sábado, 27 de febrero de 2016

Lea en Opinión: Memoria, por Roberto Malaver


Roberto Malaver / Periodista / robertomalaver@gmail.com
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PANORAMA
¡Alumbra lumbre de alumbre esta incertidumbre! Llegó Aristóbulo —Yate— Istúriz y presentó la memoria y cuenta del régimen, y nosotros como siempre, criticando vainas. Que si faltó esto y aquello, y mientras tanto allí había viviendas por todas partes y pensionados por todos lados, y nosotros hablando pendejadas. Y lo que más arrecha es que los chavistas tienen prendidos 14 motores para salir de este peo, y nosotros todavía no hemos prendido ningún motor para salir de Maduro. Esa salida de Maduro como que se nos va  a ir de las manos, como diría el compañero Carlos —Bingo— Ortega. Hay un peo entre todos nosotros porque cada uno propone una vaina distinta. El que está asustado es “Espoleta” Allup porque se fue de bocón y dijo que en seis meses, y ahora como ve que la cuenta no le da, está proponiendo un abandono de cargo, que Julio —Matemático— Borges se muere de la risa porque dice que el que va a abandonar el cargo en diciembre es “Espoleta” Allup.  Mientras tanto, hay un carajo por allí que se llama “Embajada” Radonski y que está más olvidado que el Cafenol, que está proponiendo revocatorio y enmienda, dos vainas por el precio de una.  
Todos los días esos chavistas salen a prender un motor, y vienen empresarios de aquí y de allá y se anotan en la faja y en la minería y nosotros esperando líneas para ver qué carajo hacemos para salir de Maduro. Por cierto, que cuando Aristóbulo —Yate— Istúriz presentó la memoria y cuenta, “Espoleta” Allup no esperó que terminara de hablar para decir unas vainas allí que no le interesan a nadie, porque ya es evidente que lo que le interesa es robar cámara, se para allí a  hablar porque sabe que cuando hablan esos chavistas los escucha un gentío, en cambio a los compañeros nuestros no los escucha nadie, por eso cuando terminó Maduro de dar su mensaje, ¡zas!, llegó la palabra vergonzosa de “Espoleta”  para sabotearlo, y ahora, cuando terminó Istúriz, ¡zas!, volvió la palabra de “Espoleta”, y se nota que el desespero lo está matando porque diciembre ya está aquí y en enero Julio —Matemático— Borges lo espera en la bajadita, por eso cuando “Espoleta” habla, nadie de los diputados de Segundo Justicia lo aplaude, porque la arrechera es la señal de costumbre.
Quien también está molestísimo es el papá de Margot. Se para sonámbulo y sale hablando solo por el apartamento: “Déjense de inventar vainas y pónganse a trabajar, que ya me tienen arrecho con eso de la salida de Maduro”. Hoy llegó con la prensa y leyó en voz alta: “Se prendió el motor de la minería”. Y tiró el periódico contra la pared y se fue al cuarto y ¡slammmmmmm! le metió aquel coñazo a la puerta y un vecino gritó: “Nos están invadiendo”.
—Siempre que te pregunto, que cuándo, cómo y dónde, me canta Margot.

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