30 de Septiembre.- Un jurado de Texas (EE.UU.) condenó ayer a diez años de cárcel a la oncóloga colombiana Ana María González Angulo por haber envenenado en 2013 a su examante con una dosis de anticongelante mezclada con el café, informaron medios locales.
La doctora González Angulo, de 43 años, ejercía en el mundialmente conocido Centro Médico de Texas cuando mantuvo un romance con un compañero de trabajo, el investigador George Blumenschein.
El jurado consideró probado que la colombiana envenenó con una dosis de etileno a Blumenschein, cuando este terminó la aventura amorosa con ella para tener un hijo con su pareja formal, la también doctora Evette Toney.
Según la investigación, González Angulo mezcló etileno en el café y se lo ofreció a Blumenschein con el anzuelo de que era un dulce "café de Colombia", un sabor causado por el anticongelante.
Cuando la víctima empezó a sentir los efectos acudió a los médicos, que le diagnosticaron una insuficiencia renal que, pese a sobrevivir, le ha dejado secuelas permanentes y le ha ocasionado una sustancial reducción de la esperanza de vida.
Es por ese motivo que la acusación solicitaba una pena de 30 años de cárcel, al considerar que el caso tenía que ser tratado como un homicidio.
Por su parte, la defensa negó la versión de que fuera González Angulo quien suministró el veneno a Blumenschein, expuso la larga trayectoria de la colombiana en la lucha contra el cáncer y llamó a testificar a varios de sus pacientes, que acreditaron sus atenciones como profesional.
Desde Popayán, la ciudad del suroeste de Colombia de donde es originaria González Angulo, familiares y amigos vincularon el caso con "intereses oscuros" relacionados con los hallazgos de la doctora en el tratamiento del cáncer.
La doctora González Angulo, de 43 años, ejercía en el mundialmente conocido Centro Médico de Texas cuando mantuvo un romance con un compañero de trabajo, el investigador George Blumenschein.
El jurado consideró probado que la colombiana envenenó con una dosis de etileno a Blumenschein, cuando este terminó la aventura amorosa con ella para tener un hijo con su pareja formal, la también doctora Evette Toney.
Según la investigación, González Angulo mezcló etileno en el café y se lo ofreció a Blumenschein con el anzuelo de que era un dulce "café de Colombia", un sabor causado por el anticongelante.
Cuando la víctima empezó a sentir los efectos acudió a los médicos, que le diagnosticaron una insuficiencia renal que, pese a sobrevivir, le ha dejado secuelas permanentes y le ha ocasionado una sustancial reducción de la esperanza de vida.
Es por ese motivo que la acusación solicitaba una pena de 30 años de cárcel, al considerar que el caso tenía que ser tratado como un homicidio.
Por su parte, la defensa negó la versión de que fuera González Angulo quien suministró el veneno a Blumenschein, expuso la larga trayectoria de la colombiana en la lucha contra el cáncer y llamó a testificar a varios de sus pacientes, que acreditaron sus atenciones como profesional.
Desde Popayán, la ciudad del suroeste de Colombia de donde es originaria González Angulo, familiares y amigos vincularon el caso con "intereses oscuros" relacionados con los hallazgos de la doctora en el tratamiento del cáncer.
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