Para el periodista Clodovaldo Hernández “el reportaje como género periodístico ha sufrido una distorsión, ya que se han creado formas que son unilaterales, sin la incorporación de todas las fuentes involucradas en el tema tratado y además con una perspectiva sesgadas”.
En su opinión, sin los elementos de contraste y de diversidad de fuentes, en términos técnicos, no se puede hablar de reportaje. Esas omisiones, señaló, desdibujan el género, que “se convierte en otra cosa, más cercana al género de opinión o propaganda”. “El reportaje es un género que necesita de mucho equilibrio, de mucho contraste de fuentes y de mucha tensión neutral”, subrayó.
POLARIZACIÓN COMPLICADA
A decir de Hernández, en el ámbito de las comunicadoras y de los comunicadores sociales debe replantease el reportaje mediante el estudio de sus conceptos iniciales. En ese sentido, planteó que “en un escenario de polarización política, en el que los medios de comunicación, sus dueños, directores –y también lo periodistas– están de un lado o del otro, es bastante difícil aplicar el concepto ortodoxo del reportaje, que obliga a una cierta neutralidad para contrastar todas las fuentes”.
El conocido periodista y articulista, expresó estos planteamientos al Correo del Orinoco como antesala a la realización de una clase magistral sobre el reportaje como género periodístico, organizada por la Escuela Latinoamericana de Imagen y Sonido, organismo adscrito a la Fundación Premio Nacional de Periodismo. La actividad se realizó ayer en la sede del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.
PERIODISTAS SESGADOS
Hernández se refirió a la responsabilidad de las y los periodistas en la distorsión del reportaje. Reflexionó sobre el sesgo con el que algunos profesionales asumen el reportaje, signados “por su posición política”.
Como ejemplo, sacó a relucir aquellos trabajos reporteriles en los que sus autores pretenden “dañar, agredir o demostrar que algo se está haciendo mal”. Y por el otro lado, expuso, está el periodista que busca proyectar una buena imagen del organismo público al que está involucrado.
“El reportaje debería ir por el medio (en relación con el equilibrio informativo) y dejar que sean las audiencias las que discriminen”, expresó Hernández.
CREDIBILIDAD COMO PUNTAL
Con respecto a la responsabilidad de las organizaciones, públicas y privadas, Hernández planteó la necesidad “de que sean los periodístico los que convenzan a quienes tienen poder de decisión en los medios, sobre el valor que tiene la credibilidad para las instituciones dedicadas a la comunicación, y el beneficio de producir información en contraposición a la producción de propaganda”.
Aseguró que un punto de vista equilibrado en el tratamiento de un material informativo, posibilita sea leído por integrantes de todos los sectores, sin importar su inclinación. “Ya no funciona el predicar para convencidos. Necesitamos convencer a ese otro sector de la población que está en contra o dudoso”, aportó Hernández.
CO
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