AFP / PESHAWAR, Pakistán
Reuters
Ataques de infantería por tierra y de la fuerza aérea paquistaníes abatieron este sábado a por lo menos 34 militantes islamistas en el convulso noroeste del país, sufriendo cinco bajas entre sus filas, informó una fuente militar.
Estos ataques tuvieron lugar días después de que el general Raheel Sharif, uno de los hombres fuertes del ejército de Pakistán, ordenara iniciar la que sería la última fase de una operación militar "a sangre y fuego" a todo lo largo de la frontera con Afganistán, donde operan los islamistas.
Aviones de la fuerza aérea paquistaní bombardearon refugios de los rebeldes islamistas en todo el cinturón tribal del noroeste del país, matando al menos a 15 insurgentes talibanes, entre ellos seis de origen uzbeko.
Estos ataques se llevaron a cabo en la región de Maizer Datta Jail, en el Waziristán del norte, considerada un bastión del Tehreek-i-Taliban Paquistaní (TTP).
"Al menos cuatro refugios fueron destruidos en los ataques de esta mañana. Entre los 15 talibanes abatidos, 6 eran uzbekos", dijo a la AFP un oficial de seguridad destacado en la región.
Más tarde por la noche, el ejército dio a conocer un comunicado en el que afirma que sus "fuerzas terrestres rodearon a un grupo de terroristas que intentaban huir en la zona de Mangroti, cerca de la frontera con Afganistán, en la región de Shawal, en el Waziristán del Norte, donde 19 militantes talibanes fueron abatidos durante un intenso tiroteo".
"Cuatro miembros de las fuerzas armadas, incluido un oficial, también 'abrazaron el martirio'", agrega el comunicado.
Un alto oficial de seguridad en Peshawar confirmó estos ataques y enfrentamientos. Además, en esta misma jornada, un soldado paquistaní resultó muerto y otros dos heridos al explotar al paso de su vehículo un ingenio ubicado junto a la carretera.
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