a la guerra económica y en general, frente a los intentos por vulnerar la Constitución.
Bolívar vs. Monroe
El segundo tema era precisamente la amenaza golpista. Maduro se refirió crudamente a la situación política del país, “bajo agresión de EEUU”.
El presidente volvió a destacar el significado de “las declaraciones amenazantes, peligrosas, de todos los funcionarios del Pentágono, del Departamento de Estado, de las oficinas de Inteligencia, del vicepresidente Joe Biden y del presidente Barack Obama contra Venezuela”, además de los vínculos entre la Embajada y los oficiales golpistas; y la evidencia de financiamiento y apoyo logístico desde EEUU.
Sobre este punto, informó que la canciller Delcy Rodríguez se reunió con todos los embajadores y encargados de negocios en el país para darle detalles de la participación de EEUU. “Tengo pruebas de la participación de miembros de la Embajada estadounidense, para fracturar a nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, aseguró.
El presidente llamó al pueblo a defender la Revolución en el terreno que sea, mientras desde los asientos y las gradas se coreaban consignas como “y si se prende el peo, con Maduro me resteo”.
“Estamos haciendo una Revolución. Una revolución de Independencia. Los imperialistas del norte no lo aceptaron y no lo aceptarán jamás”, señaló. “Así que nosotros tenemos que prepararnos, compatriotas. Prepararnos para defender la integridad de la Patria, la soberanía, la independencia y la dignidad de Venezuela, en todos los escenarios que se presenten”, agregó.
“Esto es un problema de dominación versus liberación, de independencia versus colonia. Ese es el problema real y los proyectos tienen más de doscientos años moviéndose. Desde Monroe y Bolívar”, dijo en otro momento muy aplaudido de su discurso.
Anticipando la campaña que se desató inmediatamente en las grandes cadenas de medios, Maduro rechazó la impunidad y volvió a recordar que había pruebas contundentes contra Ledezma y otros dirigentes de la derecha. Según afirmó, en los próximos días pedirá autorización a la justicia para difundir videos con las declaraciones. Pocas horas después, la portada de CNN se preguntaba si la detención de Ledezma era injusta. La invitada a dar su respuesta era Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López.
Hasta las últimas consecuencias
“Yo voy hasta el final. Por ahora y para siempre. Pido el apoyo del pueblo para que haya paz con justicia. No estoy aquí para ser débil y menos contra los golpistas. Jamás me rendiré frente al enemigo. Voy a combatir contra quien me toque combatir. Nunca traicionaré al pueblo”, afirmó entre ovaciones.
Sobre el cierre, el presidente bolivariano volvió a señalar al principal responsable. “Yo sé que se han dado órdenes desde la Casa Blanca de destruir a Venezuela y derrocarme. Lo sé. No lo han podido hacer, porque no tienen con qué. Ni lo podrán hacer, porque a Venezuela la protege la verdad. Porque si se metieran con Venezuela se levantarían millones en el mundo a defender la dignidad del pueblo de Chávez, del pueblo de Bolívar”.
“Venezuela es de la estirpe de Bolívar -agregó, en un pasaje vibrante-. Y los caballos de nuestro escudo están indómitos, erguidos, listos para cabalgar toda la América si tuviéramos que cabalgarla nuevamente con un fusil al hombro para defender el derecho a vivir, a la dignidad y a la independencia de nuestra Patria Grande. Ni una palabra de menos, ni una palabra de más podemos decir”.
Cerca de las 9 de la noche, cientos de voceros y voceras salían del Palacio presidencial con una sonrisa y una gran responsabilidad. No sólo llevaban el respaldo a los Consejos Presidenciales como un sistema de gobierno basado en la participación popular, también la conciencia del papel que le toca al pueblo en los días y meses por venir. Todavía resonaba una de las últimas frases de Maduro: “Sepan que vamos muy en serio y que vamos con todo”.
Fernando Vicente Prieto, desde Caracas – @FVicentePrieto

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